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La baja en las tasas de interés que dispuso el Banco Central implica el riesgo de que se acentúe la salida de los depósitos a plazo fijo tradicional, debido a la profundización en la pérdida real, e impacte con fuerza en la inflación y el dólar. Sin embargo, los analistas desestiman un gran efecto sobre el mercado cambiario en el cortísimo plazo.

De hecho, en la jornada de este martes, la primera tras el recorte de 23 puntos porcentuales sobre las tasas de interés, que quedaron en 110% nominal anual (9,04% mensual, muy por debajo de la inflación), los avances que se registraron en las cotizaciones paralelas del dólar no fueron contundentes.

La eventual no renovación de las colocaciones acentuaría la tendencia que muestra desde hace varios meses. El stock de $ 12,3 billones constituido por el sector privado representa una importante caída real en comparación con meses atrás, impulsado por la búsqueda de cobertura que hubo en otros activos en medio de la incertidumbre electoral.

EFECTO SOBRE EL DÓLAR


Manuel Cerdan, analista de Invecq, estima que el stock de depósitos a plazo fijo tradicional va a seguir cayendo porque las tasas de interés quedaron muy negativas en términos reales, teniendo en cuenta que el mercado prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) repunte a alrededor del 30% mensual en diciembre.

"La magnitud de la caída dependerá de si el mercado confía o no en el avance del 2% mensual del tipo de cambio oficial y en que la brecha se mantenga estable. Lo que no se renueve probablemente irá al dólar, plazo fijo UVA o títulos del Tesoro, que habrá que ver a qué tasa coloca en la licitación de mañana", señala.

En las próximas jornadas, de acuerdo con el análisis de Cerdan, la salida de los depósitos a plazo fijo tradicional no tendría un impacto significativo sobre las cotizaciones alternativas del dólar. Estima que la mayor presión cambiaria podría registrarse a partir de enero, cuando la aceleración inflacionaria se haga mucho más evidente.

En ese sentido, Juan Truffa, economista de Outlier, destaca que por ahora el aumento estacional en la demanda de pesos ayuda a que el impacto no sea muy fuerte sobre el mercado cambiario, además de la dolarización que ya se dio en la previa electoral. No obstante, esa contención no duraría mucho tiempo y terminaría impulsando a los tipos de cambio.

Truffa resaltó que entre finales del próximo mes y mediados de febrero nuevamente habrá cambios estacionales, con caída en la demanda transaccional de pesos, por lo que prevé que probablemente durante ese período se observen mayores presiones alcistas sobre las cotizaciones paralelas de la moneda estadounidense.

"Creemos que buena parte, inducido por los brokers en individuos y FCI, irá a licitación por la nueva Letra del Tesoro. Los individuos profundizarán un poco la tendencia a ir a plazo fijo UVA, pero seguiremos viendo un proceso de licuación de pesos generado por la nueva curva de tasas agregada (BCRA + Tesoro)", afirma.

Truffa también resalta que dependerá de la tasa de interés que convalide el Tesoro en la licitación de mañana. Si la tasa está en torno a lo que espera el mercado (15% mensual), puede haber buena demanda, pero si corta muy por debajo puede ser tomado de mal manera por los inversores debido a que la licuación sería mayor a la esperada.

Alejandro Giacoia, economista de Econvews, también apunta a las tasas de interés que convalide mañana el Tesoro Nacional en su licitación de deuda en el mercado local. El titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, está buscando que ese sea el destino de los pesos, pero dependerá mucho de cuál es el incentivo que vean los inversores.