Volatilidad china: por qué las acciones suben y bajan de forma vertiginosa
La volatilidad en las acciones chinas se han disparado por cuestiones domésticas y globales. La renta variable del gigante asiático sufrió una caída estrepitosa, regresando a niveles de 2016.
La volatilidad en el mercado accionario chino está al tope y eso genera tensiones en el resto de los mercados globales. El desplome en las tecnológicas de ese país provocó un efecto arrastre y también un selloff en el resto de acciones tecnológicas en Wall Street.
Las acciones chinas han ampliado las pérdidas, hasta mínimos de 2016, en los últimos días. Las causas de la caída y mayor volatilidad se deben a varias cuestiones.
Por un lado, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y el respectivo rally en el petróleo y gas provocó un empeoramiento en las perspectivas para las acciones chinas dado que al país asiático se le encareció el costo de la energía.
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China es uno de los países que más petróleo y energía importa en el mundo, por lo que el rally en dichos insumos complicó a las perspectivas para las acciones.
En relación a este tema, también creció la preocupación respecto a sanciones que podría aplicar Estados Unidos a China en caso de favorecer a Rusia en el conflicto. Esa presunción terminó desplomando a los principales sectores del país.
Por otro lado, el resurgimiento del Covid también generó preocupación en el mercado ya que el Gobierno tuvo que imponer una nueva cuarentena a importantes ciudades chinas, lo cual termina impactando negativamente en la economía.
Maggie Zheng, Fund Manager de acciones chinas de Schroders advirtió que la política de cero covid de China y su impacto en la demanda interna y la confianza del consumidor siguen siendo obstáculos clave.
"La eficacia aparentemente más débil de las vacunas chinas y los bajos niveles de inmunidad significan que es probable que continúen las estrictas políticas actuales. Con las fronteras cerradas, cualquier recuperación del consumo deberá ser respaldada por el mercado interno por ahora", sostuvo.
Además, esta semana, el banco de inversión JP Morgan Chase recomendó no invertir en hasta 28 empresas chinas, principalmente tecnológicas, debido a las regulaciones vigentes en el país.
Adicionalmente, las acciones chinas se han enfrentado a un contexto adverso ante los riesgos de que las mismas sean des-listadas de Wall Street, en medio de represalias de EE.UU. hacia China en cuestiones regulatorias.
El nerviosismo de los inversores hizo que, durante la semana pasada, una medida de volatilidad de 10 días para el índice Nasdaq Golden Dragon China se disparara al nivel más alto desde al menos 2001.
Si bien el sentimiento ha disminuido con los estrategas de Credit Suisse AG y HSBC Holdings Plc recomendando a los inversores a buscan acciones para comprar después de que Beijing prometió mantener estables los mercados bursátiles, los comerciantes aún pueden estar nerviosos.
Fuerte rebote
El alivio vino luego de que el Gobierno chino anunció que aplicará nuevas medidas para favorecer la confianza en el mercado bursátil.
Precisamente, fue el vicepresidente del gobierno chino y principal asesor económico, Liu He, quien afirmó que Beijing tomaría medidas sustanciales para impulsar la economía en el primer trimestre, al mismo tiempo que introduciría políticas favorables al mercado.
Pese al rebote del miércoles, las dudas persisten en las acciones chinas. Esa incertidumbre quedó reflejada en el hecho que el ETF de China (FXI) acumula una caída del 43% desde su máximo de comienzo de 2021. Y con el ajuste actual, el índice opera en su menor nivel desde 2016.
Manuel Carpintero, head portfolio manager de Nash Inversiones, cree que la baja en las acciones chinas se asemeja al "bear market" del Nasdaq en las puntocom.
"El ajuste en valuaciones de Cedear chinos fue brutal, sobre todo en las tecnológicas. El drawdown es comparable al de la crisis de las puntocom en EE.UU. Creemos que a estos valores hay oportunidades para perfiles que toleren riesgo alto en carteras", dijo.
Lo cierto es que la gran mayoría de las acciones chinas enfrentan un contexto extremadamente adverso.
Las acciones de Alibaba pierden 64% de su valor desde los máximos de 2021. Bidu, por su parte, cae 54%, y JD pierde 44%. Otros casos, como Didi, Nio o Tencent muestran pérdidas de entre 43% y hasta 82% durante el mismo período.
Daiana Olivera, estratega de Cohen, cree que el rebote reciente en las acciones chinas va a continuar.
"Creo que el avance va a seguir. Más que nada porque el sector tecnológico venía muy retrasado por las restricciones del gobierno sumado a que el mercado proyectaba sanciones sobre China en caso de que favoreciera a Rusia. Las principales caídas de Alibaba y JD.com no fueron tanto por datos empresariales sino más por las restricciones del país. Todavía vienen retrasadas. Alibaba con la suba reciente, todavía cae 20% y JD 11% en lo que va del año", dijo Olivera.
Economía china
La economía china viene enfrentando un viento de frente en los últimos meses debido a la desaceleración que provocó el coronavirus, junto con los precios más altos de las materias primas y la suba de tasas de los bancos centrales.
En este contexto, el mercado estuvo ajustando a la baja las expectativas de crecimiento económico del gigante asiático.
David Rees, senior Emerging Markets Economist de Schroders, remarcó que su mejor escenario para el PBI de China es que crecerá alrededor de un 4,6% este año, con una cierta recuperación de hasta el 5% en 2023.
"Nuestro indicador de actividad interna, que combina datos mensuales de actividad y comercio para medir el ritmo de crecimiento oficial del PBI, sugiere que el crecimiento económico general repuntó a alrededor del 6% interanual en los dos primeros meses de este año. Por encima del 4% interanual en el cuarto trimestre del año pasado", afirmó.
Sin embargo, Rees alerta que existen razones para pensar que la economía de China se debilitará en los próximos meses.
"En primer lugar, las exportaciones de manufacturas, que han sido el motor clave del crecimiento durante los dos últimos años, parecen encaminadas a desacelerarse. El panorama económico mundial parece cada vez más estanflacionario. Esto sugiere que el aumento de la inflación, en particular para productos básicos como alimentos y energía, comenzará a sofocar la demanda de bienes manufacturados", dijo Rees.
Además, el economista de Schroders agrega que los casos de Covid en China están aumentando considerablemente, hasta el punto de que ahora son los más altos desde la fase inicial de la pandemia a principios de 2020.
"Muchas partes del país ahora enfrentan algún tipo de medidas de bloqueo, incluidas las potencias económicas de Shanghai y Shenzhen. No solo es probable que obstaculice la actividad nacional, sino que también podría causar que vuelvan a surgir cuellos de botella en las cadenas de suministro globales", agregó.
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