Daño económico en emergentes: rally en Wall Street, intervenciones bíblicas y fundamentos apocalípticos

Cuál será el daño exponencial que esta pandemia del coronavirus dejará en las economías de todo el planeta.

El mundo entero todavía no está en condiciones de cuantificar el daño exponencial que esta pandemia del coronavirus le impartirá a las economías de todo el planeta. No sólo en materia de incrementos de desempleo, pobreza, inflación y destrucción corporativa sino en la dinámica futura referente a las interacciones entre bloques que habían basado toda su estrategia reciente en la globalización. El virus claramente va a pasar y lo hará relativamente rápido, pero dejando una enorme estela de daño duradero, el que será mucho mayor en economías emergentes que en países desarrollados. Por años enteros sufriremos las secuelas económicas que se esparcirían a lo largo y a lo ancho del planeta, el shock mundial ha sido tan enorme que se hace imposible incluso su cuantificación actual. Es altamente probable que en los próximos meses muchas de las economías emergentes comenzarán a sufrir significativamente a nivel macroeconómico fruto de la imposibilidad de ejecutar los estímulos fiscales y monetarios que actualmente aplica el G10 para auto-inmunizarse. El G10 se está salvando a sí mismo y no lo culpo, emergentes hoy no es prioridad de ellos y más aun con una guerra del petróleo que enfoca mucho esfuerzo a la contención de dicho evento que trasciende al G10.

Entonces y muy lamentablemente, sin demasiados recursos contundentes, los emergentes deberán lucharle de esta manera a la peor pandemia del siglo. ¿Llegará ayuda internacional a todo el mundo emergente “onda Plan Marshall ? Ojalá así sea, pero aun así, no parecería que dicha ayuda ocurra en el futuro cercano. ¿Cuánto colapsará el PBI mundial en 2020? ¿Cuánto caerá en 2021? ¿El daño termina ahí o enfrentaremos rasgos de depresión económica mundial no neutralizables completamente por la política fiscal y monetaria internacional? En este contexto de colapso literal de economías de primer nivel como USA, Europa, Japón, por citar algunas, ¿qué le espera a las economías del mundo emergente?

En este contexto de colapso mundial, el tamaño del balance de la Reserva Federal ya alcanza los 6 Trillones de dólares americanos, lo que representa aproximadamente un 35% del PBI de Estados Unidos y este número seguirá creciendo en las próximas semanas. Lo que ya era una semana sumamente positiva para Wall Street se terminó de convalidar con el choque de dos eventos brutales y simultáneos. Por un lado, el jueves pasado se reportaron pedidos de seguros de desempleo de aproximadamente 6 millones de norteamericanos, lo cual sumado a las cifras reportadas en las dos semanas precedentes totaliza ya unos 17 millones de desempleados desde que comenzó la pandemia. Esto en sí mismo es un número fenomenalmente enorme y que lejos está de haber llegado a su máximo.

Por otro lado, en un acto sin precedentes, la Reserva Federal casi al instante de haberse reportado el dato anuncia la intervención directa en la compra de deuda junk para corporativos norteamericanos. Por lo tanto, un evento apocalíptico descripto por los 6 millones de nuevos desempleados chocó contra una decisión bíblica y sin precedentes que pone a la Reserva Federal en el control absoluto de todo el mercado de bonos en sus tres niveles: 1) soberano, 2) corporativo de buena calidad, 3) corporativo de baja calidad.

De esta forma para un mercado de futuros de S&P que el jueves antes del dato ya operaba en el 1% negativo, terminamos con un S&P que al final de la rueda sumó un 1.50% positivo. Durante toda la semana el rendimiento del S&P fue cercano al 12%. El QQQ, ETF que replica tecnológicas norteamericanas cerró la semana con un 9% de rendimiento. El JNK y HYG, ambos ETFs que replican deuda corporativa junk cerraron la semana con un 12% de retorno aproximado. El EEM, ETF que replica mercado accionario de emergentes diversificado cerró con un 7% de retorno y Brasil después de un castigo formidable en lo que va del año tuvo una semana histórica con un 17% de retorno acumulado. Claramente fue una semana muy dura para los bears, con shorts explotando literalmente por la cara frente a lo que ya es el Put Gratis más enorme de la historia al punto que los activados durante la crisis 2007/2009 quedaron chicos relativos a éstos últimos.

