La información sobre los gatos que pocos conocen: frutas y verduras que pueden comer, según expertos
Estos alimentos pueden ser una adición saludable a la dieta de los felinos.
Los gatos son criaturas conocidas por su exquisito paladar y sus selectivos gustos culinarios.
Sin embargo, más allá de su reputación como carnívoros exigentes, existe un aspecto poco explorado: ¿qué frutas y verduras pueden formar parte de su dieta?
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Gatos: ¿qué frutas y verduras pueden comer?
Según el sitio Experto Animal, las frutas y verduras son esenciales para la salud felina, ofreciendo vitaminas, minerales y fibra que mantienen la hidratación y previene problemas intestinales y urinarios.
Pero elegir sabiamente y controlar las porciones es clave para evitar molestias digestivas.
Frutas aptas para gatos:
- Fresas y arándanos: ricas en vitamina C y fibra, las fresas atraen por sus propiedades diuréticas. Los arándanos, con antioxidantes, previenen problemas urinarios.
- Melón y sandía: altos en agua, son refrescantes e hidratantes. Seguros en pequeñas cantidades.
- Manzanas: son astringentes y digestivas, eliminando las semillas.
- Melocotones: promueven la digestión y combaten los radicales libres.
- Peras: ricas en agua y fibra, ideales para la salud intestinal.
Verduras aptas para gatos:
- Zanahorias: son bajas en calorías, ricas en fibra y vitaminas.
- Guisantes y judías verdes: son energizantes y reguladores intestinales.
- Lechugas: tienen frescura y suman fibra.
- Boniatos y patatas: son verduras nutritivas, cocidas y sin piel.
- Brócoli: aportan vitaminas esenciales.
- Espinacas y acelgas: suman vitaminas, crudas o cocidas.
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¿Cómo deben comer las frutas y verduras los gatos?
Las frutas, ideales como premios, se ofrecen en pequeños trozos sin semillas ni huesos, cuidando la cantidad debido a su contenido de azúcares.
Otra opción creativa es utilizarlas en la elaboración de helados caseros para gatos, siempre ofrecidos ocasionalmente para mantener un equilibrio en la dieta felina.
En cuanto a las verduras, pueden servirse crudas, pero lo más común es cocinarlas para facilitar la digestión.
Ya sea hervidas, al vapor, al horno o a la plancha, se mezclan con carne o pescado para mejorar la absorción de los nutrientes, garantizando una alimentación balanceada y deliciosa para los felinos.