El Banco Central no logra revertir el desempeño negativo de las reservas por sus intervenciones en el mercado oficial de cambios. Ante el cambio estacional que suele jugar en contra en la segunda mitad del año, sumado a las presiones vinculadas al proceso electoral, el mercado espera nuevas medidas del Gobierno para mejorar la dinámica.
A las ventas de divisas, que en las últimas ruedas las ha estado realizando principalmente con yuanes del swap con China (más endeudamiento con ese país), se suman los pagos de deuda en dólares, lo que hizo caer a lasreservas brutas al nivel más bajo desde enero de 2016 y los analistas advierten por la fuerte negatividad en las tenencias netas.
"Típicamente, en promedio, durante el segundo semestre al Banco Central le va u$s 4000 millones peor que en el primero. Además, a diferencia del año pasado, ahora no hay un stock de soja remanente que permita pensar en una gran liquidación como la que hubo en septiembre de 2022", comentó Santiago Manoukián, economista de Ecolatina.

Manoukián detalló que en este momento los productores de soja tienen para vender unos 10 millones de toneladas, lejos de los 24 millones que acumulaban a esta altura del año pasado, por lo que otro tipo de cambio diferencial para el sector, aunque impulsaría el ingreso de divisas y mejoraría la dinámica del Central, tendría un efecto menor.
"El segundo semestre será complejo por la estacionalidad desfavorable. Esperamos que haya un cuarto 'dólar soja' porque el incentivo del sector quedó alterado con las versiones anteriores. Ahora están liquidando lo justo y necesario, a la espera de otro programa, pero en tal caso tendría un impacto relativo por el menor stock que les queda por liquidar", sostuvo.
Claudio Caprarulo, director de Analytica, espera novedades en la política económica para mejorar la dinámica de las reservas. Las medidas podrían ir por el lado de más deuda con organismos internacionales, restringir más el acceso al dólar para las importaciones o acelerar el ritmo de devaluación, aunque a esto último le asigna menor probabilidad.

"Lo último que al Gobierno le gustaría hacer antes de las elecciones es devaluar, considerando el fuerte impacto que tendría sobre los precios. Por lo tanto, lo más probable es que intente hacer un mix de políticas que le permita obtener cierta estabilidad. Es decir, frenar las importaciones y aumentar los niveles de endeudamiento público y privado", señaló.
Matías De Luca, economista de LCG, señaló que el swap con China es un "salvavidas" que ahora sirve para financiar importaciones y que la actividad económica no se vea tan afectada. Pero, de todas formas, implica más deuda externa para "subsidiar un dólar que está atrasado y que hasta el mismo Gobierno lo reconoce con estos tipos de cambio diferenciales".
Pensando un poco más hacia adelante, De Luca destacó que tras el cambio de administración que habrá en diciembre el nuevo equipo económico deberá hacerse cargo no sólo los desequilibrios en el frente comercial que "este Gobierno no quiso resolver", sino que además deberá enfrentar toda la deuda comercial y financiera que se está dejando este año.














