Lejos de calmarse, la tensión entre Rusia y Ucrania escaló a un nuevo nivel luego de que Vladimir Putin decidiera reconocer la independencia de las dos regiones separatistas de Ucrania, las repúblicas populares de Donbás (RPD) y Lugansk (RPL), reavivando los temores de Occidente de una invasión inminente a Kiev.
"A aquellos que se apoderaron y mantienen el poder en Kiev, les exigimos inmediatamente terminar las hostilidades. De lo contrario, la responsabilidad del posible derramamiento de sangre caerá en su totalidad sobre el régimen gobernante en Ucrania", subrayó Putin en su mensaje al país, citado por Sputnik.
El aumento de la tensión en la frontera reaviva los temores de Estados Unidos y la OTAN que habían dicho que Rusia podría estar preparando un pretexto o una operación de bandera falsa para invadir a Ucrania.
En este sentido, el gesto de Putin reduce las opciones diplomáticas para evitar la guerra, ya que supone un rechazo explícito a un alto el fuego obtenido con la mediación de Francia y Alemania. De hecho, el lunes por la noche Putin le anticipó a sus pares, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, un intención de reconocer ambas regiones.
Los líderes europeos "expresaron su decepción", pero mostraron voluntad de continuar los contactos, según un comunicado del Kremlin.
También pone en riesgo un intento de última hora por parte del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de organizar una cumbre con el líder ruso para evitar un avance sobre Ucrania. La Casa Blanca dijo que Biden había aceptado la reunión "en principio", pero sólo si no se produce una invasión. El Kremlin, por su parte, había bajado las expectativas de que tal cumbre llegara a producirse.
Los jefes de la Unión Europea condenaron la decisión de Putin y dijeron que responderán con "sanciones contra los implicados en este acto ilegal".
Ursula von der Leyen y Charles Michel dijeron en una declaración conjunta que la medida de Putin era "una violación flagrante del derecho internacional, así como de los acuerdos de Minsk", en referencia al acuerdo en el que Rusia había reconocido a las dos regiones como parte deUcrania.
Sin embargo, cualquier sanción tendría que ser adoptada por unanimidad y el bloque aún tiene que acordar qué medidas específicas tomar en respuesta.
Al cierre de esta edición, la Casa Blanca planeaba prohibir las inversiones, comercio y financiamiento estadounidense en las regiones.
Washington dice que Rusia ha concentrado una fuerza de entre 169.000 y 190.000 soldados en la región, incluidos los rebeldes de las regiones escindidas, y que podría invadirla en pocos días. De hecho, Biden dijo que Putin ya ha tomado la decisión de atacar a Ucrania.
Rusia ha descartado sistemáticamente cualquier plan de atacar a su vecino, pero ha amenazado con una acción "técnico-militar" no especificada, a menos que reciba amplias garantías de seguridad, incluida la promesa de que Ucrania nunca entrará en la OTAN y de que la alianza militar no seguirá expandiéndose hacia el este.
Más temprano, Rusia informó que había asesinado a cinco soldados ucranianos -"saboteadores", según dijo el Kremlin- que entraron en su territorio. La información fue desmentida por Ucrania. De confirmarse, sería el primer choque directo entre tropas rusas y ucranianas desde el comienzo del conflicto.
Los mercados financieros se desplomaron ante las señales de una mayor confrontación.













