Un reequilibrio global de las carteras: el rally del bitcoin seduce al mercado

Al parecer, ha llegado el momento de soltar tu vieja mentalidad (hombre). Olvidate del pasado. Imagina un futuro nuevo y más glorioso. Y compra bitcoin.

Esta es una lucha seria para los normalitos como yo. Bitcoin todavía no es una moneda propiamente dicha -intenta usarlo para comprar un café o pagar tus impuestos en casi cualquier parte del mundo. No paga un rendimiento o un dividendo o proporciona un derecho a nada más que a sí mismo. El ecosistema que la rodea está salpicado de gente sana y sensata, pero dominado por maniáticos y estafadores, sobre todo cuando se mira más allá del bitcoin y se entra en el vasto universo de tokens y criptos más pequeñas.

Pero incluso yo tengo que admitir que el rally desde la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos es algo especial, un momento big bang imposible de ignorar. El precio ha superado los u$s90.000 por primera vez, lo que supone una suba de más del 34% desde el día de las elecciones, que, como recordatorio, fue la semana pasada. La meta de u$s100.000 para fines de año no es descabellado. Qué momento para estar vivo y qué día de pago para los tenedores de bitcoins.

Los analistas de Bernstein no se contienen. "Bienvenidos al bull market de las criptomonedas", escribieron en una nota el lunes. "Compren todo lo que puedan (...).Recomendamos a los inversores que hasta ahora se han mantenido tímidos frente a cualquier exposición a las cripto debido a las preocupaciones regulatorias que 'inviertan su modelo mental'".

Piense en la volatilidad que especular con cripto inyecta en una cartera, advierte UBS. "Somos escépticos en cuanto a que los criptoactivos puedan introducirse de forma significativa en casos de uso del mundo real significativos y disruptivos", añade.

Cualquier esfuerzo por encontrar una justificación macroeconómica para el precio de las criptomonedas es también un camino hacia la locura. Pero hagamos lo que sugiere Bernstein y pensemos de otra manera. Este rally tiene que ver con dos fuerzas poderosas: las vibraciones y la visión.

Las vibraciones siempre han dado cuenta de una buena parte de los altibajos en cripto. En este caso, Trump se rodeó durante la campaña electoral de verdaderos creyentes en las criptomonedas. También asistió a la conferencia Bitcoin 2024 en Nashville.

Junto con sus hijos, respaldó una nueva criptoempresa llamada World Liberty Financial. Elon Musk, sumo sacerdote de las criptomonedas, fue uno de sus mayores defensores. El token que Musk impulsa con frecuencia, Dogecoin, o Doge para abreviar, ha ganado 145% desde el día de las elecciones. Musk ha sido elegido para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, o DoGE para abreviar.

Todo esto y más, apunta a una nueva administración favorable a las criptomonedas y sin ánimo de regular su desaparición. Las vibraciones son buenas. "La gente se está volviendo loca", afirma Ilan Solot, de la correduría Marex.

El cambio de actitud significa que incluso los inversores conservadores están cada vez más dispuestos a darle una oportunidad a las criptomonedas. "Se trata de un reequilibrio global de la cartera", afirma Solot.

La consultora de pensiones Cartwright, con sede en Farnborough, afirma que incluso antes de las elecciones estadounidenses, asesoró al primer plan de pensiones del Reino Unido -un plan empresarial de prestación definida de 50 millones de libras del tipo que normalmente dependería en gran medida de los aburridos y viejos bonos del Estado- para que invirtiera el 3% de su cartera directamente en bitcoin.

"Las pensiones y los inversores institucionales tienen muchas clases de activos diferentes", afirma Sam Roberts, director de Cartwright. "Estamos diciendo que bitcoin debería estar en la lista". El plan de pensiones anónimo al que asesoraba compró bitcoin en octubre y desde entonces ha cosechado enormes ganancias.

La visión más amplia es que Trump 2.0 podría tratar las criptomonedas no sólo como un truco especulativo, sino como un imperativo estratégico. Robert F. Kennedy Jr., antaño rival y ahora posible candidato a un alto cargo, habló largo y tendido en esa conferencia de Nashville sobre la necesidad de crear reservas nacionales de bitcoin, a una escala que rivalice con las reservas de oro. "Fue un discurso alucinante. Había investigado a fondo", afirma Richard Byworth, del grupo financiero suizo Syz Capital. Este plan podría empezar por negarse a vender los criptoactivos incautados por el Gobierno federal a lo largo de los años, pero más adelante podría ampliarse, según Kennedy, a la compra de cientos de bitcoins diarios. Puede resultar difícil tomar al pie de la letra a alguien que se opone a las vacunas y quiere eliminar el flúor del sistema de agua, pero de nuevo: una nueva forma de pensar.

Byworth cree que algunas de las frenéticas compras de bitcoins de los últimos días son obra de otros países del mundo deseosos de entrar antes de que el Tío Sam empiece a comprar. Tanto si esta visión se hace realidad como si no, "están sumando bitcoin como si estuviera en los planes", afirma.

Los que seguimos esperando una articulación clara de lo que es bitcoin seguiremos frustrados. Pero cada día es más difícil luchar contra la cripto-revolución.