Astrónomos hallaron dos de las primeras estructuras que formaron la Vía Láctea
Un equipo de científicos ha realizado un hallazgo monumental: los precursores primigenios que dieron origen a nuestra galaxia.
La Vía Láctea no se formó de manera instantánea, sino que experimentó un proceso gradual que abarcó millones de años, surgiendo de la fusión y combinación de galaxias más pequeñas.
Recientemente, astrónomos han realizado un descubrimiento sin precedentes: identificar los precursores primigenios que contribuyeron a su construcción.
Estos restos corresponden a galaxias antiguas y más pequeñas que se fusionaron hace entre 12,000 millones de años, estableciendo los cimientos de lo que eventualmente se transformaría en nuestro hogar en el universo.
Los científicos han asignado los nombres Shakti y Shiva a estas antiguas estructuras. Estas indicaciones surgieron tras la integración de datos del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea y observaciones realizadas por el Sloan Digital Sky Survey.
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Los primeros bloques de la Vía Láctea: Shiva y Shakti
El Instituto Max Planck de Astronomía ha logrado un hito crucial: identificar los primeros bloques protogalácticos que dieron origen a la Vía Láctea.
Estos dos bloques, bautizados como Shiva y Shakti en honor a las deidades hindúes complementarias, son piezas fundamentales para comprender la formación de nuestra galaxia.
Los estudios sobre la composición de las estrellas en Shiva y Shakti revelan un dato fascinante: nuestra galaxia se formó a partir de la fusión de por lo menos dos galaxias enanas.
La fusión mencionada provocó una serie de colisiones cósmicas, siendo la más notable la que tuvo lugar con la estructura Gaia-Encélado hace unos 10,000 millones de años. Este evento fue fundamental en la formación de la estructura que finalmente dio origen a nuestro sistema solar y, por ende, tuvo un impacto significativo en la configuración de la Tierra.
No obstante, la formación de la Vía Láctea no se limitó únicamente a esta colisión. En realidad, se construyó a partir de una acumulación de pequeños "ladrillos cósmicos", como estrellas y gases, que se integraron en la protogalaxia en bloques más grandes a lo largo del tiempo.
Cartografiando el pasado de nuestra galaxia
Estos bloques cósmicos, cada uno con una masa equivalente a 10 millones de veces la del Sol, podrían desempeñar un papel crucial en el proceso de formación de nuestra galaxia.
Utilizando datos del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea y del Sloan Digital Sky Survey (SDSS), los astrónomos han logrado cartografiar estas antiguas estructuras.
Se estima que Shakti y Shiva se originaron hace entre 12.000 y 13.000 millones de años, antes de que la Vía Láctea adquiriera su forma actual con el disco y los brazos espirales.
Sin embargo, todavía se debe determinar si Shakti y Shiva son entidades independientes o si son fragmentos protogalácticos que se fusionaron con el transcurso del tiempo. Para dilucidar esta incógnita, se necesitan análisis espectroscópicos detallados y mediciones precisas de las estrellas que las componen.