Nueva controversia por la construcción de una polémica torre de lujo en San Telmo
Según el Gobierno de la Ciudad, la constructora GCDI todavía tiene que presentar los nuevos planos del proyecto, que lleva seis años entre idas y vueltas. La empresa asegura que ya lo hizo. Cuáles son los puntos en discusión y qué pasará con los compradores
A seis años del inicio de su construcción, se despertó una nueva polémica en torno a Astor San Telmo, torre de lujo que la constructora GCDI -actual nombre de la desarrolladora inmobiliaria TGLT- quiere levantar en ese barrio porteño. Ahora, en el Gobierno de la Ciudad, aseguran que la obra está paralizada porque la empresa todavía no presentó los planos actualizados del proyecto. La firma, en cambio, sólo respondió que el proyecto sigue en pie.
"Hace dos semanas, la Ciudad tuvo una reunión con la desarrolladora porque la empresa tiene que presentar los planos con la adecuación del proyecto finales. La obra está paralizada hasta que esos planos se presenten", explicaron en el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad.
Sin embargo, ante la consulta de este diario, GCDI se limitó a decir sólo que las obras continuaban en marcha. No obstante, fuentes conocedoras del conflicto explicaron que los planos con las reformas se presentaron en diciembre de 2022 pero, hasta ahora, no recibieron aprobación. "La obra se continuó pero a un ritmo más lento", aseguraron.
Astor San Telmo, lanzado en 2016 por el equivalente, en ese momento, a u$s 60 millones, estaba previsto en 29,3 metros de altura. Pero el Código de Planeamiento Urbano permite 22 sobre uno de sus frentes (la avenida Caseros) y 13 sobre el otro (la calle Perú).
La torre, prevista en más de 20 pisos, había comenzado an edificarse en 2018. Pero su concreción se frenó luego de una acción judicial de la ONG vecinal Basta de Demoler.
Esto abrió una batalla judicial entre la empresa y el Gobierno porteño. El último capítulo se escribió a principios de marzo, cuando la Corte Suprema de la Nación falló en contra del desarrollo. Confirmó la sentencia de primera instancia, que determinaba que la obra excedía las alturas máximas y le ordenaba a la ex TGLT a reformular los planos en función de las normas vigentes.
"Todavía no están las presentaciones formales por parte de la desarrolladora con la readecuación del proyecto", explicaron ahora el Gobierno porteño, donde reconocieron que, por el recambio de autoridades en el Ejecutivo de la Ciudad, hubo retrasos en las reuniones de trabajo con la empresa, cuyos principales accionistas son el fondo PointState e IRSA.
El proyecto de San Telmo
El emprendimiento de San Telmo forma parte de un plan bajo la marca Astor, que apunta a un consumidor ABC1, que van desde los 10.000 a los 30.000 metros cuadrados (m2), como son los casos de Palermo y Núñez. Pero ya desde la empresa constructora aseguraron que de no poder avanzar, el desarrollo quedará solo de ocho pisos.
Ubicado en media manzana de Caseros al 500, entre Perú y Bolívar -donde había un histórico depósito del operador postal Ocasa-, una vez terminado, tendría una superficie total de 6334 m2.
En 2018, la Asociación Vecinal Casco Histórico Protege y la Asociación Civil Basta de Demoler presentaron un recurso de amparo, dado que, alegó, los planos aprobados superaban la altura máxima permitida, tanto en la avenida Caseros como en el frente sobre Bolívar. Cuestionaron la legalidad del permiso de construcción que dio el Gobierno porteño.
A fines de julio de 2020, la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario había confirmado una sentencia de primera instancia, que determinaba que la obra excedía las alturas máximas y le ordenó a la entonces TGLT a reformular los planos en función de las normas vigentes.
TGLT recurrió el fallo de la Cámara el 4 de agosto de ese año. En su apelación, argumentó que esa sentencia "contraria disposiciones de la Constitución Nacional y de la Constitución de la Ciudad". Sin embargo, la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad negó los recursos de inconstitucionalidad que habían presentado la empresa y el Gobierno porteño.
El proyecto se comercializó hasta 2018, año que empezó a tener complicaciones judiciales. Hasta ese entonces, se había vendido el 70% del total. Ahora, se calcula que la obra finalizará, recién, en 2025, aunque ya hablan de plazos más largos.
Por lo pronto, en los últimos días, un grupo de compradores recibió un aviso de parte de GCDI, a través del cual la empresa informó que la obra ahora estaba retrasada por una parálisis momentánea hasta definir los nuevos planos.
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