No existe una regla que sentencie que hay vinos que son para una determinada época del año. Más bien se trata de una cuestión lógica, ligada a los sabores, aromas y temperaturas que nos remiten a las diferentes estaciones o nos hacen sentir más a gusto durante ellas.

Pero hay un factor que es fundamental en la elección de un vino: las condiciones climáticas. ¿Por qué? Porque así como elegimos disfrutar de platos más calóricos en otoño e invierno, de igual manera en primavera y verano optamos por comidas más livianas. Por ende, en los meses más fríos solemos descorchar vinos más estructurados y corpulentos (que acompañen platos acordes) mientras que, con las altas temperaturas, los blancos y rosados son furor en las góndolas.

En este marco, entre las distintas cepas, hay una a la que podríamos llamar "la reina indiscutida del verano": la torrontés.

Primero y principal, porque es un vino ideal para beber fresco. Además, todos sus aromas remiten a la primavera: frutas tropicales, ananá, pomelo, durazno y flores de verano, como el jazmín. Y por último, en el paladar seduce con su agilidad, su fluidez, su frescura y sus notas siempre frutales.

10 claves para entender al torrontés

1. Es la única variedad autóctona de la Argentina: una cruza entre Moscatel de Alejandría, traída de España, y la uva criolla norteña.
2. Su terruño favorito es el NOA, específicamente los Valles Calchaquíes. Allí se adaptó a la altura y al especial microclima de manera inmejorables.
3. En la copa es fácilmente reconocible por sus ímpetus florales y frutales sumamente marcados.
4. En un pasado no muy lejano, todos los exponentes de esta cepa eran más bien de perfil rústico, y su principal característica estaba dada por un elemento de la uva llamado terpeno, responsable de aportar los aromas tan exuberantes y tropicales. Esto ha cambiado en los últimos tiempos.
5. Desde hace varios años algunos enólogos comenzaron a "desterpenizar" el torrontés. Es decir, quitarle algo de su fuerza tropical para "civilizarlo".
6. Esto hizo que en muchos lugares del mundo comience a verse como un blanco rico y aromático de precio económico, y ganara en popularidad.
7. Su calidad fue creciendo al ritmo de su aceptación y valoración por los consumidores, no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo.
8. Funciona de maravillas como aperitivo, o bien con algunas comidas especiadas, tales como empanadas salteñas, picantes de pollo y cierto platos de la cocina thai e india.
9. Es la uva blanca que ocupa la mayor superficie implantada del país: más de 11 mil hectáreas.
10.Argentina es el único país del mundo en que se elabora.

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Cinco torrontés imperdibles

  • Vallisto Torrontés 2017: cabal muestra de lo que Salta puede dar con este cepaje. Es fresco, algo tropical y mínimamente denso, acompañado por un suave dejo almibarado. Su entrada en boca es redonda, y untuosa, con atisbos de elegancia. No cansa para nada y es un fiel representante de la cepa. Un blanco profundo, muy interesante y de estilo moderno.
  • San Pedro de Yacochuya Torrontés 2017: un blanco que marca la pauta de lo bien que se puede integrar el instinto salvaje de una finca a un vino. Es de perfil tradicional en su máxima expresión: rústico, pero muy bien acomodado. Con terpenos y aromas a fruta fresca (cítricos); paladar redondo, bien típico y nada disfrazado. Se sienten aquí los años de la familia Etchart en este finisterrae norteño.
  • José Luis Mounier Reserva Torrontés 2017: otro fiel representante del terruño Cafayate Alto, dominado por las notas a fruta fresca blanca. Un típico torrontés con terpenos, ágil y armónico. Excelente ejemplo de cómo el perfil austero puede sumar atributos en un vino. Pungente (crispy) y fresco, con rica acidez integrada.
  • Laborum De Parcela Finca El Retiro Block 10 Torrontés 2017: blanco de aromas sueltos de carácter frutado y fresco que recuerdan a cítricos de lima y limón, con notas florales de verbena y azahar, más toques herbales de anís e hinojo. La entrada en el paladar es suave y de volumen medio; es fresco, de acidez media, y repite la cáscara de cítricos de la nariz. Es algo mineral, con una leve textura y final floral; moderno y pungente.
  • Alpaca Torrontés 2017: muy buen equilibrio entre terpenos y elegancia, y una punta tropical que suma atractivos fáciles, quizá algo golosos pero sin molestar. Es un torrontés ordenado, que no por ello pierde identidad. Paladar fresco, rica acidez y textura fluida; lo adorarán quienes gusten de los vinos a-la-mode.