Andy Goldstein en FoLa: seis series para conocer su fotografía
A través de imágenes tomadas entre 1973 y 2012 el fotógrafo invita a conocer sus intereses, miedos y experimentaciones en distintas etapas de su vida que se mueve al compás de los sucesos político-económicos del país.
Andy Goldstein, fotógrafo, docente y experimentador hace una pausa en su producción para ver hacia atrás y repasar sus trabajos más emblemáticos y las condiciones de producción. Con su reciente exhibición en la Fototeca Latinoamericana (FoLa) el artista nos deja ingresar a su mundo y conocer un poco más de su producción entre 1973 y 2012.
A través de seis series de imágenes comparte sus intereses y sensaciones en determinados momentos de su vida y demuestra que no le teme a las nuevas tecnologías aplicadas a su arte. Los entornos, el retrato como forma de permanecer en el recuerdo y su opuesto, el miedo al olvido, son temas que se repiten en distintas etapas del fotógrafo.
La serie “Gente en su casa (1985), la más nutrida y la primea de la muestra, es la llave para entrar al mundo Goldstein. Parte de la pregunta ¿De qué modo se presentarían y las personas ante la cámara si el fotógrafo intentara no alterar la escena? para retratar a un grupo de personas en la intimidad de sus hogares. Los elementos que los rodean hablan de ellos, de su aquí y ahora, de historias que el espectador traza en torno a esos sujetos de los que el artista nos revela su nombre, edad y ocupación.
“Ezeiza, 20 de junio, 1973 comprende las imágenes que tomó de las multitudes que acudieron a Ezeiza a recibir a Juan Domingo Perón cuando regresó del exilio antes de que estallasen los disturbios. Los registros de los festejos se interrumpen abruptamente cuando Goldstein debe refugiarse junto a un grupo de alumnos con el que había llegado al lugar en una casa cercana. Cuando emergen, ya de madrugada, lo que quedó fueron las huellas de una jornada que terminó en tragedia.
En 1974 el fotógrafo se había trasladado a Río Cuarto, Córdoba, donde se desempeñaba como docente universitario. La Triple A asomaba y Goldstein creyó conveniente hacerse público - el temor al olvido en carne propia- con una exhibición de sus trabajos cordobeses en la extinguida galería Fernando Fader. El paisaje que lo rodea invita a retratar horizontes; la tensión política y sindical que vive la provincia contrasta con los niños que aparecen en las imágenes de esta serie.
Para “Vivir en la tierra (2012) retoma la premisa de “Gente en su casa y le suma sus investigaciones con la técnica ‘panorama’ que le permite obtener grandes formatos con alto nivel de detalle. Viaja por Latinoamérica retratando familias con un marcado interés por denunciar la pobreza que aparece de forma colateral en su primera serie. La opresión que atraviesan las clases más bajas de la región se traslada a los hogares de ambientes únicos donde se apiñan los sujetos.
La exhibición no respeta un orden cronológico y por ello de su serie de 2012 se salta a “La muerte de la muerte de 1979. En plena dictadura cívico-militar Goldstein encuentra en los cementerios de pueblos la libertad para trabajar que no consigue del lado de los vivos. Se concentra en las pequeñas fotografías de los difuntos que aparecen en las placas y reflexiona sobre el olvido que denotan el desgaste y las huellas de abandono de las tumbas.
La década del ’90 lo encuentra experimentando con las primeras versiones del programa para computadora Photoshop. Transforma sus fotografías para dar con imágenes de corte abstracto y surrealista.
Por último, un audiovisual con diapositivas - un tipo de proyector que tuvo su auge entre los ’60 y los ’80- con fotografías de Buenos Aires refleja la modernización de la ciudad con hincapié en las transformaciones de sus habitantes por sobre el imaginario internacional.
“Andy Goldstein. Inventarios. Fotografías 1973-2012 puede verse en FoLa, Godoy Cruz 2620, hasta el 13 de mayo.
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