TECNOLOGÍA RETRO

Sony vs. JVC: la pelea histórica entre dos grandes para ganar la videocasetera

Los dos grandes se pelearon mano a mano para cambiar la forma en la que las personas ven televisión en sus casas. El cine, agradecido.

En la actualidad, la idea de elegir una película para ver en nuestra casa o ver un programa de televisión fuera del horario de emisión es algo normal. Sin embargo, hace 50 años, esto era inimaginable.

En los '80 el mercado del video hogareño estaba en su máximo esplendor. Después de muchas idas y vueltas, los estudios de cine habían cedido a las demandas y comenzaban a lanzar una modesta cantidad de películas para que las personas puedan verlas en la comodidad de su casa. Esto no sólo significó que la gente podía acceder a copias de sus películas favoritas, sino que también creó un nuevo modelo de negocios: el videoclub, un sinónimo indiscutible de esa década.

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La puja de dos formatos

En el medio de esta revolución, tenía lugar una pugna entre dos formatos que, si bien a simple vista eran parecidos, tenían diferencias significativas. Las empresas detrás de ellos, Sony y JVC, libraron una guerra que terminó por definir la manera en la que vemos películas en nuestras casas hasta el día de hoy.

Sony y JVC libraron una guerra de formato que definió la manera en la cual vemos películas en nuestras casas hasta el día de hoy.

U-MATIC

A principios de la década del ‘70, la única manera en la que se podía ver películas en el hogar era mediante proyectores de 8 y 16 mm o en transmisiones de televisión. Si bien Ampex había desarrollado la tecnología para grabar en cintas magnéticas en la década del 50, no fue hasta 1971 que se desarrolló el primer sistema medianamente exitoso: U-Matic.

El sistema U-Matic

Diseñado por Sony, en conjunto con JVC y Matsushita Electric (luego conocida como Panasonic), fue el primer formato de videocassette comercializado de forma masiva. Sus limitaciones, sin embargo, conspiraron contra su éxito en el mercado hogareño. 

La cinta podía grabar apenas una hora de contenido y su reproductora era grande y costosa. El formato terminó siendo adoptado por canales de televisión, ya que permitía reducir costos y acortar el tiempo entre una noticia y su posterior emisión.

Sony y JVC se propusieron entonces generar un formato que fuera menos costoso e igualmente efectivo, de manera que más personas pudieran grabar sus programas de televisión para poder verlos en el momento que quisieran. Sin embargo, las diferencias en el diseño provocaron que las empresas abandonaran el proyecto conjunto. A partir de ahí, se inició una rivalidad que determinó el destino del formato de video hogareño.

BETAMAX Y VHS

A fines de 1975, Sony presentó Betamax, un formato similar al de U-Matic, pero con un videocassette más chico y una reproductora mucho menos abultada que su predecesora. Un año después JVC lanzó su propio formato: Video Home System, también conocido como VHS.

Sony deseaba controlar todos los aspectos del proceso de producción, por lo cual en un principio era la única empresa que fabricaba tanto los cassettes como las grabadoras de Betamax. JVC, en cambio, creía que un sistema de licencias iba a ser más efectivo a la hora de ganar adeptos.

A fines de 1975, Sony presentó Betamax, un formato similar al de U-Matic, pero con un videocassette más chico y una reproductora mucho menos abultada.

En una de las reuniones con uno de los futuros licenciatarios, RCA, surgió la idea de que el soporte de grabación tuviera una extensión más larga. Betamax, al igual que U-Matic, sólo permitía grabar una hora. Para RCA, el público estadounidense probablemente elegiría un sistema que le permita más tiempo de grabación, ya que eventos deportivos como el fútbol americano suelen tener transmisiones de 3 horas

Si bien los videocassetes de VHS contaban con 2 horas de grabación, JVC desarrolló un modo de grabación llamado LP, que permitía grabar el doble a costo de menor calidad de imagen.

La extensión en la duración y el hecho de haber mayor oferta de reproductores en el mercado hizo que VHS finalice la década del 70 con mayores ventas a nivel mundial y Betamax intentara recuperar el terreno perdido.

