Confirman una nueva secuela de la cuarentena que afecta al cerebro y los médicos están asustados
Una reciente investigación científica confirmó un efecto desconocido de la cuarentena durante la pandemia de Covid-19 que afectó al cerebro.
Si bien la pandemia de Covid-19 ya se considera finalizada, los investigadores siguen descubriendo e investigando sus secuelas. Recientemente, un estudio de la Universidad de Washington encontró una nueva secuela que asombró y preocupó a los científicos: el cerebro de las niñas adolescentes maduró más rápido de lo normal durante el primer año de confinamiento.
Los investigadores pudieron confirmar la existencia de un fenómeno llamado adelgazamiento cortical. Es decir, la capa externa del cerebro se hizo más delgada de lo que se esperaría en esas edades.
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El impacto de la cuarentena durante el Covid-19 en el cerebro
El adelgazamiento del cerebro es completamente normal y ocurre durante la adolescencia y ocurre porque el órgano elimina conexiones que no necesita para volverse más eficiente y transitar hacia la adultez.
Lo que preocupa a los científicos fue la rapidez con la que sucedió durante el confinamiento. De hecho, las niñas experimentaron un adelgazamiento equivalente a 4.2 años más rápido de lo que deberían, mientras que en los niños el adelgazamiento fue de solo 1.4 años más de lo esperado.
La investigación encontró que las niñas, más que los niños, dependen de las interacciones sociales para lidiar con el estrés, como hablar con amigos sobre sus problemas o simplemente convivir. El aislamiento provocó que se acelere el proceso de maduración del cerebro. Patricia K. Kuhl, una de las autoras del estudio, mencionó un caso impactante: una niña de 14 años que participó en el estudio tenía un cerebro que parecía el de alguien de 18 años.
El estudio científico encontró que, en las niñas, las áreas responsables del reconocimiento de caras, el manejo de emociones y la comprensión del lenguaje fueron las más afectadas. Mientras que en los niños, el cambio más importante se vio en el procesamiento visual.
Las teorías alternativas hablan de que, en realidad, se generó una respuesta adaptativa del cerebro al estrés del confinamiento. Por lo que, en realidad, se estaría volviendo más resistente frente a situaciones de estrés prolongado.