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¿Alguna vez te preguntaste qué ocurre en tu cerebro cuando te encontrás simplemente relajado en el sillón, haciendo absolutamente nada? Los neurocientíficos descubrieron la actividad sorprendente que se desencadena en tu mente durante estos momentos de aparente inactividad.

Resulta que cuando estás tranquilamente sentado, tu cerebro está lejos de estar en reposo total. ¿Querés ver qué dicen los expertos sobre estas actividades cerebrales?

En las últimas dos décadas, se ha definido lo que se conoce como la red por defecto del cerebro, un conjunto de áreas cerebrales aparentemente no relacionadas entre sí, que se activan precisamente cuando no estamos haciendo mucho, o mejor dicho, cuando estamos relajados en el sillón.

Descubriendo la red por defecto del cerebro: qué sucede en nuestra mente cuando estamos tirados en el sillón

A finales del siglo XX, los neurocientíficos comenzaron a emplear técnicas novedosas de imagen para observar el cerebro de las personas mientras realizaban tareas dentro de máquinas de escaneo.

Se ha definido la red por defecto del cerebro, que se activa durante momentos de reposo. (Fuente: Unsplash)
Se ha definido la red por defecto del cerebro, que se activa durante momentos de reposo. (Fuente: Unsplash)

Cuando los participantes de investigaciones se enfocaban en realizar tareas específicas dentro de los escáneres, ciertas áreas del cerebro mostraban la esperada actividad intensa. Pero lo que captó la atención de los científicos fue el descubrimiento paralelo: otras regiones disminuían su actividad de manera simultánea.

Este fenómeno presentó un patrón consistente que intrigó a los expertos: independientemente de la tarea, determinadas áreas cerebrales reducían su actividad. Esto sugería que, en momentos de concentración externa, ciertas regiones preferían tomar un paso atrás.

Las áreas que mostraban esta disminución de actividad fueron etiquetadas como "negativas a la tarea". Marcus Raichle, neurólogo de la Universidad de Washington en St. Louis, tomó la delantera en explorar su función, enfrentándose a la pregunta de cómo actúa el cerebro en su estado natural, sin tareas específicas que realizar.

En uno de sus experimentos, Raichle invitó a los participantes a relajarse y divagar mentalmente sin un foco de atención, para así medir su actividad cerebral en estado de reposo.

El consumo de energía de la red por defecto es mayor durante el descanso que durante tareas dirigidas. (Fuente: Unsplash)
El consumo de energía de la red por defecto es mayor durante el descanso que durante tareas dirigidas. (Fuente: Unsplash)

Los hallazgos fueron significativos. Durante estos períodos de reflexión interna, las áreas del cerebro denominadas "negativas a la tarea" se activaban, y además consumían más energía que en períodos de actividad dirigida.

Raichle denominó este fenómeno como "el modo por defecto del funcionamiento cerebral" en 2001, proporcionando una perspectiva novedosa sobre la naturaleza del cerebro en reposo.

La consolidación de este descubrimiento llegó en 2003, cuando un equipo de la Universidad de Stanford, utilizando tecnología de imagen cerebral de alta resolución, delineó una red de regiones cerebrales que interactuaban de manera coherente durante estos estados de reposo, conocida como la red por defecto del cerebro.

Este avance no solo cambió la forma en que entendemos lo que ocurre en nuestro cerebro durante los momentos de pausa, sino que también destacó la importancia de estos periodos para nuestra salud mental y autoconocimiento.

Problemas mentales relacionados con la red por defecto del cerebro

La identificación de la red por defecto del cerebro ha sido un verdadero detonante de curiosidad entre la comunidad científica, abriendo interrogantes sobre lo que realmente hace nuestro cerebro en los momentos en los que no está enfocado en tareas externas.

El cerebro procesa el mundo interno y externo de manera compleja, incluso en momentos de ocio. (Fuente: Unsplash)
El cerebro procesa el mundo interno y externo de manera compleja, incluso en momentos de ocio. (Fuente: Unsplash)

Inicialmente, algunos investigadores consideraron que la función principal de esta red era facilitar nuestras experiencias de divagación mental o ensueño diurno. Sin embargo, esta teoría apenas rasca la superficie de un abanico mucho más amplio de posibilidades.

La especulación sobre las funciones de la red por defecto del cerebro abarca desde el control de flujos de conciencia hasta la activación de recuerdos de experiencias pasadas.

La red por defecto del cerebro podría estar relacionada con la introspección y el autoconocimiento. (Fuente: Unsplash)
La red por defecto del cerebro podría estar relacionada con la introspección y el autoconocimiento. (Fuente: Unsplash)

Más intrigante aún, se ha sugerido que disfunciones en esta red podrían estar vinculadas a una amplia gama de trastornos psiquiátricos y neurológicos:

  • Depresión: alteraciones en la red pueden influir en cómo las personas experimentan la tristeza o la falta de motivación.

  • Esquizofrenia: posibles conexiones con la manera en que se procesan las experiencias y percepciones del entorno.

  • Enfermedad de Alzheimer: la disfunción en esta red puede estar relacionada con los problemas de memoria y cognición asociados a esta condición.

Lucina Uddin, neurocientífica de la Universidad de California en Los Ángeles, destaca la diversidad de tareas y paradigmas que, en los últimos veinte años, han demostrado involucrar a la red por defecto del cerebro.

Este cuerpo de investigación sugiere que la red es fundamental para procesos internos como la reflexión o la memoria, como así también juega un papel clave en cómo interactuamos con el mundo que nos rodea y cómo procesamos nuestro lugar en él.