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La fórmula para ahorrar hoy y jubilarse con más de u$s 300.000: el plan según cada perfil

Dolarizadas, con mayor proporción de renta variable, cuanto más joven es quien está armando su plan de retiro... Los seguros son una herramienta ideal para complementar el fondo autogestionado y la clave, siempre, es la perseverancia.

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Cuando llega el momento de poner manos a la obra, la estrategia es lo primero que debe emerger. Sin ella, sin GPS, es imposible llegar al puerto en tiempo y forma en estas épocas de economías turbulentas en el mundo.

Las herramientas del mercado financiero y de capitales para armar este tipo de planes son variadas y pueden combinarse. Por ejemplo, mixear cartera de inversión de gestión propia, en la que cada uno se involucra en el manejo de los fondos, con productos específicos, como los seguros de retiro o de vida con capitalización, que cumplen el doble rol de proteger ante un evento inesperado y generar capital de largo plazo.

En este primer punto, hace un stop Mauro Zoladz, Head of Customer Proposition de Zurich Argentina: "El seguro de vida con capitalización no suplanta otras formas de ahorro e inversión de largo plazo, sino que se presenta como una opción adicional y complementaria. No es sólo un respaldo económico en situaciones adversas: funciona como herramienta de planificación del futuro financiero de las personas".

"Como regla general, en la Argentina, vemos, en las últimas décadas, la necesidad dolarizar, directa o indirectamente, cualquier cartera de largo plazo", plantea Daniela Castaldo, CEO de Santander Asset Management. "A su vez, y en determinados contextos puntuales -avanza-, podemos aprovechar oportunidades tácticas que el mercado nos presente. De esta manera, cualquier portafolio debería balancear una combinación de acciones (incluyendo Cedears, por diversificación geográfica), deuda corporativa en dólares y deuda soberana en dólares".

Juan Bialet, gerente de Finanzas Personales del Grupo SBS, mira el tablero de alternativas posibles para construir un fondo de retiro, hace cálculos y define: "El mercado de capitales supera en rendimientos tanto al metro cuadrado como a la evolución del dólar". Sin entrar en estrategias puntales, recomienda hacer pie en una formula sencilla, que se conoce como "Dollar cost average" ("Costo promedio en dólares), en contraposición a la idea de buscar el momento "mas barato" para entrar al mercado, que se conoce como "Buy the dip" (BTD).

Tener una estrategia clara es lo primero para comenzar a delinear un plan de inversión de cara al retiro.

"Está demostrado que, invirtiendo de manera constante y haciendo promedios en vez de buscar más los puntos de entrada, la ganancia es, prácticamente, la misma. Pero, siguiendo la estrategia BTD, estamos a merced de cuando se produzca la caída que nos permita entrar y abrir las posiciones en el mercado", dice Bialet, como primer consejo práctico para quienes estén pensando en armar su fondo de retiro.

"Tener mucha paciencia", es la primera recomendación que lanza Mauro Massa, del equipo de Research de Bull Market Brokers, y subraya que "estos activos (cualquiera sean los elegidos) subirán y bajarán pero, a largo plazo, serán ganadores".

Qué tener en cuenta para la estrategia de inversión

"Lo principal, a la hora de planificar una cartera de inversión, es tener una meta clara. Sin un objetivo definido, estaremos haciendo inversiones a ciegas. Ahora bien, para definirlo y comenzar a armar una cartera para el retiro, hay tres factores que no podemos pasar por alto: rentabilidad, riesgo y plazo", identifica Lautaro Franco, gerente de Banca Digital de PPI, como primer paso para el armado de una cartera de inversión.

La recomendación de Franco va por el lado de la renta variable extranjera: "Los tipos de activos más adecuados para una cartera de retiro, dentro las opciones locales, son los Cedears, ya que estaríamos entrando en pesos a una inversión que nos permite dolarizarnos implícitamente. Dentro de los diferentes Cedears, lo ideal sería apuntar a los ETFs, que están compuestos por acciones de muchas empresas y permiten una diversificación del portafolio", define el experto de PPI.

"A nivel general, un portafolio conformado por 60 por ciento renta fija y 40 por ciento acciones es una distribución apropiada. Esta estrategia es muy popular en el mercado internacional y la asignación se basa en la idea de que las acciones tienen mayor potencial al alza en el largo plazo pero, también, mayor volatilidad. Por su parte, los bonos suelen tener precios más estables y nos ofrecen pagos de renta con frecuencia, pudiendo conocer el flujo a cobrar al momento de la compra de los títulos. Según un análisis publicado por Bank of América, entre 1927 y 2022, este portafolio modelo rindió 9 por ciento en promedio cada año", dice Melina Di Napoli, analista de Productos de Wealth Management de Balanz Capital.

Rentabilidad, riesgo y plazo son los tres factores indispensables a tener en cuenta, según Lautaro Franco, de PPI.

¿Qué incluiría hoy en una cartera pensada para el retiro? "Situándonos temporalmente en julio de 2023, le damos mayor preponderancia a la renta fija (un portafolio 70 por ciento bonos y 30 por ciento acciones, por ejemplo), puesto que las altas tasas de interés en el mundo resultan atractivas", aclara Di Napoli.

