Implícitamente, el mercado apuesta a un verano cambiario sin volatilidad y la permanencia de las bandas cambiarias, las cuales fueron ratificadas por el Gobierno.
Cuales son los bonos en pesos que recomiendan los analistas en este contexto.
Confianza en las bandas
El mercado comienza a imaginar un veranito cambiario de cara a los próximos años, es decir, una calma cambiaria que se mantendría no solo en lo que queda de 2025, sino también en los primeros meses de 2026.
El tipo de cambio se mantiene en la zona superior de la banda, aunque debajo del techo de la misma, ubicándose más del 6% debajo de dicho limite.
Lo que se puede evidenciar a partir de los contratos de futuro de dólar es que el mercado proyecta dos cosas clave.
Lo que anticipa el mercado
En primer lugar, no se espera un escenario de volatilidad cambiaria rumbo a los próximos meses. En segundo lugar, los inversores ponen precios a que el tipo de cambio se va a mantener dentro de las bandas cambiarias establecidas por el equipo económico.
Los ajustes en los contratos de futuros se mantienen dentro de las bandas hasta abril del año que viene.
El mercado espera un dólar oficial en $1394 para fin de año, saltando a $1429 para enero y cercano a los $1469 para febrero.
Para fin de abril y comienzo de mayo, el mercado pone precios a que el tipo de cambio se ubicará en $1550, junto al techo de la banda cambiaria.

Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) consideraron que el accionar de los contratos de dólar futuro y los tipos de cambio implícitos indican la creciente credibilidad del mercado en el esquema a partir de la ratificación tanto de Milei la semana pasada como de Caputo en recientes declaraciones.
“El dato clave es que casi toda la curva ya se ubica dentro de las bandas corriendo al 1% mensual. Hace apenas unos días, el mercado solo “creía” en el esquema hasta abril de 2026, mientras que hoy todos los contratos hasta julio del año próximo operan por debajo de la banda superior. Cabe destacar que las primeras nueve posiciones (de noviembre de este año a julio de 2026) explican prácticamente el 100% del interés abierto y del volumen en este mercado” indicaron.
Por lo tanto, en base a los precios del mercado, la conclusión que subyace entre analistas es que los inversores se preparan para un verano tranquilo en materia cambiaria.
Esto es importante ya que, generalmente, los fines de año y en especial los meses de diciembre, tienden a ser un periodo del año más caliente en materia cambiaria y financiera.
Pero evidentemente, este año no se daría dicho evento de tensión financiera.
Los analistas de Baires Asset Management coinciden en que el hecho de que el tipo de cambio implícito en los contratos de dólar futuro opere cómodamente dentro de la banda cambiaria hasta abril, es la evidencia técnica más contundente de que el mercado ha descontado un verano tranquilo y una drástica reducción del riesgo de devaluación abrupta.
“El tipo de cambio implícito bajo es un reflejo directo de la solidez política posterior a las elecciones y el blindaje financiero provisto por el Tesoro de EE. UU. El costo de oportunidad de apostar a una devaluación inminente es demasiado alto. El Gobierno tiene todos los incentivos para mantener la calma cambiaria y la volatilidad controlada, probablemente sosteniendo el ritmo de crawling peg en niveles que permitan que la tasa en pesos le gane al dólar”, dijeron desde Baires Asset Management.
El mercado pone precios a que el tipo de cambio se mantendrá dentro de la banda hasta abril, aunque dicha expectativa podría extenderse si es que se tiene en cuenta que desde ese mes en adelante, los flujos de dólares del agro tienden a acelerarse, lo que contribuye a que la estabilidad cambiaria se prolongue.
Generalmente, el flujo de dólares del campo hace piso en febrero y desde allí comienza a acelerarse, alcanzando un pico entre finales de mayo y comienzo de junio.
Por lo tanto, las chances de que el dólar se mantenga dentro de la banda incluso posterior a lo que fijan hoy los contratos de dólar podría ser mayor.
Alejo Costa, Head of Economic Research & Strategy en Max Capital, sostuvo que el mercado empezó a incorporar gradualmente que las bandas se extiendan hasta tercer trimestre de 2026, al menos
Costa considera que las bandas se pueden extender, pero comprando un nivel de reservas relativamente bajo, de 1% del PIB por año de manera directa.
“Coincidimos con la visión que se empieza a asentar, incluso creemos que pueden extenderse a cuarto trimestre del 2026, de la mano del financiamiento externo, la inversión externa, y reformas impositivas y laboral que reduzcan costos locales. El gobierno luce convencido de solo comprar dólares contra subas en la necesidad de liquidez, con lo cual va a buscar una acumulación muy gradual”, indicó Costa.

Desde Sailing Inversiones explicaron que, con la curva de futuros operando con un tipo de cambio implícito cómodo dentro de la banda hasta abril, el mercado está leyendo que “el verano sería tranquilo” en materia cambiaria.
“La fuerte compresión de riesgo, la mejora en la demanda de dinero post-electoral y la señal de disciplina fiscal manteniendo el superávit en octubre hacen que no haya presión inmediata sobre el oficial. Adicionalmente los corporativos están teniendo récord de emisiones en noviembre y parte de eso se liquida en el MULC”, remarcaron desde Sailing Inversiones.
Inversiones en pesos
El hecho de que el mercado proyecte una permanencia del tipo de cambio dentro de la banda y sin volatilidad en el dólar permite estimar un buen periodo para llevar a cabo estrategias de carry trade.
Es decir, al no proyectarse escenarios de estrés financiero, las inversiones en pesos podrían resultar mas atractivas, ganando tasa en moneda local y obteniendo retornos en dólares, siempre y cuando el tipo de cambio se mantenga en valores cercanos a los actuales.
Se ha visto una importante compresión de tasas en las curvas en pesos, aunque los analistas siguen viendo valor en los activos en moneda local.
Así, actualmente la curva a tasa fija opera con tasas efectivas mensuales del 30% en el tramo más corto y del 33% en promedio en los tramos medios y largos.
En términos de tasa de interés efectiva mensual, la curva se encuentra plana en niveles de 2,4%.

