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Decathlon registró récord de ventas en sus primeras semanas de operación en la Argentina, aun cuando sus productos son hasta 178% más caros que en Uruguay y cerca de 156% más caros que en Brasil. El mayor contraste se observa en calzado e indumentaria deportiva, donde los valores locales quedan muy por encima de los de la región, aun cuando se trata de artículos idénticos, con el mismo origen y aranceles.

Según un informe de la Fundación Pro Tejer, los mismos productos que la cadena vende en Brasil y Uruguay muestran diferencias de precios que llegan a niveles muy altos. En el caso de las zapatillas de running, el precio en la Argentina es hasta 178% más alto que en Uruguay y cerca de 156% más alto que en Brasil. La diferencia también aparece en otras categorías como medias, camperas térmicas, remeras y productos de montaña.

El informe señala que la brecha no está dada por los aranceles. Argentina aplica un 20%, por debajo del 35% de Brasil, y los productos provienen de los mismos centros fabriles -principalmente China e Indonesia- para toda la región. Pero esta diferencia se debe a la mayor carga tributaria, costos logísticos y de transporte, financiamiento en dólares más caro, altos alquileres comerciales y sobrecostos laborales que se acumulan a lo largo de toda la cadena.

Cuánto cuesta la ropa en Decathlon

Los clientes acceden al mismo surtido de productos y marcas que la cadena comercializa internacionalmente.

Los modelos de calzado más económicos, como las Ekiden One, se venden a $ 39.900, para uso diario o caminar rondan entre $ 47.000 y $ 57.000. Las zapatillas de tenis superan los $ 90.000, varios modelos de running se ubican cerca de $ 185.000 y de montaña hay opciones entre $ 120.000 y $ 155.00

En cuanto a indumentaria, los corpiños deportivos arrancan en $ 19.900, las camperas inflables de la línea Forclaz se ubican en $ 119.900 y los pantalones Quechua rondan los $ 92.900

Plan de expansión

Después de la apertura del primer local de Decathlon en Vicente López, Grupo One - responsable del desembarco en la Argentina- ya avanza con un plan más grande que incluye nuevas tiendas de la cadena francesa y la llegada de otras marcas del conglomerado Groupe Mulliez. El local de Al Río, de 3300 metros cuadrados, fue el primer paso de una estrategia que busca ganar presencia en los principales centros comerciales del país y abrir el camino para que otras marcas del grupo también desembarquen en la Argentina.

El próximo paso será la apertura en la Ciudad de Buenos Aires, donde la empresa firmó un acuerdo con IRSA para instalar dos locales en 2026. El primero abrirá en el Abasto durante el primer semestre, con una inversión estimada en u$s 5 millones, una superficie de 2700 metros cuadrados y más de 60 empleos directos. A fin de año llegará la tienda de Alto Palermo, un formato de 1400 metros cuadrados, con una inversión cercana a u$s 4 millones y la incorporación de otros 50 trabajadores.

Estas aperturas forman parte del plan quinquenal anunciado por la empresa, que contempla una inversión superior a u$s 100 millones, la creación de unos 750 empleos y la apertura de 20 tiendas en todo el país. Además del desembarco en la Ciudad, la compañía prevé nuevas sucursales en Rosario o Córdoba y trabaja junto a Carrefour en otras cinco aperturas orientadas al interior.

En paralelo, Grupo One -la sociedad integrada por Manuel Antelo, Sabine Mulliez y Pedro Aguirre Saravia- avanzará con el ingreso de nuevas marcas del portfolio Mulliez. La primera será Kiabi, la empresa de indumentaria que compite con H&M y que abrirá en marzo en un local en Florida y Corrientes. Más adelante podría sumarse Naterial, la marca de muebles de exterior del grupo, con una posible primera tienda en Nordelta. Los socios también analizan el desembarco de Leroy Merlin, un retail del estilo de Easy, y de Obramax, aunque su llegada aún no está confirmada.

En principio, la empresa señaló que buscarán cuáles de las 150 marcas que tiene su grupo familiar pueden adaptarse a la región y a la Argentina. Sin embargo, no descartan incorporar negocios por fuera del paraguas Mulliez.

Decathlon llega al país en un contexto adverso para el consumo. Sin embargo, los tres empresarios responsables del desembarco se mostraron optimistas.