"Actualmente -avanza la experta- un bono del Tesoro de los Estados Unidos, típicamente conocido como ‘activos libre de riesgo', tiene un rendimiento de 5,25 por ciento en dólares en el plazo de un año. Asimismo, pueden encontrarse créditos de calidad, con rendimientos superiores como, por ejemplo, un bono de Bank Of America con vencimiento en 2025, con un retorno del 6 por ciento anual en dólares".

Massa, de Bull Market, apunta a "combinar en la Argentina obligaciones negociables (ON), bajo de ley de Nueva York y pago cable (anti-corralito y anti-pesificación), y complementar con Cedears, del S&P 500 y el Nasdaq (SPY y QQQ), que se compran en pesos pero ajustan a dólar financiero y pagan dividendos en dolares".

La selección incluye, para perfil conservador, 50 por ciento en ONs de YPF (YCA6P) y de Gemsa (MRCAD), y otro 50 por ciento en ETFs. Subiendo el riesgo, agrega acciones argentinas.

Por su parte, Gastón Lentini, asesor financiero e idóneo por CNV, sugiere, para quienes estén estructurando una cartera de inversión pensada para el retiro, alternativas de renta variable. "Los ETFs como el EEM, que invierte en mercados de países emergentes, o el EWZ que invierte en Brasil (ambos pueden adquirirse vía Cedears), son alternativas para complementar al ETF del índice S&P 500, que, en este momento, puede estar algo caro".

"Para quienes busquen una renta fija -avanza Lentini-, empresas locales como YPF o Telecom presentan rendimientos en dólares de dos dígitos en sus obligaciones negociables o, mediante cuentas en el exterior, se puede invertir en bonos con rendimientos por debajo de 10 por ciento, aunque con mucha mayor seguridad jurídica".

Los CEDEARs y las Obligaciones Negociables (ON) son dos de las herramientas más recomendadas.

"Invertir para el retiro es una decisión importante, que requiere planificación y asesoramiento", dice Federico Pérez, gerente de Wealth Management de Banco Mariva, y postula que una persona joven que puede asumir riesgo "debería disponer de un portafolio balanceado de 60 por ciento en acciones y 40 en bonos". Aconseja: "El fin de ciclo de suba de tasas de interés constituye una oportunidad para inclinarse más hacia activos de renta fija. A medida que la tasa disminuya (producto de que la inflación responda), sería recomendable ir migrando a una mayor posición en acciones".

La clave es empezar lo antes posible

La edad, claro, es determinante en el armado de estrategias. Damián Vlassich, analista senior de Equity de IOL invertironline, recomienda para los más jóvenes, "que pueden tomar posturas más agresivas en la selección de activos, dado que poseen más tiempo para recuperarse de caídas de mercado", sumar, además de índices a través de ETFs, una selección de compañías de crecimiento o "growth".

"Los más jóvenes cuentan con el factor tiempo a su favor, tanto como para esperar el desarrollo de tecnologías incipientes, como, por ejemplo, Inteligencia Artificial, como así también para tolerar eventuales correcciones", explica Vlassich. En cambio, aclara, "pensando en personas que estén más cerca en su retiro, es aconsejable tener una mayor exposición en activos de renta fija, como pueden ser las ON".

José María Aristi, Head Portfolio Mangement de Alpha Fondos Comunes de Inversión, pone la lupa también en quienes pueden asumir una cuota de riesgo y aprovechar alguna ventana de oportunidad. "La coyuntura en la Argentina presenta una relación riesgo-retorno, a nuestro juicio, bastante favorable en instrumentos de renta fija soberanos nominados en dólares (GD30, AL30 etc)", define.

En términos generales, recomienda que, "para lograr retornos reales (por encima de la inflación) en forma consistente, debemos pensar en una cartera equilibrada entre renta fija y variable, con una mayor proporción de ésta última cuanto más joven se inicie el plan. La cartera se completaría con algo de Obligaciones Negociables en dólares y bonos CER y dollar linked, en proporciones variables, de acuerdo a cada caso en particular", define Aristi.

Los expertos en planificación financiera se preocupan por subrayar que más importante que el tamaño del aporte para llegar a la meta es el tiempo y la constancia.

Gianfranco Rojo Tanzi, socio de la Consultora BDI, lo explica del siguiente modo: "Si comenzáramos a los 30 años, y no tuviéramos capital inicial ahorrado, con US$ 150 por mes, llegamos a jubilarnos con un capital de US$ 310.000. En cambio, si comenzáramos a los 50 años, deberíamos contar con un capital inicial de US$ 10.000 y aportar US$ 1000 todos los meses para llegar al mismo resultado". ¿Qué recomienda sumar a la cartera? "Cedears de ETFs, como S&P500, Nasdaq, Dow Jones, entre otros, y renta fija con Obligaciones Negociables", responde.

Delegar el control

Los seguros, en sus diferentes formatos, son el producto ideal para delegar al 100 por ciento la gestión y poner en débito automático la obligación de separar un determinado porcentaje mensual del ingreso. Es a prueba de olvidos y otras tentaciones.

