Las de terror y el porno argento: una apuesta a los libros de cine

Directores y productoras de culto, cultura pop y fantasía. Mariano González Achi presenta la primera editorial dedicada a los cinéfilos en latinoamérica

Mariano González Achi descubrió una ausencia notable en un país tan cinéfilo como la Argentina: libros de cine con una mirada local y, sobre todo, producidos en estas tierras. Y aunque, se sabe, el mercado editorial no es la panacea, la perspectiva era alentadora: convertir su pasión en un buen negocio. Fue así como en 2012 reunió cerca de u$s 2500 de sus ahorros y puso en marcha la Editorial Cuarto Menguante, dedicada exclusivamente a la edición de libros sobre cine realizados por autores argentinos.

Así vieron la luz ediciones sobre directores de culto como John Carpenter, David Lynch o David Cronenberg, o la historia de las películas triple X argentinas, que fueron todo un éxito de ventas.

"Son los primeros libros de latinoamérica en analizar esta temática en particular", arriesga González Achi y anuncia que en breve estarán en el mercado, entre otros, textos sobre la saga de Mad Max, sobre el cine del padre del mundo zombie moderno, George Romero, y la historia del "slasher filme", el género de terror que tiene entre sus títulos centrales a Martes 13.

Este emprendedor de 49 años, licenciado en psicología, ya había despuntado el vicio con críticas de cine en varios medios gráficos y digitales, pero no estaba al tanto de como llevar una empresa de estas características. "Los primeros tiempos fueron complicados porque no concía el rubro. Se me presentaron un montón de dificultades, sobre todo organizativas. La peor de todas, lo que influyó mucho en la demora en sacar el primer libro, fue que amigos y conocidos se encargaron de tareas ad honorem. Por suerte, eso ya cambió y ahora contrato especialistas que se encargan de tareas específicas como corrección de textos o el arte del libro", señala.

Una oportunidad en pandemia

"Por supuesto, que cuando la economía muestra números negativos se refleja en las ventas de cualquier cosa, pero si encima son productos culturales es peor porque si una persona tiene que ahorrar de manera forzosa, porque se quedó sin trabajo, lo primero que deja de consumir es todo lo que sea ocio, y los libros que hacemos entran dentro de esa categoría", plantea.

Sin embargo, en esta pandemia sucedió algo particular. "Cómo la gente estuvo más tiempo en la casa, se pudo dedicar a leer", analiza. El hecho de que -junto a los servicios de streaming- fueran los libros lo únicos productos culturales que la gente pudo consumir por ausencia de cines, teatros, recitales o eventos, redundó en un beneficio inesperado para esta inudstria. "La pandemia me benefició bastante, se activó mucho el comercio electrónico y mucha gente le perdió miedo a comprar por internet. Vendimos muchísimo a través de las bocas de expendio digitales por la web, y desarrollamos un sistema de envíos mucho más eficiente para poder enviar un paquete, en 48 hs como máximo, a cualquier punto de Argenina".

La fuerza de la venta por internet, de todas formas, aún no puede con los canales tradicionales. Las librerías son aún las principales vías de comercialización, aunque, plantea González Achi, "como son libros de cine tenemos puntos de venta especializados, como los sitios de ventas de películas, el circuito de ferias que funcionan en el interior del país y los festivales de cine".

El editor cree que sus productos tienen potencial para la exportación y aunque señala que la pandemia complicó bastante esta alternativa, remarca que no dejaron de enviar libros a Chile y España y ya están en busca de ampliar la red a todos los países de habla hispana.

Mariano dice que lo que más disfruta del trabajo es "cuando en la imprenta me encuentro con la pila de libros lista para comercializar. Es un momento muy especial porque un libro tiene mucho trabajo y comienza con una idea, un concepto. Es una satisfacción muy grande ver que se vuelve real y aún más cuando los libros se empiezan a vender y la gente los quiere, los busca y habla de ellos".

"Cuarto Menguante apuesta a textos amenos, dinámicos y con mucho de análisis cinematográfico que sirvan como complemento de las películas que los cinéfilos ven", señala y resalta que tomaron la decisión de no trabajar con traducciones, sino sólo editar a autores argentinos en libros "elaborados de cero en la Argentina".

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