Judith Thurman: “La moda dice mucho sobre el estado del mundo

Es una de las plumas más prestigiosas de The New Yorker y lleva más de 40 años analizando a la industria fashion como fenómeno cultural.

Judith Thurman es una escritora neoyorquina que lleva más de 40 años observando la cultura contemporánea, con especial atención en la moda y sus figuras, desde las fundacionales Cocó Chanel, Cristóbal Balenciaga e Yves Saint Laurent a los vanguardistas Alexander McQueen y Rei Kawakubo. En 1987 fue fichada como integrante del seleccionado de plumas de The New Yorker, revista que abandonó por un lapso de 10 años para dedicarse a Secrets of the flesh: A life of Colette, libro que le valió una nominación al Pulitzer.

Desde luego, su visión y estilo de escritura no encajan, en absoluto, en el molde tradicional del periodismo especializado en la industria del diseño de indumentaria. “No es un mundo muy intelectual. En general, son profesionales que dicen lo que se les pasa por la cabeza , caracterizó a sus entrevistados, con el sello mordaz distintivo de la publicación que es sinónimo del espíritu de la Gran Manzana, en el marco del taller Mujeres perdidas, otras mujeres que dictó en la última edición del Festival Gabo, en Colombia.

En ese encuentro anual que celebra al periodismo latinoamericano, del que participó Clase Ejecutiva, Thurman abordó su trabajo, sus métodos y sus experiencias, pero también esbozó algunas ideas para escribir sobre “un fenómeno que se suele reducir a la ropa pero, en verdad, refleja lo que está pasando en la época. Por eso nos interesa a todos, aunque algunos no lo sepan o nieguen tener ese gusto. Mi objetivo es pensar qué dice la moda acerca del estado del mundo , explicó.

Thurman contó que se propuso convertir un gesto cotidiano en la materia prima para un informal trabajo de campo. “De repente, noté que en las peluquerías de Manhattan ya no hay revistas de moda para hojear durante la espera. Consulté, y me dijeron que ya nadie las lee , reveló. Para luego disparar contra las razones detrás de ese hallazgo y cuestionar, duramente, que en esas páginas se aborden temas como las listas de las celebridades mejor vestidas en tanto categoría definitoria del buen gusto: “Los tiempos cambian. Y la moda acompañó la evolución de la mujer. Antes estaba bien visto limitarse a imitar lo que alguien famoso llevaba puesto, pero hoy la mujer vive otro momento", planteó.

La reportera y biógrafa estadounidense -quien se convirtió en una celebridad al ganar el National Book Award 1983 con Isak Dinesen: The life of a storyteller, biografía en que se basó la película África mía, con Meryl Streep y Robert Redford, que se alzó con 7 premios Óscar, incluidos los rubros de Mejor Película y Guión Adaptado reunió, en La nariz de Cleopatra, 39 ensayos publicados en The New Yorker. Son 400 páginas de lectura sustanciosa que abordan el universo de la moda en todas sus facetas, con acento en su obsesión: la mujer, su trabajo, la feminidad. “El trabajo de las mujeres como categoría de escritura , definió cuando fue consultada sobre su especialización. E hizo especial énfasis en el hecho de que “algo tiene que estar sucediendo para fundamentar que le dedique hasta 15 días a la redacción de un ensayo, cuya máxima aspiración es “que no resulte un texto filosófico ni aspiracional de lo que sería bueno para la moda, sino que aporte una comprensión de sus códigos en primera persona y permita interpretar la atmósfera de la época. Escribir sobre moda, cansa. Porque el periodista tiene que encontrar ideas nuevas todo el tiempo: hay que escribir sobre lo que no aparece en el comunicado de prensa, salir a buscar explicaciones y crear una narrativa donde no existe .

La versión original de esta entrevista fue publicada en la edición 188 de Clase Ejecutiva, la revista lifestyle de El Cronista Comercial.

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