Se subastó en Londres una serie de obras que pertenecieron al Museo Nacional de Bellas Artes

La capital inglesa fue escenario de diversos remates que tuvieron como protagonistas a obras que alguna vez pertenecieron al patrimonio de la pinacoteca nacional, y que se "perdieron" por políticas erróneas

Sotheby's realizó tres subastas la semana pasada y no hubo muchas sorpresas, pero sí bastantes lotes sin encontrar comprador.

La venta de esculturas recaudó  u$S 2.700.000 y fueron dos mármoles italianos realizados en Florencia los que se vendieron mejor: uno de una dama de tamaño natural se vendió en u$s 362.000 y otro de 90 centímetros llegó a u$s 236.000.

Bronces del príncipe Paul Troubetzkoy se vendieron en u$s 57 mil y u$s 44 mil, y poco más ventas para destacar.

La venta de pintura europea recaudó u$s 5,1 millones y se ofrecieron 68 lotes. La única sorpresa fue un pequeño paisaje de un lago del pintor e ilustrador finlandés Akseli Gallen-Kallela (1865-1933), cuyas obras se venden entre u$s 50 mil y u$s 100 mil. Pero ésta, que salió con base de 100, multiplicó por 8 su estimación y se vendió en u$s 886.000, lo cual es récord para el artista.

Los precios de Gustave Courbet se estima que subirán ya que se están preparando retrospectivas de su obra. Un paisaje nevado desaparecido hace 120 años,duplicó su base y se vendió en u$s 656.000. Un paisaje de un puerto vasco, realizado por el genio de Joaquín Sorolla, llegó a escasos u$s 410.000, pese a que tenía un buen tamaño de 70x80, fue expuesto en Chicago en 1911 y está ampliamente documentado.

Mejor está la pintura italiana del siglo XIX ya que un Gaetano Chierici se vendió en buenos u$s 268 mil y tres Giovanni Boldini se vendieron bien.

En Christie's se vendieron u$s 11,6 millones con cinco obras de Sir Alfred Munnings, el mayor pintor de caballos del siglo XX; 5 obras de Camille Corot en bajos precios y un promedio de u$s 130 mil; un retrato de Philip de László, el gran retratista de muchas argentinas que posaron para él en Londres y de quien hay dos estupendos retratos en la Colección Hirsch de nuestro querido Museo Nacional de Bellas Artes, que desgraciadamente también fue noticia ya que se vendieron obras que durante 50 años estuvieron en el mismo y ya no lo están más.

Retrato realizado por Philip de László, el favorito de la aristocracia argentina

En 1941 la familia de Arturo Uriarte Piñeiro donó 48 obras de pintores españoles, en su mayoría, con obras icónicas de Julio Romero de Torres, José Mongrell y otros maestros. La donación dejaba bien claro que las obras no deberían salir por ningún motivo del MNBA y además se debería hacer una sala con el nombre del donante. En 1991 las obras fueron devueltas a los sucesores del donante que batallaron 5 años en nuestros tribunales y finalmente la Corte Suprema decidió que tenían que devolverse, en razón que fueron prestadas en diversas oportunidades a otras entidades y salieron del Museo.

Las obras se han vendido tanto en Londres como en remates locales (las de menor valor). Pero algunos de las bellas mujeres gitanas de Julio Romero de Torres, que estaban en los sótanos del Museo, se vendieron en más de un millón; y el jueves pasado una lindísima obra titulada 'La esclava', cuya modelo fue la actriz Elena Pardo, salió a la venta en pobres u$s 30 mil, pero fue arduamente pujada y se vendió en u$s 377.000.

 

'La esclava', de Romero Torres, perteneció al Museo Nacional de Bellas Artes

También se vendió un José Mongrell y un Fernando Álvarez de Sotomayor que fueron durante cinco décadas propiedad de nuestro Museo mayor.

Estos casos son los responsables de que muchos no donemos obras a los museos, porque o bien no se aceptan cargos o si los hay no se cumplen.

Por ello es que acabo de ofrecer un préstamo de obras por 10 años pero no su donación.

El peor ejemplo son las 28 obras 'Los Gauchos', del genial Cesáreo Bernaldo de Quirós, donación del autor aceptada por un Decreto Ley del Gobierno Nacional durante la presidencia del Dr. Guido, la mayoría se encuentran en los depósitos del Museo y tampoco se ha realizado la sala Quirós, como era el cargo de la donación. Si su heredero quisiera podría rescatarlas, y la Nación y todos nosotros, a quien el entrerriano nos regaló las obras, las perderíamos.

 

 

Fabuloso Munnings, vendido en u$s 2.740.000

 

 

En todos los museos del mundo, en general, sólo un 10 % del patrimonio está en exhibición (de 12 mil obras que tiene el Museo Nacional, posiblemente estén en exposición unas 1000), pero una solución sería utilizar una o dos salas para así exhibir mensualmente aquellas que tienen cargo de exhibición y que no ocurra otra pérdida como la Donación Uriarte Piñeiro.

Por favor, "argentinos a las cosas". Buenos funcionarios como pienso que lo son el secretario Pablo Avelluto y el director del Museo Andrés Duprat, podrán encontrar algunas soluciones. Como por ejemplo tener colgada la mejor obra que tiene el Museo, en mi opinión, 'Dos bailarinas en rosa y amarillo', de Edgar Degas, que tiene cargo de no salir del Museo (algo que se cumple desde 1970) y de estar en exhibición. Ahora transitoriamente no lo está porque están rediseñando un sector de arte francés, para ésta y las otras maravillas de la donación Mercedes Santamarina.

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