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La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ordenó el retiro urgente de un medicamento utilizado para tratar la presión arterial tras detectar una falla en los controles de calidad durante el proceso de fabricación.

Por este motivo, más de 11.000 frascos, que ya habían sido distribuidos en farmacias y centros de salud de todo el país, deberán ser desechados.

El motivo por el que retiran más de 10.000 frascos de un famoso medicamento

El retiro se anunció tras la identificación contaminación cruzada con un principio activo destinado a reducir el colesterol, hallazgo que encendió alertas dentro del sistema regulatorio.

Aunque la FDA aclaró que el riesgo para la salud es bajo, la agencia activó el protocolo preventivo para evitar el uso de los lotes comprometidos y garantizar la seguridad de pacientes y proveedores.

Según la información oficial, las pruebas de laboratorio realizadas en el marco de los controles posteriores a la comercialización detectaron “trazas de ezetimiba”, un fármaco indicado para reducir el colesterol, en comprimidos de bisoprolol fumarato e hidroclorotiazida, comercializados bajo el nombre Ziac.

La DGT no renovará el carnet de conducir a quienes consuman estos medicamentos (foto: archivo).
La DGT no renovará el carnet de conducir a quienes consuman estos medicamentos (foto: archivo).

La FDA clasificó el retiro como Clase III, la categoría de menor riesgo dentro de su sistema de alertas, ya que la exposición al contaminante no se considera peligrosa para la mayoría de los pacientes.

Qué productos están afectados y qué deben hacer pacientes y farmacias

Los frascos incluidos en el retiro corresponden a presentaciones de 30, 100 y 500 tabletas, con fechas de vencimiento que se extienden entre noviembre de 2025 y mayo de 2026.

La fabricación estuvo a cargo de Glenmark Pharmaceuticals, un laboratorio con sede en Nueva Jersey, donde se producen tanto el antihipertensivo como la ezetimiba, circunstancia que habría facilitado la contaminación accidental.

La FDA recomendó a las farmacias y proveedores de salud revisar sus inventarios, aislar los productos afectados y coordinar su devolución a través de los canales habilitados por el fabricante. En el caso de los pacientes, el organismo pidió no suspender el tratamiento por cuenta propia y consultar con un médico o farmacéutico antes de realizar cualquier cambio.