
Pimco se está retirando del lucrativo mercado de obligaciones negociables de EE.UU. por temor a que los precios caigan rápidamente si se produce una recesión económica.
Dan Ivascyn, director de inversiones de la gestora de fondos líder en inversiones de renta fija, dijo a Financial Times que debido a la menor calidad crediticia y la falta de protección para los tenedores de deuda corporativa norteamericana, los inversores no están siendo suficientemente recompensados.
"El sector del crédito tiene un buen comportamiento, pero si la gente empieza a temer realmente a la recesión, el rendimiento podría caer rápidamente", afirmó. "Este es el sector más propenso a una sobrerreacción."
El índice Bloomberg Barclays US Corporate obtuvo un retorno de 13% este año, un fuerte repunte comparado con la pérdida de 2,5% de 2018. Ivascyn señaló que este mejor desempeño podría continuar, pero agregó que Pimco está dispuesto a "renunciar a un poco de rendimiento a corto plazo" para proteger a los clientes de una caída de precios.
Pimco, una de las gestoras de bonos más grandes del mundo, supervisa más de u$s 1,8 billones en activos. El buque insignia de Ivascyn, el Pimco Income Fund, que administra activos por más de u$s 130.000 millones, subió 6% este año, un rendimiento inferior al 89% de los fondos de su categoría, según los últimos datos de Morningstar.
La asignación a crédito corporativo del Income Fund se redujo a 21% el mes pasado, comparado con el máximo de de 29% de junio de 2016.
Ivascyn también dijo a Financial Times que Pimco sigue desconfiando de los bonos del Tesoro de EE.UU. debido a lo que, según él, son pocas las probabilidades de que el mercado registre nuevas alzas. En cambio, prefiere los títulos valores respaldados por hipotecas de agencias estadounidenses.
En lo que va del año, el índice Bloomberg Barclays US Treasury rindió 7%, lo que va camino a ser el mejor rendimiento en ocho años.
Los inversores corrieron hacia la relativa seguridad de la deuda pública durante el verano boreal, tras una fuerte escalada en la guerra comercial entre EE.UU. y China y la creciente preocupación por las perspectivas de crecimiento mundial. La insaciable demanda de bonos globales en un momento dado llevó a que u$s 17 billones de deuda ofreciera rendimientos por debajo de cero. A principios de septiembre, el rendimiento del bono a 10 años del Tesoro de EE.UU. se hundió a 1,46% el nivel más bajo en tres años.
Muchos inversores apuestan a que los rendimientos seguirán presionados mientras los bancos centrales de todo el mundo inyecten estímulos al sistema financiero.
La semana pasada, el Banco Central Europeo reiteró su postura de política monetaria expansiva, comprometiéndose a mantener bajas las tasas y sostener su programa de compra de bonos hasta que la inflación esté más cerca del objetivo del banco central de algo menos de 2%.
En Estados Unidos, se espera que la Reserva Federal baje su tasa de interés de referencia en otro cuarto de punto porcentual en su reunión política de esta semana, su tercer recorte en la misma cantidad de reuniones. Los funcionarios de la Reserva Federal señalan como puntos de preocupación la desaceleración de la industria manufacturera y la caída de la inversión de las empresas, pero constantemente subrayan que el mercado laboral ajustado y la solidez del consumo son razones para todavía no sentir pánico a una recesión.














