Con la llegada de las fiestas de fin de año el debate sobre el uso de la pirotecnia durante Navidad y Año Nuevo vuelve a instalarse en la sociedad.
En este sentido, el Gobierno de la ciudad turística más importante del país prohibió el uso de fuegos artificiales en Nochebuena y anunció multas millonarias para quienes incumplan la ley.
Prohibieron el uso de pirotecnia en Navidad y aplicarán multas gigantescas
A través de la Ordenanza 676-CM-96, el Gobierno municipal de San Carlos de Bariloche lanzó un fuerte mensaje de cara a las celebraciones de fin de año al anunciar que queda completamente prohibido el uso y la comercialización de pirotecnia en todo el territorio de dicha jurisdicción.
Por su parte, la disposición vuelve a ponerse en el centro de la escena a pocos días de Navidad y busca evitar accidentes, daños ambientales y situaciones de estrés tanto en personas como en animales.
Asimismo, y según informaron desde el Concejo Municipal, el objetivo es reforzar el cumplimiento de una normativa que existe hace años, pero que vuelve a difundirse para garantizar unas fiestas más seguras y responsables.
¿De cuánto serán las multas por usar pirotecnia en Navidad?
En este aspecto, para las celebraciones de fin de año se aplicarán multas por incumplir la ordenanza, las cuales tendrán un elevado costo, especialmente para negocios que vendan o distribuyan pirotecnia.
Dentro del artículo 49 de la Ordenanza 676-CM-96, las multas por la tenencia ilegal de pirotecnia van desde los $227.903 hasta los $4.546.870.
¿Por qué se prohibió la pirotecnia en Bariloche?
Las autoridades locales explicaron que el uso de fuegos artificiales produce consecuencias negativas que se repiten cada fin de año. Por un lado, afectan a personas con hipersensibilidad auditiva, entre ellas niños, adultos mayores y personas dentro del espectro autista, que suelen experimentar crisis por el estruendo.
Asimismo, detallaron que la disposición está orientada a cuidar a los animales domésticos y la fauna silvestre, que sufren altos niveles de estrés, desorientación y taquicardia, lo que puede derivar en accidentes o incluso en la pérdida de mascotas que escapan por miedo.
A esto se suman otros riesgos como incendios forestales, contaminación ambiental y lesiones por mala manipulación, lo cual puede causar quemaduras o explosiones severas.