Los bonos soberanos repuntan hasta alcanzar nuevos récords. El menor atractivo de la renta fija de Estados Unidos y la señal del ministro Luis Caputo sobre acumular reservas a través de instrumentos en pesos suscribibles en dólares, como el Bonte 2030, allanó el camino para que los inversores incrementaran la demanda y la tendencia de los precios se tornara alcista.

Particularmente, en el tramo corto de la curva de vencimientos, como los Bonar y Global que caducan en 2029 y 2030. Por ejemplo, el AL30, bono emblemático del mercado por ser uno de los más utilizados para la negociación de dólares en la Bolsa, ya roza los u$s 70 y supera los máximos que había tocado a principios de enero.

De acuerdo con Rocco Abalsamo, asesor financiero de Cocos, los inversores valoran que Caputo haya encontrado una manera de acumular reservas. Hasta hace poco, estaban preocupados porque la única vía que parecía posible era a través de compras en el mercado de cambios cuando el precio del dólar cayera hasta el piso de la banda de flotación, lo cual no ocurría.

"El mercado ya no espera que el dólar toque el piso de la banda. El sistema de acumulación de reservas cambió, pasando de uno de comprar dólares en el mercado de cambios a emisión de deuda local, que sería algo más normal. En parte, la tendencia alcista está explicada por esto. Se da más en los bonos más cortos por el menor riesgo que se percibe en ellos", sostiene.

Para Gustavo Araujo, líder de research de Criteria, la dinámica alcista obedece más a factores externos: los bonos del Tesoro de Estados Unidos vienen operando con volatilidad y tendencia bajista en los rendimientos de los más largos, lo que alivia la presión sobre los activos de riesgo y, por consiguiente, favorece la demanda de deuda argentina en moneda extranjera.

Martin D'Odorico, director de Guardian Capital, destaca que el optimismo de los inversores obedece a una combinación entre factores macroeconómicos y políticos. Afirma que los superávits fiscal y comercial consolidan un ancla fundamental de confianza, en un contexto en el que el dato de inflación de mayo sorprendió a la baja (1,5% mensual) y confirmó la tendencia positiva.

"A esto se suma el desempeño del mercado cambiario, con escasa volatilidad, lo cual es clave para estabilizar expectativas en los inversores. Al mismo tiempo, una sólida imagen presidencial: Javier Milei mantiene niveles de aprobación por encima del 50%, según las encuestas, lo que aporta algo de certidumbre política de cara a las elecciones legislativas", agrega.

D'Odorico estima que, más allá de la debilidad en la acumulación de dólares para las reservas del BCRA, la tendencia alcista de los bonos soberanos debería mantenerse, compensada por la consistencia fiscal y el equilibrio de las cuentas externas. Además, resalta, hay margen de apreciación si se comparan con las valuaciones y tasas de los títulos de deuda de la región.

"A mediano plazo, más allá de factores externos que hoy explican gran parte de la dinámica, es esperable que el mercado vuelva a concentrarse en elementos locales, como las reservas y la inflación. Además, ganará relevancia la expectativa sobre las elecciones, que podrían reconfigurar el escenario político y económico. Todo esto podría condicionar a los bonos", advierte Araujo.