

El clima cambiante y sus efectos, las plagas y malezas, la realidad de tener que producir más en menos tierra... los desafíos del agro argentino son múltiples, sobre todo cuando a ellos se le suma un contexto económico volátil. Y es justamente por eso que hoy no alcanza con solo desarrollar la tecnología que permite afrontar los múltiples problemas del productor: también tenemos que trabajar para que esa tecnología esté al alcance a quienes trabajan cotidianamente la tierra.
¿Cómo lo hacemos? Con políticas claras de apoyo al acceso. Hoy, la financiación a los productores es la clave para permitir que la innovación de la industria llegue al campo. Es clave sostener esta política ya que la innovación, en definitiva, es la que permite el desarrollo de una agricultura de calidad, en equilibrio económico, social y ambiental.
Pero cuando hacemos zoom en la financiación de los insumos del agro, vemos que las empresas proveedoras de insumos agrícolas en el país ofrecemos una amplia variedad de opciones de financiamiento para los productores y soportamos aproximadamente un 70% de las necesidades de financiación de los insumos.
El número habla de la importancia que quienes tenemos responsabilidades en el sector le atribuimos a la necesidad de que la tecnología que permite el desarrollo llegue a las manos de los productores.

Los bancos, por su parte, financian aproximadamente un 20% del total de la necesidad de un productor en materia de insumos agrícolas, mientras que otras entidades no financieras y el capital propio representan el 10%.
Pero muchos de los productores chicos no acceden a financiamiento bancario y para los productores medianos/grandes usualmente las líneas de crédito otorgadas son insuficientes. Es la realidad del sector.
Entendiendo este panorama, desde Corteva hacemos nuestro aporte con herramientas de financiamiento concebidas para apoyar al productor. Nuestro foco es encontrar y ofrecer condiciones y plazos de financiación flexibles y acorde con los ciclos agrícolas, como parte de nuestro compromiso permanente con la innovación que tiene en el país el Sistema Enlist y el desarrollo de semillas de maíz como grandes ejes.
Hoy, más que nunca, es la hora de estar cerca de quienes producen, de facilitarles las soluciones tecnológicas que la era demanda, para que nuestra agricultura siga desarrollándose y creciendo sustentablemente. Es, entonces, la hora de lograr que la innovación y la accesibilidad vayan de la mano.













