En pleno bloqueo, fabricante de neumáticos le paga bono de $ 1 millón a cada operario

En pleno conflicto gremial que suma más de 100 días entre paros, bloqueos, una veintena de audiencias frustradas y caída de producción de, por lo menos, el 50% en la industria del neumático, una de las tres empresas que protagonizan la puja, la japonesa Bridgestone, pagará la segunda cuota del bono de participación en sus ganancias que tiene comprometido con sus trabajadores.

En estos días, los operarios de la ex Firestone de Llavallol cobrarán $ 625.000, que se sumarán a los $ 365.000 que ya recibieron en febrero, correspondientes -en ambos casos- a los resultados que la empresa registró en 2021. Así lo divulgó Pedro Wasiejko, ex secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) y quien negoció esta cláusula en 2001, cuando la empresa se comprometió a compartir su rentabilidad futura para compensar el drástico plan de ajuste que implementó en ese momento.

Además de la negociación de las correspondientes indemnizaciones, "se planteó que, así como se le hacía pagar a los trabajadores el costo de la crisis, éstos debían participar también de las ganancias de las empresas cuando los tiempos eran favorables", explicó el veterano dirigente. Recordó que, en 2006, esa cláusula se formalizó en el Convenio Colectivo de Trabajo.

Wasiejko perdió la conducción del Sutna en 2016. Fue a manos de quien sigue liderando al gremio, Alejandro Crespo, hombre que abreva en el Polo Obrero y que impulsó las medidas de fuerza de los últimos tres meses, en el marco de la revisión de la paritaria que venció el 30 de junio pasado.

El antiguo jefe sindical aprovechó el momento para pasar facturas. Explicó que, por en error, Bridgestone le había abonado al gremio y a la obra social una cuota que no correspondía, ya que el bono es no remunerativo. Pero, agregó, la negativa del Sutna a reembolsar el importe, que equivale al 5% y que, en total, suma más de $ 20 milllones que se deberían distribuir entre los empleados, retrasó el pago de la segunda cuota.

"Hoy, la conducción del gremio, que está obligando a los trabajadores del sector a mantener un conflicto con las empresas por cuestiones político-partidarias vinculadas con el Partido Obrero y que está poniendo en riesgo no sólo los ingresos, sino también los puestos laborales, debe cesar inmediatamente con las agresiones a los afiliados que no están de acuerdo con las medidas que impulsan y debe concentrarse en garantizar los derechos de sus representados", disparó Wasiejko.

Más de 100 días de conflicto

El actual conflicto del Sutna con Bridgestone y los otros dos fabricantes de neumáticos del país -Pirelli y Fate- ya se acerca a su cuarto mes y afecta a unos 5000 operarios, en total. En los últimos días, la tensión escaló, con retrocesos en la negociación y denuncias judiciales cruzadas por los bloqueos que realiza el gremio en las puertas de las plantas, que fueron escenarios -incluso- de escaramuzas. Así como el gremio denuncia hostilidad y presión de las empresas contra el sindicato y los operarios que adhieren a las medidas, las compañías aseguran que es el Sutna quien le impide trabajar al resto de los empleados.

En 2021, antes del conflicto, que detonó en mayo, Bridgestone, el mayor fabricante mundial de neumáticos y, también, del país, había sumado un nuevo turno de producción en Llavallol, lo que significó la contratación de 230 personas y un aumento del 30% en su dotación. 

El salto de actividad había sido parte de un programa de inversiones lanzado en 2017, por $ 2800 millones (u$s 175 millones al cambio de entonces). Su objetivo era -en un contexto de restricción de oferta por el cepo a la importación- aumentar un 40% la capacidad productiva para los rubros de camioneta, autos y el sector agropecuario. 

La empresa es uno de los mayores proveedores de neumáticos del segmento de equipo original. Es decir, abastecimiento directo a terminales. Sus cubiertas, de hecho, equipan a la mayoría de las pick-ups que se fabrican en el país: Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Nissan Frontier y Renault Alaskan.

Otro de sus objetivos era el mercado externo. La japonesa apuntaba a superar su récord de cubiertas exportadas en 2019 (1 millón), a mercados como los Estados Unidos, México, Brasil, Chile y Uruguay.