

Lejos de calmarse, la tensión en el Báltico alcanzó un nuevo nivel luego de que Rusia iniciara sus ejercicios militares conjuntos en Bielorrusia, con actividades cerca de la frontera con Ucrania. También está haciendo ejercicios navales en el Mar Negro.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el objetivo es que las tropas (la OTAN estima que hay alrededor de 30.000 soldados rusos en Bielorrusia) puedan "ejercitarse en la tarea de atajar y repeler una agresión externa con una operación defensiva, hacer frente al terrorismo y defender los intereses del Estado de la Unión", citó Sputnik.
Se prevé que los ejercicios -bajo el nombre Resolución Aliada 2022- terminen el 20 próximo febrero.
El primer ministro Boris Johnson comentó que la inteligencia británica se mantiene pesimista en relación a la evolución del conflicto, aunque dijo que él personalmente no creía que Rusia haya tomado una decisión sobre una eventual invasión a Ucrania. "Pero eso no significa que sea imposible que pueda suceder algo absolutamente desastroso muy pronto, sin duda", alertó durante una conferencia con Jens Soltenberg, secretario general de la OTAN.
Johnson dijo que este es "probablemente el momento más peligroso" de la crisis entre Rusia y Ucrania. "Diría que en el transcurso de los próximos días, en lacrisis de seguridad más grande que ha enfrentado Europa en varias décadas, tenemos que hacer las cosas bien. Creo que la combinación de sanciones y resolución militar, más diplomacia, es lo que se necesita", agregó.
En Moscú, la secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, le advirtió a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, que habría duras sanciones si Ucrania es atacada. Del otro lado, Lavrov dijo que estaba "decepcionado" y agregó: "Tenemos una conversación entre una persona muda y una otra sorda. Es como si escucháramos, pero no oyéramos".
Más tarde, la oficina de Relaciones Exteriores británica dio a conocer un nuevo marco regulatorio que entrará en vigencia el próximo viernes y le permitirá al Reino Unido imponer sanciones más fuertes sobre Rusia. "El Reino Unido puede ahora sancionar no sólo a los vinculados directamente a la desestabilización de Ucrania, sino también a las entidades afiliadas al gobierno de Rusia y a las empresas de importancia económica y estratégica para el Gobierno ruso, así como a sus propietarios, directores y administradores", explicó el ministerio en un comunicado.
Mientras tanto, Estados Unidos advirtió que Rusiacontinúa aumentando su actividad militar en torno a la frontera ucraniana, a pesar de los esfuerzos diplomáticos para desactivar la crisis, especialmente la reunión de cinco horas entre Vladimir Putin y el presidente francés Emmanuel Macron.
"Seguimos viendo, incluso en las últimas 24 horas, el flujo de capacidades adicionales desde otros lugares de Rusia hacia esa frontera con Ucrania y Bielorrusia", dijo John Kirby, vocero del Pentágono. "Los números siguen creciendo. Mantenemos que está por encima de los 100.000 [efectivos] con seguridad. Y sigue aumentando esa capacidad. También vemos indicios de que hay grupos tácticos de batallones adicionales en camino", añadió.
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, fue tajante: "Están tomando medidas de escalada, no de desescalada. Esperamos que esto cambie".
Por otra parte, en Berlín el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que Rusia no debería subestimar la resolución de Occidente de responder ante una eventual escalada de la agresión, aunque aseguró que el objetivo es "evitar una guerra en Europa". La capital alemana es sede de las conversaciones del Cuarteto de Normandía, integrado por Rusia, Francia, Alemania y Ucrania, que busca intermediar en el conflicto.