Así, la curva de Lecap dejó de tener pendiente negativa y pasó a operar con tasas más normales, habiendo alcanzado picos de tasas cercanos al 6% mensual antes de las elecciones.
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, afirmó que espera que el carry se vaya desarmando poco a poco en las próximas semanas debido a la posición de tasas por fuera del dólar futuro. En esa línea, anticipó que espera un verano cambiario extendido hasta marzo.
“Esperamos un primer trimestre 2026 tranquilo, con el avance en las reformas tributarias y laborales que darán un marco de estabilidad sólido para lo que viene, y es por eso que vemos los futuros de dólar alineados a este rumbo de estabilidad en el primer trimestre del año que viene”, dijo.
En cuanto a los bonos en pesos que recomienda Lazzati se encuentran los ajustables por CER a partir del 2026 con rendimientos de 7.5 a 8% de TIR.
Para los analistas de Sailing Inversiones, mientras el dólar se mantenga calmo, aun existirá espacio para carry, aunque con matices.
“Con una TNA real que sigue siendo positiva en varios instrumentos y un tipo de cambio esperado relativamente estable, el trade funciona mientras se sostenga el ancla cambiaria y la tasa real no caiga demasiado rápido. El riesgo es que el dólar se mueva cerca de la banda superior rápidamente y extinga las ganancias devengadas en un periodo corto de tiempo dado que las tasas en pesos han bajado fuerte luego de las elecciones”, dijeron.
Así, y en cuanto a los instrumentos, desde Sailing Inversiones prefieren utilizar bonos duales.
“Entendemos que los duales ofrecen una mayor tasa asumiendo supuestos de TAMAR no muy exigentes. Preferentemente TTJ26 o TTD26”, dijeron.

Cae la volatilidad cambiaria
La volatilidad cambiaria cayó con fuerza en las últimas jornadas, haciendo que el mercado proyecte también una continuidad en dicha estabilidad hacia las próximas semanas y meses.
La volatilidad a 5 días anualizada en los distintos tipos de cambio evidenció un desplome desde las elecciones de medio término a hoy.
En relación a los recientes movimientos cambiarios, desde PPI afirmaron que más allá del desplome de la dolarización del retail preelectoral, desde las elecciones de medio término, también comenzó a fluir un flujo más sólido de capitales financieros.
Solo en noviembre, empresas argentinas colocaron unos US$2.200 millones en el exterior: YPF (US$500 millones), Tecpetrol (US$750 millones), Pampa Energía (US$450 millones) y, más recientemente, Pluspetrol (US$500 millones).
A esto se suman emisiones de Edenor y TGS estos días, que abultarían más el monto emitido del mes, tras tres meses de sequía en los mercados internacionales.
“Si bien se trata de emisiones brutas y no netas, y estos fondos no están obligados a liquidarse en el MLC, creemos que la sola perspectiva del ingreso de estos capitales fuerza venta de dólares”, dijeron desde PPI.

A la hora de llevar a cabo estrategias en pesos, el hecho de que la volatilidad cambiaria se haya reducido también resulta clave.
Desde Baires Asset Management creen que la estrategia ideal es un balance híbrido que maximice el carry sin descuidar el riesgo de un eventual repunte inflacionario o devaluatorio en el mediano plazo.
“Para lo que es tasa fija nos gustan LECAPs de Tramo Medio (S30A6, T30J6) y como cobertura nos resulta atractivo los BONCERES (TZX26 y TZXO6)”, detallaron.
Por su parte, en relación a las inversiones, Costa entiende que aun hay espacio para comprar bonos en Pesos.
“Lo que más nos gusta es la tasa fija a plazos más largos, dado que creemos que la inflación (y las tasas) va a bajar más rápido que lo incorporado en los bonos. Nos gustan los Bonte 2030”, remarcó Costa.
Finalmente, Matías Waitzel, socio de AT Inversiones, explicó que la curva de futuros sigue convalidando un escenario de calma cambiaria al menos hasta abril, con un dólar implícito bien contenido dentro de la banda.
“El mercado está ´comprando´ un verano tranquilo, apoyado en la continuidad del esquema de bandas, la demanda de dinero todavía firme y un BCRA que va a lograr recomponer reservas”, indicó Waitzel.
De esta manera, Waitzel entiende que el hecho de que la curva pricee tan poca tensión deja una señal clara sobre el hecho de que el carry trade no luce atractivo.
“Las tasas en pesos se mantienen en niveles relativamente bajos para compensar cualquier movimiento discreto del tipo de cambio, sobre todo considerando que un eventual reacomodamiento del tipo de cambio tendría un impacto inmediato en el rendimiento real de las estrategias en tasa pura”, alertó.
Por esta razón, y bajo el actual contexto, Waitzel prefiere seguir selectivos dentro de los bonos en pesos.
“Los bonos CER cortos y medios continúan siendo la mejor alternativa defensiva para perfiles conservadores/moderados: ofrecen cobertura frente a inflación sin asumir duration excesiva y se verían poco afectados aún con un dólar más estable. Para quienes buscan manejo de tesorería sigo priorizando las Lecaps “, indicó.

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