Este tipo de planes pueden ser de contratación directa o un beneficio que otorgue el empleador a sus colaboradores. En este ultimo caso, se usan también fideicomisos como instrumentos de ahorro e inversión.

Matías Manzo, gerente de Prevención Retiro, aclara, de entrada, un punto que se suele cuestionar o poner en la balanza a la hora de tomar decisiones de protección y ahorro a largo plazo: el costo de gestión vinculado a esta herramienta. "Si bien el producto tiene costos mínimos asociados a la administración de la cuenta, el cliente descansa en el manejo del portfolio (con todo lo que ello implica), delegando las gestiones en profesionales expertos en inversiones", explica.

"Si comenzáramos a los 30 años, y no tuviéramos capital inicial ahorrado, con US$ 150 por mes, llegamos a jubilarnos con un capital de US$ 310.000", asegura Rozo Tanzi, de la Consultora BDI.

Vale aclarar, en este punto, que en todos los otros vehículos de inversión, se pagan comisiones también, tanto en la compra y venta de activos como bonos o acciones, o implícitas, en la cotización de un Fondo Común de Inversión (FCI).

"La performance de nuestra cartera, nos permite obtener rendimientos financieros por encima de otras herramientas del mercado", aclara Manzo, el ejecutivo de Prevención, empresa que pertenece al Grupo SanCor Seguros, y pasa en limpio las ventajas generales que tienen los seguros de vida, vida con ahorro y retiro:

  • El aporte es deducible en la liquidación del Impuesto a las Ganancias
  • El fondo acumulado se encuentra exento en el Impuesto a los Bienes Personales y es inembargable
  • El producto cuenta con rendimientos mínimos garantizados
  • En caso de contratación por parte de empresas en beneficio de sus empleados, el aporte no se considera como "remunerativo"

Zoladz, de Zurich, pone foco sobre otro punto importante en la Argentina: el resguardo de valor que proporcionan estas herramientas. "Los seguros de Vida de Zurich, tanto los de foco en protección (Zurich Options), como los de Ahorro y Capitalización (Zurich Invest), tienen sus aportes y coberturas en pesos argentinos, pero siguiendo el valor del dólar oficial. Esto permite mantener los objetivos de protección a lo largo del tiempo. Tanto las primas como los beneficios estarán ajustados a esta referencia, brindando seguridad y protección", explica.

El plan corporativo se vuelve tendencia

Las empresas también ponen el tema de la planificación de largo plazo de sus colaboradores entre sus objetivos. "Los empleadores están comenzando a reconocer la importancia del bienestar financiero como un pilar central del bienestar total. Entienden que, cuando los empleados se sienten cómodos con su capacidad de cumplir con sus obligaciones financieras, es más probable que sean productivos y comprometidos en el trabajo", describe Dolores Liendo, líder de Wealth de Mercer para la Argentina, el Uruguay y el Paraguay.

Los planes de pensiones son un beneficio que, a pesar de la crisis económica argentina, las empresas tratan de mantener e, incluso, incrementar para sus mandos medios y altos. "De la encuesta de Mercer sobre planes de pensión y retiro en la Argentina, donde relevamos 395 empresas, podemos sostener que los beneficios tradicionales asociados con el retiro continúan siendo una práctica prevalente : el 62 por ciento de las empresas encuestadas tiene plan de pensión, está implementando uno o lo está analizando", dice Liendo y agrega: "El objetivo primordial es brindar la alternativa de contar con un complemento a la jubilación y, a su vez, fomentar el espíritu de ahorro a largo plazo".

En la misma línea, Diego Deza, director de Retiro de WTW, asegura: "Las empresas, una vez que implementan estos planes, difícilmente los cancelen o eliminen. La tendencia sigue siendo creciente, orientados, especialmente, a cubrir a los niveles gerenciales (con salarios superiores al tope de la Seguridad Social), ya que es en esta población donde se encuentran las principales deficiencias previsionales".

Según los especialistas, el tiempo y la constancia son más importantes que el tamaño del aporte.

"La necesidad de generar un complemento al sistema de jubilación es imperiosa y, ahora, se sumó la problemática para las empresas de no poder intimar al empleado a jubilarse sino hasta los 70 años, por lo que hay un incentivo adicional a generar esquemas que les permitan manejar los recambios generacionales tan necesarios en las organizaciones", detalla Deza, experto en recursos humanos.

Estos planes de pensión o retiro corporativos utilizan vehículos como los fideicomisos (locales, o bien, estructurados en el exterior), fondos comunes de inversión o, también, seguros de retiro colectivo, con pólizas tanto en dólares como en pesos.

La mayor parte está estructurada con financiación compartida entre los participantes y la empresa. Es decir, ambos aportan (empleado y empleador) a la constitución del fondo de retiro que, al momento del retiro o en un plazo acordado, el beneficiario se llevará para complementar la jubilación.

En todos los casos, el tiempo y la planificación anticipada son las variables que marcan la diferencia entre un retiro sin estrés y otro con más dudas e incertidumbres económicas que certezas.

La versión original de esta nota se publicó en el número 355 de revista Apertura.

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