La inflación en Estados Unidos se redujo al 5% en marzo respecto al año anterior, su nivel más bajo en casi dos años, pero la presión sobre el precio de los alimentos aún se mantiene elevada y podría motivar una nueva suba de tasas de la Reserva Federal.

La inflación en marzo aumentó 0,1%, menos del 0,2% estimado previamente. En tanto, la suba de precios interanual cayó de 6 a 5%. Así, Estados Unidos alcanza su menor nivel de inflación desde mayo de 2021, tras el endurecimiento de la política monetaria de la Fed.

Mientras los hogares sintieron el impacto de la suba de los precios de los alimentos y la vivienda, se beneficiaron de la baja de los combustibles y de los vehículos usados.

Wall Street recibió positivamente la baja de la inflación, a la espera de la próxima reunión de la Reserva Federal en mayo, donde decidirá si vuelve a subir la tasa de interés. El Dow Jones subía 0,3% al inicio de la rueda, mientras S&P 500 crecía 0,5% y el índice de las compañías tecnológicas, el Nasdaq, trepaba 0,7%.

Sin embargo, la inflación sigue siendo elevada, muy por encima de la media del 2,1% de los tres años anteriores a la pandemia y del objetivo del 2% de la Reserva Federal.

La inflación núcleo, que excluye energía y alimentos, aumentó un 5,6% en marzo respecto al año anterior, acelerándose ligeramente desde el 5,5% del mes anterior. Esa cifra es estimada por los economistas como un buen indicador de la inflación futura.

"Este dato no va a mover la aguja para la Reserva Federal", dijo Steve Blitz, economista jefe de TS Lombard. "El problema de la inflación no se resuelve por sí solo: se necesita un mayor desempleo para bajarla", agregó.