Un reumatólogo explicó por qué aparece el dolor de rodillas cuando está por llover

Muchos argentinos sienten dolor en las rodillas o en las articulaciones justo antes de que llegue la lluvia. Este fenómeno, lejos de ser una superstición, tiene una explicación científica que involucra los cambios en el clima. 

Según la doctora Raquel Almodóvar González, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER), el dolor en las rodillas previo a la lluvia es común en personas con afecciones articulares como la artrosis. Este malestar estaría relacionado con las variaciones en la presión barométrica que ocurren cuando el clima está por cambiar.

La relación entre la presión atmosférica y el dolor articular

Según las últimas investigaciones, algunas personas son más sensibles a los cambios meteorológicos debido a la combinación de presión atmosférica baja y mayor humedad, lo que puede alterar la presión intraarticular y generar dolor. 

La doctora Raquel Almodóvar González explica en un artículo de Cuidate Plus, que este fenómeno se asocia con la viscosidad del líquido sinovial, el cual lubrica las articulaciones. Cuando las condiciones climáticas son frías o de baja presión, este líquido puede volverse más espeso, lo que aumenta la fricción y rigidez articular, provocando molestias.

Sin embargo, no todos los estudios respaldan completamente esta teoría. La especialista destaca que la relación entre el clima y el dolor articular no está completamente comprendida y que la percepción del dolor puede variar según factores subjetivos y psicológicos. 

Recomendaciones para calmar  el dolor en días de lluvia

Cuando se experimenta dolor en las articulaciones debido a los cambios en el clima, lo primero es consultar a un médico para determinar el origen de la molestia y establecer un tratamiento adecuado. 

Aparte del uso de analgésicos, se sugiere algunas medidas que pueden aliviar el dolor articular durante los días de lluvia:

• Aplicar calor en la zona dolorida: el calor puede ayudar a relajar los músculos y disminuir la rigidez articular.
• Utilizar una rodillera: este tipo de soporte puede proporcionar estabilidad a las articulaciones y reducir el dolor.
• Mantenerse lo más activo posible: evitar el sedentarismo y realizar movimientos suaves puede prevenir que las articulaciones se pongan más rígidas.
• Caminar: aunque con precaución, caminar de manera moderada ayuda a mantener la movilidad articular y a disminuir la incomodidad.