El cerebro sí puede rejuvenecer: científicos descubren cómo revertir los efectos del envejecimiento
Un estudio reciente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España descubrió que la estimulación ambiental juega un papel fundamental en la salud cerebral.
El envejecimiento inevitablemente deja marcas tanto físicas como en el funcionamiento cerebral. Sin embargo, investigadores del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) en Asturias, España, descubrieron que el cerebro tiene la notable capacidad de rejuvenecerse a nivel molecular.
Este estudio, publicado en Nature Communications, sugiere que las experiencias y estímulos que recibimos pueden tener un impacto profundo en la salud cerebral.
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Un "atlas molecular" del rejuvenecimiento cerebral
El estudio, liderado por el CSIC, se enfocó en analizar los cambios moleculares que ocurren en el hipocampo, una región crucial para la memoria y el aprendizaje, durante el envejecimiento y bajo la influencia de estímulos ambientales.
Para ello, los investigadores emplearon un grupo de ratones que durante varios meses habitaron un entorno enriquecido con gran diversidad de objetos, como juguetes, rampas y túneles. Este ambiente estimulante simulaba un estilo de vida activo tanto física como cognitivamente.
Cuando compararon los cerebros de los ratones que vivieron en este entorno enriquecido con aquellos que habitaron un espacio convencional, observaron diferencias significativas a nivel molecular.
En el hipocampo de los ratones expuestos a la estimulación, se evidenciaron patrones moleculares similares a los de cerebros más jóvenes, lo que sugiere un rejuvenecimiento molecular a nivel cerebral.
Implicaciones para el envejecimiento humano
Si bien el estudio se realizó en animales, los científicos sostienen que los resultados son altamente relevantes para los humanos.
Los cambios moleculares observados en los ratones se asocian con procesos epigenéticos, es decir, modificaciones químicas que no alteran la secuencia de ADN, pero sí influyen en la expresión de los genes.
Estos cambios epigenéticos pueden ser modulados por factores ambientales, incluyendo el estilo de vida.
En este sentido, el artículo sugiere que un estilo de vida activo, tanto física como cognitivamente, podría tener un impacto positivo en la salud cerebral a largo plazo, retrasando el deterioro cognitivo.
Además, sienta las bases para futuras investigaciones que exploren en los mecanismos moleculares por los cuales la estimulación ambiental física y cognitiva induce el rejuvenecimiento cerebral.