Historia

La "superdroga" nazi que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial

Detrás del poder militar nazi se escondía un secreto: el consumo generalizado de metanfetaminas entre sus soldados.

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Detrás del formidable poderío militar nazi se ocultaba un oscuro secreto: el consumo generalizado de metanfetaminas entre sus soldados. 

Esta droga, conocida como "Pervitin", les permitía superar los límites físicos y mentales, combatiendo sin descanso y avanzando con una rapidez devastadora.

El "Pervitin" convertía a los soldados en máquinas de guerra. Les otorgaba la capacidad de marchar durante días sin dormir, combatir sin desfallecer y mantener una concentración férrea. Esto fortalecía la estrategia militar relámpago empleada por los nazis, conocida como Blitzkrieg.

Bajo el liderazgo de Adolf Hitler, las fuerzas militares consiguieron victorias fulminantes, como la rápida derrota de Polonia en tan solo 28 días, seguida de la conquista expedita de Bélgica, Luxemburgo y Francia en poco más de un mes.

La metanfetamina: el oscuro secreto del poderío nazi. Fuente: Shutterstock. 

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La metanfetamina que alimentó la máquina de guerra nazi

Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis emplearon una metanfetamina conocida como Pervitin.

Antes del inicio del conflicto, los científicos alemanes realizaron investigaciones sobre esta sustancia, incluso administrándola a estudiantes para evaluar su capacidad de mantenerse despiertos y rendir óptimamente en los exámenes. Además, durante la década de 1930, se vendía comercialmente como un "estimulante recreativo".

Durante la guerra, el Pervitin fue administrado tanto a las tropas en el frente como a los pilotos de la fuerza aérea alemana, conocida como "Luftwaffe", quienes tenían la tarea de bombardear objetivos británicos.

Los efectos de estas sustancias eran evidentes: se comentaba que los soldados alemanes podían continuar luchando y marchando durante un periodo de hasta 10 días sin dormir.

Un informe de la Oficina de Guerra de Gran Bretaña, citado por el historiador Nicolas Rasmussen en su artículo en The Journal of Interdisciplinary History en 2011, reveló que solo durante el periodo de abril a junio de 1940 se distribuyeron 35 millones de tabletas de Pervitin.

El Pervitin: combustible para la guerra relámpago nazi. Fuente: Shutterstock. 

Efectos del Pervitin en los soldados nazis

Efectos físicos

  • Aumento de la vigilia. Permitía que los soldados se mantuvieran despiertos durante largos períodos, incluso sin dormir durante días.
  • Resistencia física. Permitía a los soldados marchar y combatir durante más tiempo sin fatigarse.
  • Supresión del apetito. Permitía a los soldados concentrarse en sus tareas sin la distracción del hambre.
  • Euforia y agresividad. Inducía sensaciones de euforia y agresividad, que aumentaban la disposición para el combate.

Efectos psicológicos

  • Disminución de la inhibición. Disminuía las inhibiciones, lo que podía resultar en comportamientos impulsivos y violentos.
  • Ansiedad y paranoia. Podía inducir ansiedad, paranoia y alucinaciones.
  • Psicosis. En situaciones extremas, podía desencadenar episodios prolongados de psicosis.

Efectos secundarios

  • Adicción. Dependencia tanto física como psicológica de la sustancia.
  • Deterioro de la salud. Su uso prolongado tenía efectos perjudiciales en la salud física y mental de los soldados. 
  • Depresión. Después de suspender el consumo, los soldados podían experimentar síntomas de depresión.

La carrera armamentística de las anfetaminas: Benzedrina vs Pervitin

Al descubrir que los nazis empleaban Pervitin, los británicos encargaron a sus químicos el desarrollo de su propia "arma secreta". Esta fue denominada Benzedrina y se convirtió en una de las primeras anfetaminas documentadas.

Si bien no aliviaba la fatiga, tanto británicos como estadounidenses consumían la sustancia. Según Rasmussen, esto se atribuía a "su capacidad para influir en el estado de ánimo: incrementaba la agresividad y la confianza, y brindaba un impulso a la moral".

Se ha registrado que mientras los pilotos británicos recibían una dosis diaria de 10 miligramos de Benzedrina, los soldados de la 24ª Brigada de Tanques recibían el doble, es decir, 20 miligramos por día. 

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