La historia de Yermina, la vecina del Barrio 31 que abrió el primer McDonald's del lugar

Yermina Benítez llegó al país desde Paraguay cuando tenía 4 meses. Vivió toda su vida en la villa de Retiro. Hace ocho años empezó a trabajar en McDonald's y hoy abre el primer local como franquiciada

Cuando hace ocho años empezó a trabajar en el McDonald's porteño de Lima al 600, Yermina Benítez no imaginó que llegaría a ser gerenta de Negocio (que en la cadena equivale a ser el administrador del local). Mucho menos pensó que alguna vez estaría al frente de uno de los restaurantes de comidas rápidas, ya no como empleada, sino como dueña. Sin embargo, con la apertura del primer McDonald's del Barrio 31 alcanzó ese objetivo que parecía imposible.

La historia empieza hace poco menos de 25 años, cuando Yermina, de apenas cuatro meses, vino a vivir a la Argentina con su madre. Se instalaron en la entonces Villa 31, lugar que nunca abandonó y en el que creció junto con sus siete hermanos.

Después de la crisis del 2001, la madre creó un local de comidas, que poco tiempo después se hizo muy conocido entre los vecinos.

A los 17 años decidió salir a buscar trabajo e ingresó en McDonald's, donde comenzó como crew, como llaman en la cadena a los empleados que atienden cajas, limpian y trabajan en la cocina. De a poco empezó a ascender posiciones, hasta que el año pasado la nombraron gerente de Negocio del local de Lima, donde siempre había trabajado.

Estas son las 10 empresas donde los jóvenes sueñan trabajar: por qué las eligen

Por la posibilidad que tienen de realizarse profesionalmente, el desarrollo que describen como "constante" y la experiencia internacional que pueden adquirir, los jóvenes argentinos eligen a grandes empresas con operaciones en la Argentina como el lugar donde sueñan trabajar. Google, YPF y Pan American Energy ocupan el podio de las más deseadas.

"Nunca pensé que esa era una posibilidad para mí, pero llegó y acepté el desafío. Y poco después me presentaron el proyecto y no lo podía creer", cuenta Yermina. El proyecto era nada más que hacerse cargo como franquiciada del primer local en el Barrio 31.

Normalmente, el desembolso para montar el local corre por cuenta del franquiciado, pero en este caso fue realizada por Arcos Dorados. La empresa consideró que para que funcionara mejor debería estar en manos de alguien del lugar, a quien le pudieran dar la franquicia y que pagara el total invertido con un porcentaje un poco mayor de regalías.

Para elegir a la persona adecuada, lo primero que hizo la empresa fue ver quiénes de sus empleados vivían en el Barrio 31. Y al encontrarse con Yermina, la ecuación cerró a la perfección: se trataba de una persona que ya había demostrado capacidad para ponerse al frente de un restaurante. Por ello, le ofrecieron ir un paso más allá y convertirse en franquiciada.

En el local trabajan 100 personas, 80 de ellas son vecinos del barrio. Y Yermina participó activamente en la selección de cada uno de los empleados.

"Se siente muy bien ser quien les da trabajo. Pero también da un poco de miedo todo este desafío. Por suerte sé que tengo el apoyo de la empresa y, más importante, el de mi familia. Mi mamá está muy emocionada, incluso más que yo", dice. Esa emoción se palpaba en la ceremonia del corte de cinta del local: al acto llegaron su madre y su tía con dos plantas de regalo para decorar el ambiente.

El entusiasmo por la apertura, agrega, se nota en el barrio. Muchos de sus vecinos la pararon en las últimas semanas para preguntarle cuándo se inauguraba el local.

Para celebrarlo, hoy abrió las puertas a las 5.30, con desayuno gratis hasta las 8.30 para todos los vecinos que se acercaron.

Ahora, Yermina espera que el restaurante se convierta en un punto de reunión para los vecinos: "Quiero que muchos chicos puedan usar el pelotero y festejar su cumpleaños acá".

 

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