Empresa multinacional completa su salida de la Argentina: qué servicios ofrecía y quién se queda con el negocio
Una multinacional sueca se suma a la lista de compañías que armaron las valijas y dejaron el país definitivamente. Dos meses después de la venta de la mayoría de su operación, ahora se desprendió de un activo en el que invirtió u$s 15 millones. Qué hacía y quién manejará su operación
Otra multinacional se va definitivamente de la Argentina: la sueca Diaverum completó su salida del país. Se trata de uno de los principales proveedores de servicios de atención renal del mundo, que firmó un acuerdo para venderle la unidad de negocio que le quedaba en el mercado local a Avalian, compañía de seguros de salud privada argentina.
Así, le cederá su Instituto de Trasplantes y Alta Complejidad (ITAC), ubicado en Austria y Juncal, en Barrio Norte, en el que Diaverum había invertido más de u$s 15 millones cuando lo adquirió en 2008. El complejo cuenta con nueve plantas en una superficie de 4000 metros cuadrados, 50 camas y cuatro quirófanos.
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Avalian tomará el control total de ITAC con efecto inmediato, incluido su personal, considerando tanto al cuerpo médico y de enfermería así como al equipo directivo. Será responsable de la continuidad del tratamiento de los pacientes y la calidad de la atención que brindará. El monto de la operación no trascendió. Cordova Francos Abogados asesoró legalmente al vendedor en la transacción, mientras que Finanzas & Gestión lo asesoró financieramente.
Avalian pertenece a un grupo cooperativo de empresas con 100 años de trayectoria en la Argentina, conformado por Avalian -compañía de medicina prepaga- la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) -uno de los principales acreedores del concurso de la cerealera Vicentin, que forma parte del trío de compañías que busca entrar al capital accionario de la agroexportadora-, Grupo Asegurador La Segunda -aseguradora con más de 2 millones de afiliados-, Cooaveco Turismo -empresa de turismo local especialista en viajes técnicos y de capacitación agropecuaria-, y Fundación Nodos -entidad que tiene como misión contribuir a la formación de los miembros del grupo.
En su conjunto, el grupo tuvo una facturación anual superior a $ 851.000 millones y cuenta con más de 10.000 empleados. Con más de 45 años de trayectoria y 712 colaboradores, la firma de medicina privada posee 507 centros de atención, incluyendo una casa central y una sucursal en Rosario, además de 98 agencias cooperativas y 360 de terceros. Al cierre de junio de 2021, presentó una facturación anual de $ 11.800 millones y un patrimonio neto mayor a $ 3000 millones.
LA SALIDA DE DIAVERUM DEL PAÍS
Esta desinversión marca el final de las operaciones de Diaverum en el país. Con sede central en Estocolmo, la firma tiene 30 años de experiencia en la industria. En sus inicios, formó parte de Grupo Gambro, hasta que en 2007 la unidad de 'healthcare' del holding, a la que pertenecía, fue adquirida por Bridgepoint, su actual dueño, con el objetivo de ampliar el acceso a la atención renal de primer nivel. Así fue que cambió su nombre a Diaverum.
En julio, la empresa ya había acordado la venta de sus 31 clínicas de hemodiálisis que tenía en el territorio nacional. Los 16 centros ubicados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y los 15 distribuidos en el interior que pertenecían a su filial local pasaron a manos de la compañía argentina BASA, propiedad de Grupo Olmos. El monto de la transacción no trascendió.
"Diaverum firmó un acuerdo para ceder la totalidad de su negocio de cuidados renales en la Argentina, a través de la venta de todas sus acciones en Diaverum Argentina S.A.", aseguró la empresa sueca en un comunicado semanas atrás.
"El Grupo Olmos asumirá la plena operación de Diaverum Argentina con efecto inmediato, incluyendo sus 31 clínicas de diálisis, personal de las clínicas y equipo gerencial. Será responsable por la continuidad de los tratamientos y la calidad de los cuidados a los pacientes", amplió en ese entonces, y aclaró que la marca será desvinculada gradualmente en los próximos 12 meses.
BASA tiene 18 sanatorios, 10 policonsultorios y nueve centros de atención y tratamiento para personas con discapacidad en la Argentina. Integra el Grupo Olmos, holding con más de 20 años de experiencia y especializado en prestaciones de salud y medios de comunicación, con sus unidades de negocios Grupo Crónica, Evolución Seguros y Sofre Digital.
En tanto, Diaverum opera 430 clínicas de diálisis en más de 20 países de Europa, Europa del Este, América latina, Oceanía y Medio Oriente. Emplea a 11.000 trabajadores de forma directa a nivel global y atiende a 39.000 pacientes. Ofrece 6 millones de tratamientos al año, con una cartera de servicios que van desde la atención preventiva, la diálisis peritoneal y la atención domiciliaria hasta el manejo de comorbilidades y la realización de trasplantes.
En 2021, la sede local generó ventas por u$s 42 millones. Atendió a aproximadamente 3400 pacientes, con alrededor de 900 empleados en relación de dependencia. Según Diaverum, la enfermedad renal crónica afecta al 10% de la población adulta, causada, principalmente, por afecciones como la diabetes. La prevalencia está aumentando en el mundo, en particular en los países en vías de desarrollo.
Diaverum opera 430 clínicas de diálisis en más de 20 países.
De esta manera, crece la lista de grandes empresas que dejaron el país desde el comienzo de la pandemia. Aunque cada caso es distinto, hay un factor común a todos: cada vez es más complicado hacer negocios en un país de constante turbulencia financiera e incertidumbre económica como la Argentina.
Aunque la sangría comenzó a fin de 2019, tras las elecciones presidenciales y la creciente devaluación, se aceleró con la llegada del coronavirus. La crisis macroeconómica y la cuarentena extendida deterioraron las expectativas. Mientras que algunas dejaron del mercado nacional y mudaron parte de su producción a países de la región, otras colgaron el cartel de venta y transfirieron la operación a nuevos socios mayoritarios.