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Luego de que una investigación periodística internacional al estilo de los Panama Papers revelara una filtración de datos de miles de cuentas del segundo mayor banco suizo, el Credit Suisse, el organismo de vigilancia financiera de Suiza aseguró hoy que está en contacto con esa entidad, la cual rechaza las acusaciones de infracción.
"Estamos al tanto de los artículos", dijo a Reuters un portavoz de la Autoridad Suiza de Supervisión del Mercado Financiero (Finma). "El cumplimiento de la normativa sobre el blanqueo de capitales ha sido uno de los objetivos de nuestras actividades de supervisión desde hace años", añadió Finma.

Se trata de los Suisse Secrets, una investigación que encabezaron el diario alemán Sueddeutsche Zeitung y el "Proyecto de información sobre la delincuencia organizada y la corrupción", con otras 46 organizaciones de noticias en base a los datos que aportó un confidente sobre cuentas de políticos corruptos, espías, empresarios, violadores de DDHH, delincuentes y dictadores, en el Credit Suisse entre 1940 y 2010.
EL SECRETO BANCARIO O LA LIBERTAD DE PRENSA
¿El secreto bancario vale más que la libertad de prensa? Así tituló hoy el Sueddeutsche Zeitung -cuyo nombre traducido es Diario del Sur Alemán, zona que a su vez limita con Suiza- una de las tantas notas que desplegó sobre los Suisse Secrets.

El diario alertó que en Suiza hay leyes que amparan a los clientes bancarios en Suiza, incluso frente a investigaciones periodísticas. Y que por eso ahora los periodistas que avanzaron con esta investigación podrían ir a la cárcel si son acusados de "traición".
El artículo 47 de la Ley Bancaria suiza restringe masivamente el trabajo de los periodistas en la evaluación de datos secretos. Tras la publicación del informe, los socialdemócratas reclamaron un cambio en la legislación mientras que asocaciones de periodistas y medios advirtieron de una restricción a la libertad de prensa.
"facilitador profesional de delitos financieros"
No se puede confiar en que los bancos se vigilen a sí mismos, criticó Transparencia Internacional y en una declaración, calificó hoy al Credit Suisse de "facilitador profesional de delitos financieros" y pidió a los gobiernos de todo el mundo que tomen medidas decisivas contra este tipo de comportamiento.
"Las investigaciones de los Suisse Secrets demuestran una vez más que no se puede confiar en que los bancos se vigilen a sí mismos. El público está cansado de escuchar cómo los bancos ayudan a los funcionarios corruptos de todo el mundo a blanquear su dinero, y cómo lo harán mejor la próxima vez", dijo Maíra Martini, experta en blanqueo de capitales de la organización.
LA SORPRESA DE joseph stiglitz
En su reacción a los Suisse Secrets, el economista estadounidense y premio Nobel Joseph Stiglitz se sorprendió por la densidad de clientes problemáticos en los datos filtrados. Y cuestionó: "¿qué veríamos entonces sólo si la ventana (por filtración) del banco hubiera sido más grande?".

Stiglitz también abordó la eficacia del secreto bancario suizo. "Los secretos de Suiza confirman lo que los expertos llevan tiempo advirtiendo: Suiza ha aceptado el intercambio automático de información principalmente con otros países industrializados, pero no con países más pobres". La cleptocracia y la corrupción podrían seguir floreciendo allí, advierte Stiglitz.
PERO LA PRENSA SUIZA NO SE SORPRENDIÓ
La que no pareció sorprenderse fue la prensa suiza, que ya lleva reportando una serie de escándalos de gestión de riesgos del Credit Suisse y una pérdida de 1600 millones de francos suizos en 2021.
"Credit Suisse no se libra de nada en este momento", fue el comentario casi compasivo del periódico de negocios Neue Zürcher Zeitung, el cual también reveló otros escándalos del banco en el pasado. Le Temps de Ginebra se limitó a hablar de un "nuevo escándalo".
The New York Times cifró que los datos filtrados abarcaban más de 18.000 cuentas con más de 100.000 millones de dólares.
CÓMO ARGUMENTOS ESGRIME CREDIT SUISSE
Anoche, el banco en cuestión salió a desmentir las versiones. "Credit Suisse rechaza enérgicamente las acusaciones e insinuaciones sobre las supuestas prácticas comerciales del banco", indicó en un comunicado.
Y apeló a lo pasado, pisado. "Los asuntos presentados son predominantemente históricos (...) y los relatos de estos asuntos se basan en información parcial, inexacta o selectiva sacada de contexto, lo que da lugar a interpretaciones tendenciosas de la conducta empresarial del banco".
Credit Suisse dijo que había recibido "numerosas consultas" del consorcio en las últimas tres semanas y revisó muchas de las cuentas en cuestión."Aproximadamente, el 90% de las cuentas revisadas están hoy cerradas o estaban en proceso de cierre antes de recibir las consultas de la prensa, de las cuales más del 60% fueron cerradas antes de 2015", insistió.
"De las cuentas activas restantes, nos sentimos cómodos de que se hayan tomado las debidas diligencias, revisiones y otros pasos relacionados con el control en línea con nuestro marco actual. Seguiremos analizando los asuntos y tomando medidas adicionales si es necesario", agregó.














