Análisis

Argentinos: los peores inversores del mundo

Los activos en moneda extranjera rondan los USD 400.000 millones, en muchos casos sin protección siquiera contra la inflación en dólares. Diferencias entre millenials y baby boomers, los mejores inversores y qué se puede hacer.

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En Argentina, hay más de 800.000 cajas de seguridad en los bancos, a las que se suman las que se encuentran en empresas y casas particulares. Se estima que hay más de 150.000 millones de dólares en efectivo en nuestro país. Si sumamos a este número las cuentas declaradas y no declaradas en el exterior, los activos en moneda extranjera de los argentinos rondan los USD 400.000 millones, alrededor del PBI total del país. Esto me permite afirmar que Argentina no está quebrada como muchos dicen; todo lo contrario, hay un alto nivel de ahorro y un muy bajo nivel de deuda privada. El que está quebrado es el Estado.

Efectivo, una mala inversión

¿Es esta altísima cantidad de efectivo que guardan los argentinos una buena inversión? Definitivamente no lo es, porque no protege contra la inflación en dólares.

Se estima que la inflación en Estados Unidos este año será del 3,8%, lo que significa que los argentinos podríamos perder USD 5700 millones en términos reales solo considerando el efectivo en el país. Si sumamos los depósitos bancarios en cajas de ahorro y cuentas corrientes en dólares tanto en el país como en el exterior, esa pérdida superará los USD 10.000 millones, lo que equivale a más del 2% del PBI.

La historia argentina no contribuye a generar seguridad respecto a las inversiones bancarias: sucesivas confiscaciones de depósitos, confiscación de ahorros jubilatorios, defaults de deuda soberana, entre otras cuestiones, han distanciado a los argentinos del sistema financiero. Es comprensible y lógico que esto suceda, como dice el refrán: "Quien se quema con leche, ve una vaca y llora".

Inversiones millennials y baby boomers

Entre los más jóvenes, quienes no vivieron la confiscación de depósitos del 2001, hay mayor interés por las inversiones bursátiles y alternativas, al mismo tiempo que se enfrentan a la imposibilidad de poder comprar una propiedad.

Sin embargo, la mayoría de la riqueza está concentrada en los mayores de 40 años, en especial entre los baby boomers que hoy tienen entre 58 y 78 años y ahorran principalmente en efectivo y propiedades.

El problema es que los países exitosos son aquellos que construyen sistemas financieros sólidos y cuyos ciudadanos saben invertir su dinero. 

Los mejores inversores del mundo

Los estadounidenses son probablemente los mejores inversores. Compran sus casas aportando poco capital y con créditos a 30 años, y destinan la mayoría de sus ahorros a acciones, ya sea de forma directa o en fondos de retiro.

En otras palabras, se endeudan a tasas bajas contra sus propiedades e invierten en carteras de acciones diversificadas que ofrecen altos retornos. Al momento del retiro, muchos han terminado de pagar la hipoteca, al mismo tiempo que cuentan con un buen nivel de ahorros gracias al interés compuesto de esas inversiones a lo largo del tiempo.

Esta cultura de inversión explica en gran medida el éxito a largo plazo de Estados Unidos.

Entre mayo de 1973 y mayo de 2023, el rendimiento promedio anual del S&P 500 fue del 10,6%. Aquellos que invirtieron USD 1000 en ese año ahora tienen un total de USD 155.835, lo que representa un retorno del 15.000% en 50 años. Por otro lado, aquellos que invirtieron en oro tuvieron un retorno anual del 7,4%, y en bonos del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años, un 4,8%. Ajustado por la inflación de los Estados Unidos, el retorno anual del S&P fue del 8,9%, el del oro fue del 5,7%, y el de los bonos fue del 3,8%.

En contraste, aquellos que conservaron su dinero en efectivo habrían perdido el 84% de su valor. La inflación acumulada en los Estados Unidos durante ese período fue del 527%. Para comprar lo que en 1973 costaba USD 1000, hoy son necesarios USD 6270.

Cómo dejar de ser los peores inversores del mundo

Esto me lleva al punto de que los argentinos, si bien somos ahorradores, al mismo tiempo estamos entre los peores inversores del mundo. Aparte de las propiedades, el patrimonio de aquellos que tienen capacidad de ahorro suele estar invertido en efectivo o cuentas que no generan intereses. Muy poco se invierte en bonos y aún menos en acciones.

Muchas de estas inversiones pueden parecer fuera del alcance del inversor promedio, pero no es así. Desde una cuenta en cualquier sociedad de bolsa local se puede comprar el S&P 500, así como bonos del Tesoro de los Estados Unidos que actualmente rinden un 5% anual.

Es importante desarrollar la cultura del ahorro y la diversificación, tanto geográfica como por tipo de activo. La tecnología permite que esto esté al alcance de todos los inversores, sin importar si invierten pequeñas o grandes cantidades de dinero. Lo importante es fomentar la cultura del ahorro a largo plazo. Un portafolio equilibrado debe contener propiedades, acciones, bonos y un pequeño porcentaje de activos alternativos.

El exceso de efectivo en nuestro país está relacionado con otra cuestión, que es el tamaño de la economía informal. Este sector no puede bancarizar sus ahorros, por lo que recurre al mercado informal de divisas. La solución a largo plazo para este problema no radica en sucesivos blanqueos de capitales, sino en una reforma laboral e impositiva que reduzca el tamaño de la economía informal. Mientras la economía en negro siga siendo considerable, siempre habrá una gran cantidad de dinero en efectivo fuera del sistema. Resolver esta cuestión permitiría desarrollar un mercado de capitales local importante, lo que se traduciría en mayor crecimiento económico, inversión, empleo y menores niveles de pobreza.

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