El trade electoral hace referencia a las apuestas del mercado previo al inicio del ciclo electoral. Los inversores apuestan a un ganador en las elecciones y a partir de ello, compran o venden bonos y acciones.
Existieron casos muy positivos para los activos como en 2013 a 2015 y muy negativos como el ocurrido desde 2018 a 2019.
A su vez, los analistas del mercado ven valor en la deuda gracias a los bajos precios de los bonos.
Comentario de Máximo y rueda llamativa
La buena dinámica en los Globales en el día de ayer llamó poderosamente la atención.
Los bonos emergentes operaron a la baja, cayendo 1%, mientras que la deuda local subió más de 6%, haciendo colapsar al riesgo país 5% hasta los 2544 puntos, siendo el nivel más bajo desde el 23 de septiembre.
El rally se potenció una vez que Máximo Kirchner sostuvo que su madre, Cristina Fernández de Kirchner, y actual vicepresidente, no sería candidata a presidente en las próximas elecciones.
Esto desató cierta euforia de corto plazo en el mercado y los Globales se dispararon.
Los Globales del tramo corto y medio subieron hasta 6% mientras que los del tramo más largo ganaron hasta 7,5%, como en el caso del Global 2046.
La sospecha de los operadores del mercado es que la suba se debió a una cuestión 100% política interna más bien relacionada con el eventual inicio de un trade electoral.
En el día de hoy, los Globales extienden las subas con ganancias de 1% en promedio en la curva y con avances de hasta 11% en la última semana.

A la hora de explicar las causas del rally, desde Delphos Investment sostuvieron que muchas pueden ser las razones detrás de este comportamiento, comenzando por un mejor contexto global en materia de tasas de interés.
Sin embargo, advierten que esa razón por sí sola no alcanza, con lo cual creen que pudo también actuar como disparador el comentario de Máximo Kirchner indicando que su madre no tendría intenciones de disputar la presidencia.
"Este comentario va en línea con movimientos recientes que indicarían que importantes dirigentes del gobierno nacional se vuelven a sus distritos para intentar retener el "pago chico. Incluso Máximo Kirchner dejó entrever que el actual Presidente podría intentar buscar su reelección, lo que implicaría una estrategia de sacrificar la Nación para retener las provincias y municipios", dijeron desde Delphos.
Qué es el trade electoral
Cuando se habla de un trade electoral se hace referencia a que los inversores apuestan a que los activos puedan llegar a tener una dinámica hacia adelante en función del resultado de las elecciones que están por venir.
Dado que el mercado se anticipa, el trade electoral comienza meses antes de que inicie el periodo de elecciones y mucho antes respecto de que se lleven a cabo las elecciones.
Siempre el mercado suele tener su candidato favorito y uno que no, ya que las políticas económicas que podrían implementar un candidato u otro pueden favorecer o perjudicar (a la vista del mercado) la dinámica macroeconómica y por lo tanto, el futuro de los activos.
En las últimas elecciones existieron varios trades electorales.
El más ganador de ellos fue el que se evidenció desde las elecciones legislativas en 2013.
En aquel momento, Sergio Massa ganó las elecciones y le quitó la posibilidad al kirchnerismo de avanzar en una eventual reforma constitucional para lograr un tercer mandato.
Asi, el mercado se entusiasmó con el fin del ciclo y tanto las acciones como los bonos se dispararon.
Los bonos pasaron de operar con paridades debajo de 80% a operar a paridades de 110% hasta las elecciones de 2015.
El S&P Merval en dólares pasó de u$s 300 a u$s 900 entre 2013 y 2015.
En cambio, el trade electoral más ruinoso para el mercado fue el de 2018 y 2019.
El mercado percibió que el kirchnerismo podría volver al poder ya que la inflación y la crisis económica durante el gobierno de Macri complicaban las chances de una reelección.
En medio de una corrida cambiaria desde 2018, cuanto más subía el dólar, más pesimismo había en la sociedad y más crecía las chances del kirhnerismo de volver al poder.
El mercado se asustaba de tal posibilidad, tornándose más cauteloso, haciendo subir más al dólar y al riesgo país, entrando así en un círculo vicioso que Macri nunca pudo salir.
El trade electoral y el aumento de la popularidad del kirchnerismo tuvieron un impacto letal sobre los bonos, que pasaron de operar con paridades de 100% hasta 40% una vez que terminó el periodo electoral en la segunda vuelta de 2019.
A causa del temor que generaba el regreso del kirchnerismo y de su victoria en la segunda vuelta, el S&P Merval pasó de niveles de u$s 1200 hasta los u$s 400 tras el ciclo de trade electoral entre 2018 y 2019.

