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Dólar 2021: cepo, récord, brecha del 100% y las turbulencias de otro año de tensión cambiaria

Los dólares paralelos mostraron fuertes presiones alcistas durante el año hasta alcanzar valores récords, lo que llevó a grandes intervenciones oficiales y más restricciones

El dólar volvió a ser uno de los grandes protagonistas del país en 2021. Una vez más, la moneda estadounidense (en sus versiones no oficiales, debido al cepo cambiario) exhibió fuertes presiones en distintos momentos del año y en sus carreras alcistas las cotizaciones marcaron nuevos máximos históricos. 

El dólar blue llegó hasta el récord de $ 207 en noviembre, lo que implicó un alza de casi 50% desde el piso de abril. De mantenerse en los valores actuales (entre $ 200 y $ 205), cerrará 2021 con un avance de poco más del 20% de punta a punta, ya que el año había empezado en niveles de $ 165 y corrigiendo a la baja la escalada que había tenido en octubre de 2020.

Los dólares financieros tuvieron un recorrido similar, afectados por las distintas restricciones oficiales. El MEP y el CCL también alcanzaron máximos históricos al superar los $ 200 y $ 220, respectivamente, y en caso de continuar en los niveles actuales (alrededor de $ 200 y $ 205) terminarán el año con un avance de más de 45% de punta a punta.

"Los paralelos tuvieron un comportamiento lógico por la inflación. Me parece que hay que desterrar esa idea que algunos tienen de que un dólar puede estar estable cuando tenemos una inflación del 2% o 3% mensual. Sobre todo, en un país como el nuestro, con carencia de dólares o sobrante de pesos", señaló el analista financiero Christian Buteler.  

Martín Vauthier, director de Anker Latinoamérica, indicó que la fuerte presión que se observó en estas cotización es básicamente un reflejo del fuerte desequilibrio monetario por la emisión de pesos para financiar el déficit fiscal y de un balance del Banco Central muy deteriorado, con muchos pasivos en pesos y pocos activos (reservas netas) en dólares.

el blue, al Máximo

El paralelo tuvo varios momentos de turbulencias durante el año. Pero, como suele ocurrir en el país, la mayor tensión se observó en la previa electoral. Sobre todo, días antes de los comicios legislativos que se celebraron en noviembre, cuando en apenas cuatro jornadas saltó $ 8 y tocó los $ 207, su máximo histórico.

En ese momento, el precio del billete parecía imparable. Sin embargo, similar a lo que ocurrió después de las elecciones que se realizaron en septiembre, la derrota del Gobierno en las urnas a nivel nacional trajo algo de optimismo al mercado y esto generó que el paralelo se desinflara y volviera la calma cambiaria.

Cabe destacar que los $ 207 que el blue tocó en noviembre es un máximo histórico en términos nominales, pero no en términos reales. Para igualar el precio de $ 195 que alcanzó a finales de octubre de 2020, teniendo en cuenta la inflación acumulada durante este período, el billete tendría que subir hasta los $ 300, aproximadamente.

Subsidio al MEP y CCL

Durante casi todo el año, el Gobierno mantuvo contenidos a los dólares que operan a través de la Bolsa. Según los analistas, lo hacía con constantes intervenciones en ese mercado mediante la venta de dólares de las reservas del Banco Central, por lo cual se consideraba que el precio de los dólares financieros estaba siendo "subsidiado" por el Estado.

Esta operación generaba una gran pérdida de divisas para las arcas del Central. Estimaciones privadas indican que durante los últimos meses el Gobierno frenaba esas cotizaciones con alrededor de u$s 15 millones diarios. Semanas antes de las elecciones generales, la cifra habría ascendido a unos u$s 30 millones diarios, lo cual resultaba alarmante para las reservas.

Pero esto cambió una vez terminado el proceso electoral, debido a que ese nivel de pérdida de reservas no era sostenible por mucho tiempo. A partir del día hábil siguiente a las elecciones de noviembre, el Central dejó de intervenir, lo que se reflejó en un abrupto salto de esas cotizaciones.  

Otro de los métodos que utilizó el Gobierno para contener ese mercado e intervenir menos fue achicarlo a través de más restricciones a su operatoria. Esto dio lugar a que los inversores tuvieran que recurrir a otras vías, lo que generó "la brecha de la brecha", debido a que se produjo una mayor dispersión de precios en los diferentes segmentos. 

Brecha recalentada

La disparada del paralelo y el lento avance del tipo de cambio oficial llevó a un recalentamiento de la brecha cambiaria. El máximo del año se registró en noviembre, cuando la diferencia entre ambas cotizaciones llegó hasta 107%, aunque con la baja posterior del blue y la suba del oficial después se fue acomodando en la zona del 100%.

A pesar de estos niveles de brecha, que durante el año se mantuvieron bastante elevados, el máximo de 2021 no logró superar al pico del año anterior. En octubre de 2020, cuando el paralelo se aceleró hasta llegar a los $ 195 y con el oficial en un precio bastante más bajo que el de ahora, la diferencia entre ambos había llegado hasta 150%.

El oficial, a paso lento

El tipo de cambio oficial fue utilizado por el Gobierno como ancla para intentar contener el avance de la inflación. Desde principios de 2021, el Banco Central fue desacelerando el ritmo de devaluación diaria y entre junio y octubre el valor de la divisa estadounidense en la plaza oficial estuvo viajando en la zona del 1% mensual.

Sin embargo, después de las elecciones de noviembre el Gobierno aplicó también un cambio de estrategia para este mercado. Desde entonces, contrario a lo que ocurría hasta antes de los comicios, ha estado dejando avanzar a esta cotización a una velocidad un poco más rápida, aunque manteniendo algunos límites.

De no presentarse algún sobresalto, lo cual no está previsto hasta ahora, el oficial terminará el año en más de $ 102 en el segmento mayorista y cerca de los $ 108 en el minorista, lo que implica un avance de poco más de 20%, frente a una inflación que rondará el 50% anual, a pesar de la estrategia mencionada y del resto de los controles que impuso el Gobierno.

La administración del lento deslizamiento del oficial sin grandes inconvenientes fue posible por el estricto cepo cambiario. A esto se suma el récord de ingreso de dólares al país por parte del sector del agro, debido al repunte del precio internacional de la soja, y a los u$s 4334 millones que el FMI le envió a Argentina, en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEGs).

De acuerdo con Sebastián Menescaldi, director del Estudio EcoGo, el balance entre la oferta y la demanda en el mercado oficial terminó siendo equilibrado este año. A pesar del ingreso extraordinario de dólares del agro, las divisas se fueron principalmente en pagos de deuda e intervenciones en el mercado oficial y en los financieros, lo que a fin de cuentas produjo un saldo neutro en este aspecto.

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