La marca de alfajores low cost que nació hace 40 años y fabrica más de 5 millones por mes
Goloalfa, dueña de Turimar, nació enfocada solo en alfajores y hoy también cuenta con bocaditos y galletitas. Un emprendimiento en el que ya trabaja la tercera generación.
Al sudoeste del Gran Buenos Aires, en 1979, José Pardo, Rubén Müller y Rubén Paz se asociaron para montar una fábrica de alfajores. Si bien su proyecto tiene origen bonaerense, su marca estrella, Turimar, hizo pie en el interior y cautivó a los consumidores de Rosario y Córdoba. Hoy, en manos de la segunda y tercera generación, la empresa fabrica más de 5 millones de unidades por mes y amplió su portfolio con galletitas y marcas más premium.
Pardo tenía un negocio mayorista de golosinas y vio una oportunidad en el segmento de los alfajores. En ese momento ya habían dado sus primeros pasos algunos históricos del negocio, como Havanna, Guaymallen, Fantoche y Capitán del Espacio, no obstante, las grandes alimenticias todavía no habían plantado bandera ahí.
El proyecto inicial contaba con cinco socios, pero al poco tiempo solo quedaron tres. En 1981 lanzaron su primer alfajor bajo la marca Stadium. "En ese momento sale Bagley y ven que había una competencia fuerte en esa línea de precio medio. Ahí surge la búsqueda de hacer una marca un poco más económica", señala Sergio Pérez, nieto de Pardo y director de Goloalfa, dueña de Turimar.
Sin embargo, en el sitio oficial se esboza una explicación a este nombre. Según detallan, viene de la combinación de la frase "tour y mar" porque las tres familias amigas solían vacacionar en la Costa para recorrer las fábricas de alfajores de la zona y disfrutar los días de playa.
Velocidad mata brainstorming
Pero, en el mundo de los negocios, el timing a veces es fundamental. "El nombre Turimar surgió de casualidad porque se buscaba salir con algo rápido para tener un producto más masivo. Era la marca que estaba disponible para hacer los trámites con más velocidad. No tiene mucho glamour la historia", recuerda Pérez.
En la fábrica de Lomas de Zamora se realizaba todo el proceso, desde la producción de las galletitas hasta el montaje y el envasado, que era artesanal y plegado. De a poco Turimar fue ganando terreno, en particular en el Gran Buenos Aires y el interior, y desplazó a Stadium. Y la planta también creció: de los 13 empleados iniciales pasó a tener una plantilla de 160 personas en 1987.
Aunque nació como una empresa de alfajores, en 1986 presentaron el bocadito de dulce de leche. Un año más tarde lanzaron el Turimar de tres capas. Luego, la compañía creció siempre dentro de este vertical de negocios. En 2001 la crisis lo atrapó en pleno proyecto de inversión para mejorar su línea de alfajores de chocolate. "De las tres envasadoras que planeábamos solo pudimos adquirir una", cuenta Pérez, quien se incorporó a Goloalfa en el 2000 en el área de mantenimiento.
Abrir el negocio
La diversificación llegó recién en 2005 cuando Pardo y Müller decidieron abrir el juego para no depender tanto de la estacionalidad de su negocio core y presentaron una línea de galletitas. En realidad, esa primera presentación eran tapas de alfajores que vendían en paquetes de cuatro unidades cada uno. Después lanzaron una variedad rellena, dos años más tarde invirtieron en una envasadora dedicada 100% a esta unidad y en 2010 sumaron un horno con capacidad para producir 17 variedades de galletitas.
"El mix ha ido variando. Entre 2012 y 2015 vendíamos más galletitas, después a partir de 2017 se equilibró la balanza", asegura el ejecutivo. Hoy la empresa es presidida por Liliana Pardo, hija de José, mientras que la vicepresidencia está en manos de Carina Müller, hija de Rubén. En tanto, la fábrica está ubicada en el mismo en el que sus fundadores empezaron haciendo alfajores.
Volver a las bases
Si bien Turimar acaparó las ventas de la firma a lo largo de los años, en 2017 optaron por reflotar la marca Stadium. En esta ocasión, revivió como un alfajor triple de mayor gramaje que la línea original.
Y en 2016 Goloalfa hizo un nuevo intento por hacer pie en el segmento medio con el lanzamiento de San Telmo. "Con ese producto logramos entrar en CABA", afirma Pérez. El producto, que se comercializa en estuche de 6 y 12 unidades o en bolsa de 10 minialfajores, apuntaba a los turistas que buscaran llevarse un regalo de Buenos Aires. "En 2020 lo descontinuamos por la pandemia, pero el año pasado ya retomamos y está trabajando muy bien", apunta.
El próximo plan de la empresa es plantar bandera en el mundo de los cereales. "Tenemos en cartera el lanzamiento de la marca Cereal Day con galletitas apuntadas al segmento saludable", proyecta.
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