EL VIDEO VS. LOS ESTUDIOS

A pesar de que las primeras películas en cassette fueron editadas en 1977, la idea de un formato hogareño para ver películas no era algo que entusiasmaba a los grandes estudios de Hollywood. Por un lado, sostenían que tanto Betamax como VHS eran formatos que no tenían suficiente protección contra la piratería. Por el otro, no creían que las personas estén dispuestas a comprar una copia de una película para ver y rever en sus casas.

La mayoría creía que el futuro del entretenimiento hogareño estaba en otro formato surgido a fines de los ‘50: Laserdisc. Este sistema digital no solo brindaba mayor calidad de imagen y sonido, también era imposible de copiar. El gran público, por otro lado, seguía apoyando el videocassette porque no solo les permitía grabar programas, sino también hacer videos familiares.

Los estudios no creían que las personas estén dispuestas a comprar una copia de una película para ver y rever en sus casas.

Disney y Universal Pictures salieron a la ofensiva, demandando a Sony por considerar que un dispositivo que permite grabar programas de televisión infringía las leyes de derecho de autor. El litigio duró aproximadamente 8 años, y la empresa japonesa terminó ganando esta batalla legal en 1984.

Sin embargo, para este punto, Sony estaba cada vez más rezagado en la pelea con JVC.

UN CLARO GANADOR

A finales de los ‘70, Sony ya estaba perdiendo la pelea contra el VHS. Para poder contrarrestar esto, cedieron ante la demanda norteamericana por una grabación más extensa y desarrollaron cassettes con mayor duración y sistemas de grabación que permitían aprovechar más el espacio. Por otro lado, accedieron a licenciar el formato a otras empresas, de manera que el precio de mercado fuera más accesible para las personas.

También desarrollaron tecnología que permitía mejor calidad de imagen y sonido, pero cada avance que lograban era respondido por una oferta similar de la mano de JVC y sus licenciatarias. 

Muchos consideran que Sony asumió la derrota en 1988, cuando anunció que comenzaría a fabricar tanto reproductoras como cassettes en formato VHS.

El costo de producción del soporte de grabación para Beta también era más costoso, algo que provocó que los grandes estudios comenzaran a preguntarse cuán viable podía seguir siendo este formato.

Muchos consideran que Sony asumió la derrota en 1988, cuando anunció que comenzaría a fabricar tanto reproductoras como cassettes en formato VHS.

VENCEDORES VENCIDOS

La victoria del VHS no fue muy larga. Si bien siguió siendo el formato más vendido a lo largo de la década del 90, muy pronto se encontró con un rival que terminó con su reinado: el DVD

Este soporte digital encontró adeptos muy rápidamente, tanto por contar con una mejor calidad de audio y video como por el hecho de que podía incluir extras como comentarios de audio, escenas eliminadas o incluso documentales sobre la filmación de la película en cuestión. Lentamente, el mundo dejó de lado los soportes magnéticos para pasarse primero a los digitales y más tarde al streaming.

El VHS muy pronto se encontró con un rival que terminó con su reinado: el DVD. 

A pesar de quedar relegado, Betamax continuó en el mercado como formato para cámaras hogareñas o grabaciones de uso profesional. Sony dejó de fabricar los reproductores en 2002 y videocassettes en 2016. Por otro lado, el 22 de julio de 2016, la última empresa que fabricaba reproductoras de VHS anunció que cortaba definitivamente la producción por falta de componentes.

Lentamente, el mundo dejó de lado los soportes magnéticos para pasarse primero a los digitales y más tarde al streaming.

EL LEGADO DEL VIDEO

La posibilidad de ver películas en casa moldeó definitivamente la cultura popular. Gracias a los reproductores hogareños ya no fue necesario esperar el reestreno de una película o su emisión por televisión, las personas podían verlas las veces que quisieran y desde la comodidad de su casa. 

Gracias a los reproductores hogareños ya no fue necesario esperar el reestreno de una película o su emisión por televisión.

Netflix, el servicio de streaming más importante del mundo, comenzó su vida como un servicio de alquiler de DVDs por correo, algo que nunca hubiera ocurrido sin la existencia de los videoclub.

En la actualidad, existen coleccionistas dedicados a los VHS, principalmente abocados a ediciones raras de películas o incluso a preservar otras que no se consiguen en formato digital o en plataformas de streaming. Es muy poco probable que el sistema vuelva a ser tan importante como en la década del ‘80, pero siendo tan grande su impacto cultural, difícilmente quede en el olvido.

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