Bitcoin y Ethereum se consolidan como los activos virtuales más atractivos del mundo cripto, pero sufrieron en las últimas semanas retrocesos tras una ola de ventas de inversores corporativos. La mayor criptomoneda por capitalización de mercado volvió a tocar ayer los u$s 102.000, tras rozar el viernes pasado los u$s 100.000. En el último año subió 16,75%. Según los analistas, aún respeta la media móvil de las últimas 50 semanas, pero no descartan que continúe lateralizando. Las últimas caídas de Bitcoin están vinculadas con una rotación entre sus tenedores. Según Buenbit, “en las últimas semanas, los holders de largo plazo liberaron más de 400.000 BTC, una venta estimada en más de u$s 40.000 millones, mientras que las direcciones más jóvenes mantienen un ritmo estable de acumulación”. “Interpretamos este fenómeno como una redistribución típica de mitad de ciclo: las “ballenas” reducen exposición tras un largo período de ganancias, mientras nuevos inversores institucionales y minoristas comienzan a absorber la oferta”, agregaron. Si bien ayer no hubo rueda en los Estados Unidos por el Día del Veterano, las subas y caídas de los índices bursátiles repercuten cada vez más en las cripto. Julián Colombo remarca que cuando cae Wall Street, Bitcoin también retrocede, pero menos que las acciones: “Muestra resiliencia. Sin duda, si el sentimiento del mercado es negativo, es difícil que Bitcoin sea verde, pero probablemente si el mercado cae 50%, Bitcoin caiga 10 por ciento”. Desde Lemon sostienen que los inversores argentinos aprovechan cada caída para comprar más Bitcoin. “La dinámica local muestra confianza y mirada a largo plazo: lejos de replicar el pánico global, en Argentina cada retroceso suele convertirse en un momento para acumular más. En un país habituado a la volatilidad, este comportamiento contracíclico refleja una convicción creciente en Bitcoin como reserva de valor y un ecosistema maduro que responde con actividad antes que con miedo”, manifestaron. Ante esas muestras de debilidad, en el mercado debaten si se tratan de puntos de entrada o si, por el contrario, pueden retroceder aún más. Desde el punto de vista técnico, Bitcoin mantiene su cotización por encima de la media móvil de 50 semanas, un nivel que actuó como soporte desde 2023. Cada vez que el precio testeó esta línea, el mercado reaccionó con fuerza al alza. “El nivel a recuperar sigue siendo u$s 112.500, correspondiente al costo base promedio de los tenedores de corto plazo. Solo una consolidación sostenida por encima de esa referencia habilitaría la reanudación del bull run. En caso contrario, la estructura actual podría derivar en una fase lateral de acumulación extendida antes de un nuevo impulso”, consideraron desde Buenbit. En el último año, Ethereum operó con mucha volatilidad. Apenas subió 2% entre noviembre de 2024 y este mes, pero con grandes fluctuaciones. Incluso, en agosto de este año cayó a los u$s 1400. A diferencia de Bitcoin, Ethereum no es sólo un activo financiero, sino también una plataforma abierta que permite crear y usar aplicaciones financieras, sociales o de entretenimiento que funcionan de forma automática en su blockchain. “Su valor no se limita al precio de ETH: es la infraestructura sobre la que se construye gran parte del mundo de las finanzas descentralizadas, los NFT, los videojuegos blockchain, las stablecoins y próximamente los activos tokenizados del mundo real (RWA)”, afirman en Lemon. En esa exchange, actualmente hay más de 150.000 personas que tienen $ETH en sus carteras.