El resultado en los activos que deja el trade electoral claramente es dispar y no se puede evidenciar un patrón en los precios, ya que el mismo dependerá del resultado de las elecciones y del shock que genere el mismo en base a las expectativas previas.
En ese sentido, Adrían Yarde Buller, economista jefe y estratega de Facimex Valores, detalla que cada experiencia fue diferente.
Por un lado, Yarde Buller remarca que, entre los años electorales en los que el mercado cerró positivo, hubo casos donde las PASO marcaron el inicio de un rally ininterrumpido (2013), otros donde hubo subas fueron moderadas concentradas entre agosto y octubre (2017-21) y otros en los que el mercado recién despegó después del ballotage (2015).
Por otro lado, el especialista agrega que, en cuanto a los años electorales que fueron negativos para el mercado, algunos mostraron una baja moderada que se consolidó a fin de año (2005), otros marcaron un retroceso gradual y continuo (2007-11) y uno mostró un fuerte shock con una caída de casi 50% en un solo día (2019).

Oportunidades de inversión
El debate sobre si se inició el trade electoral está plantado en el mercado.
Sin embargo, más allá del trade electoral, analistas ven que hay valor en la deuda local dado el fuerte castigo con el que operan.
El precio de los precios actuales de los bonos tiene incorporado un elevado nivel de pesimismo sobre el futuro de la deuda y de un evento default, así como también de la eventual quita dentro de un canje de deuda.
El hecho de que las paridades de los bonos se ubiquen en niveles de 20%, que las tasas de la deuda argentina estén por encima del 45% y con la curva fuertemente invertida, son todos reflejos que dan cuenta que el mercado está muy pesimista sobre la capacidad y/o voluntad de pago del Gobierno respecto de sus compromisos financieros.
Es decir, hoy en día los bonos argentinos muestran retornos históricamente altos gracias a que el mercado sospecha que hay elevados riesgos crediticios alrededor de la deuda.
En paralelo, los bonos siguen operando en zona de mínimos históricos, aun pese a la recuperación reciente.
De esta manera, analistas ven que los Globales podrían ser una oportunidad para aquellos inversores con perfiles agresivos.
En cuanto a trade dentro de la curva, analizando ratios de precios desde el canje, Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, considera que las mejores opciones dentro de la curva son GD35 y GD41.
Según sus cálculos, mirando hacia una eventual reestructuración en 2024 y pensando en un valor presente neto de los nuevos bonos a entregar de 30 dólares, los Globales cortos a 2029 y 2030 ofrecerían retornos de entre 50% y 80 por ciento.
El tramo medio, en tanto, otorgaría ganancias cercanas al 120%, similar a los Globales a 2041 y 2046 que otorgarían ganancias de entre 120% a 150% por ciento.
Según el ejercicio de Juan Manuel Franco, si el valor presente neto de los nuevos bonos a entregar de cara a la próxima reestructuración en 2024 fuera de u$s 40, las mayores ganancias se observarían en el Global 2041 y Global 2035, con rendimientos cercanos al 250% y 200% respectivamente.

Finalmente, Pedro Siaba Serrate, head de research de PPI, agrega que, agregando el condimento de un cambio de Gobierno, la estrategia de comprar bonos en dólares para un inversor agresivo a estos precios luce atractiva, aunque debiendo esperar altos niveles de volatilidad
"Cabe destacar que el deterioro macroeconómico, la lejanía de las primeras señales políticas relevantes y la debilidad del escenario emergente no deja exentos a los bonos de exhibir nuevos tropiezos. En definitiva, esperamos una gran volatilidad por delante", advirtió.
Dicho esto, Siaba Serrate ve al Global 2035 (GD35) como una buena alternativa para el jugador agresivo que quiera llevar a cabo esta estrategia.

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