El canciller cubano Bruno Rodríguez expresó hoy "la firme voluntad de Cuba de avanzar hacia la normalización de relaciones con los Estados Unidos", poco antes de que la Asamblea General de la ONU votara, como todos los años desde 1991, por el levantamiento del embargo impuesto por Washington a la isla.

Rodríguez propuso una "agenda para un diálogo bilateral" entre Washington y La Habana y dijo que el presidente reelegido Barack Obama tiene "la oportunidad de iniciar una nueva política" hacia Cuba.

La resolución sobre el embargo presentada por Cuba obtuvo 188 votos a favor, dos más que el año pasado. Estados Unidos, Palau e Israel votaron en contra de la resolución, mientras que las islas Marshall y Micronesia se abstuvieron.

La Asamblea General está integrada por 193 países. El organismo condena las sanciones estadounidenses contra el país caribeño desde hace más de dos décadas, en un ejercicio repetitivo, pero cargado de simbolismo.

En La Habana la votación fue precedida como cada año por presentaciones de libros, conferencias y la entrega del informe a medios de prensa y según el cual la pequeña isla del Caribe a lo largo de estos 50 años de sanciones --el embargo fue impuesto en 1962-- perdió a precios corrientes 108.000 millones de dólares.

La televisión cubana transmitió en su noticiero el discurso de Rodríguez y algunos de los fragmentos de las naciones que apoyaron la condena presentada por la isla, mientras los locutores se manifestaron satisfechos del resultado.

Obama repitió decenas de veces durante su campaña electoral que él continúa siendo "el presidente del cambio" y que "seguirá adelante", dijo Rodríguez.

El diplomático ofreció a Estados Unidos la posibilidad de cooperar en áreas de interés mutuo, como narcotráfico, terrorismo, tráfico de personas, y la completa regularización de las relaciones migratorias.

"Proponemos también retomar las conversaciones, unilateralmente suspendidas por la contraparte, sobre temas migratorios y para el restablecimiento del correo postal", señaló.

A su vez pidió, además del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, la exclusión de Cuba de la lista de países terroristas, la compensación por daños económicos y humanos y la devolución del territorio ocupado por la base naval de Guantánamo.