

La simplificaciones son odiosas, como las comparaciones, pero el presidente de los Estados Unidos Donald Trump a veces regala oportunidades demasiado tentadoras como para dejarlas escapar.
Hoy volvió a hacerlo en su sala de juegos favorita, la red social Twitter, a la que eligió una vez más para anunciar una medida del gobierno estadounidense que tiene su efecto directo en los mercados globales, más específicamente en los de monedas, con un golpazo a la ya muy vapuleada lira turca. A nivel local, eso ayudó a que el dólar mayorista en la Argentina arrancara la rueda con un salto de casi 90 centavos.
A través de un tuit publicado a las 9.47 de la mañana (hora argentina), Trump anunció que duplicará las tarifas que impone su país a las importaciones de acero y aluminio provenientes de Turquía.
I have just authorized a doubling of Tariffs on Steel and Aluminum with respect to Turkey as their currency, the Turkish Lira, slides rapidly downward against our very strong Dollar! Aluminum will now be 20% and Steel 50%. Our relations with Turkey are not good at this time!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump)
Para ser justos, la lira turca ya venía derrapando antes de que Trump le pegara un empujón más. Hoy el presidente de Turquía, Recep Erdogan, dijo que no necesitaba defender su moneda y la encomendó a la providencia divina.
Pero aún antes de eso, la moneda turca fue la líder de una depreciación generalizada de monedas emergentes en una semana regada de conflictos comerciales y diplomáticos (Estados Unidos sancionó a Rusia por el "uso de un agente nervioso 'Novichok' en un intento de asesinar al ciudadano del Reino Unido a y su hija. Chocó con la propia Turquía por el encarcelamiento de un ciudadano estadounidense, y China anunció la imposición de tarifas a productos estadounidenses, en respuesta a medidas similares ya tomadas por Trump).
La lira turca ya perdió más de un tercio de su valor en lo que va del año, la inflación se disparó 16% pero el banco central de ese país se resistió a subir la tasa. La última vez que Turquía tocó su tasa fue en mayo. En julio, no. Los analistas dicen que tiene que hacerlo ya, para sostener a su moneda y frenar la inflación. Igual está fijada en 17,75%. Dicen que debería subirla entre 2 y 5 puntos para dar una señal convincente al mercado. Turquía igual viene creciendo sin pausa. En 2017, 7,4%, segunda en la OCDE después de Irlanda (7,8%). Pero Erdogan se resiste. Ya hablan de la próxima Grecia (su PBI es cuatro veces más grande).
Contexto local
El derrumbe de la lira turca y el tuit de Trump que le sumó velocidad a esa caída forman parte del cúmulo de factores que hoy explican un salto de casi 90 centavos para el dólar en la City porteña.
Aunque el castigo al peso y otras monedas emergentes es menor al de la atribulada moneda turca, Argentina no puede culpar de todos sus males ni al mundo ni a un tuit. Los inversores están desarmando posiciones en bonos, acciones y monedas de los países a los que consideran más frágiles. Y ahí entran los méritos propios. Ayer, por ejemplo, un organismo bancario internacional advertía sobre esto.
Así, el peso argentino también pierde un tercio de su valor en el año y la turbulencia generada afuera pero potenciada por las debilidades locales, no desaparece del todo. Con ello las expectativas de inflación para este año rozan ya el 32% y el salario real se resiente. Y el salario en dólares, lógicamente, también.
El primer impacto de la suba del dólar, ya se refleja en el aumento de las naftas. YPF anunció que su nafta premium ya alcanza los $ 40, en Córdoba, Neuquén y Santa Fe.
En todo ese contexto, el tuit de Trump le suma una vuelta de tuerca más, por hoy, a todo un proceso que hace que los ingresos en pesos de los argentinos se resientan cada vez más.