Ninguna de estas intervenciones de la Reserva Federal son casuales y a ella hay que sumarles las que Japón, Europa, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y China están haciendo respectivamente. Literalmente, el mundo entero está siendo inundado de cantidades bíblicas de liquidez lo cual denota lo que se nos viene en breve. Hasta ahora no hemos visto aun el colapso en actividad económica mundial sin precedentes que se empezará a medir en los próximos días. Algunos ex miembros de la Reserva Federal ya estiman que el desempleo en USA podría llegar a 30%, lo cual, para una población activa de unos 160 millones de norteamericanos, generaría un desempleo de 48 millones.

De hecho, al momento, con pedidos de subsidios al desempleo que ya totalizan en estas últimas tres semanas 17 millones, el desempleo actual de USA es de aproximadamente 10% y esto muy lejos está de haber hecho techo. Formidable regalo le ha hecho el comunismo chino al capitalismo de occidente aspecto que en algún momento no tan lejano derramará en potenciales sanciones y formidables restricciones al comercio internacional y la globalización. El escenario que se le viene al mundo en materia macroeconómica global es la peor pesadilla en desempleo y pobreza que jamás hallamos visto en nuestras vidas, aspecto que torna al evento en algo tan enorme que se hace imposible su cuantificación. De hecho, las estimaciones relativas a subsidios al desempleo han tenido errores de hasta el 100%, lo cual denota el tamaño e incertidumbre del evento que estamos viviendo.

Varias preguntas surgen. ¿Entrará Estados Unidos en recesión o depresión? Recuerden que una depresión es algo mucho más severo y duradero con destrucciones de producto que superan el 10% y una longitud que en la crisis del 1930 llevó casi 10 años. Es cierto que hoy las herramientas que se aplican para contrarrestarlas son totalmente diferentes pero el mundo entero virtualmente se cerró a sí mismo y en semanas comenzaremos a observar los daños en el mundo desarrollado y peor aún, en emergentes. ¿Cuál será el impacto para economías como India, Brasil, que no tienen ni los medios sanitarios para lucharle a la pandemia del Covid-19 ni las herramientas de política fiscal y monetaria que tiene el G10? Mucho se habla de los casos diarios de nuevos infectados en países como Italia, Francia, España y USA, y un par de unos cientos por día en esas naciones preocupa a la prensa internacional entera.

Sin embargo, me preocupa mucho más el bloque de emergentes: nadie conoce con precisión la tasa a la que esta pandemia viene creciendo para países como India por ejemplo con 1.300 millones de habitantes. Un mínimo error en ese frente podría exceder por múltiplos lo observado en países como España e Italia. Veo que la prensa internacional se viene relajando a la luz de un aparente mejoramiento sanitario en el G10 pero me pregunto qué puede estar pasando en el frente emergente.

De esta forma, a puro sentido común mi sensación es que los mercados globales no han priceado la totalidad de la tragedia en materia macroeconómica que se le viene al mundo entero. Esta semana comienza la temporada de reporte de resultados de compañías en USA con balances cerrados a marzo y esa será la primera chance de comenzar a comprender el gigantesco impacto potencial que tendrá esta pandemia a nivel de empleo, pobreza y recuperación subsecuente.

La pregunta del millón es si el bear market iniciado semanas atrás ya culminó, si estamos entones en una nueva “bull trend o si esto solo fue un “counter trend rally que abrirá la puerta para un mercado que seguirá bajando en las próximas semanas a la luz de datos macro. Como siempre en mercados, nadie tiene la última palabra, si no fuese por la intervenciones de la Reserva Federal, el S&P hoy estaría probablemente en 1.500. ¿Podrá la Reserva Federal neutralizar toda la gigantesca bola de nieve que comenzaremos a medir a partir de este martes?

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