
Uno de los mayores perdedores en las elecciones generales del Reino Unido fueron quienes se ganan la vida tratando de predecir la intención de voto del electorado. Tanto los encuestadores como los mercados de las apuestas y los analistas subestimaron dramáticamente el porcentaje de votos conservadores y apuntaron hacia un parlamento sin mayoría absoluta.
De las cuatro encuestas publicadas a última hora, la mitad mostraba a los dos partidos principales empatados mientras que las restantes los ubicaban con un punto porcentual de diferencia entre sí.
El viernes a la mañana, mientras seguían llegando los resultados, la encuestadora Populus tuiteó: "Los resultados electorales plantean serios problemas a todos los encuestadores. Vamos a revisar nuestros métodos y ya hemos pedido al British Polling Council que haga una revisión".
YouGov tuiteó: "Fue una noche terrible para nosotros, los encuestadores. Pido disculpas por nuestra pobre actuación. Debemos determinar por qué sucedió esto".
Sin embargo, hubo un sondeo a boca de urna entre personas que ya habían emitido su voto que fue más preciso. Predijo que los conservadores obtendrían 316 escaños y los laboristas, 270, y que el Partido Nacionalista Escocés tomaría todos menos un escaño en Escocia... previsión que conmocionó a analistas profesionales y militantes políticos por igual.
Hubo un modelo de previsión, producido por www.electionforecast.co.uk, que sugería que la posibilidad de una mayoría conservadora era tan baja que se trataba de un error de redondeo y funcionalmente equivalía a cero. Esta fue una predicción que compartieron la mayoría de los modelos de previsiones, todos los cuales cometieron el mismo error.
Todos los encuestadores subestimaron la cantidad de votos del Partido Conservador. Algunos analistas apuntan a un posible efecto del tory tímido, en el que los electores no están dispuestos a admitir que apoyan al partido debido a una percepción de que es algo pasado de moda... los encuestadores on-line mostraron sistemáticamente niveles más altos de apoyo a los conservadores que las encuestas telefónicas.
Por otro lado, los seguidores del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) sugirieron que las urnas subestimaban el nivel de apoyo al partido anti-UE debido a una timidez similar entre sus votantes. Sin embargo, los encuestadores lograron estimar con precisión el 11% de votos que sacaron.
Otra posibilidad es que el Partido Laborista se haya esforzado para convertir a quienes afirmaban que iban a apoyar al partido en votos reales. El porcentaje de votos fue de alrededor del 66%, pero en la última encuesta de ICM antes de las elecciones el 74% de los encuestados dijeron que estaban seguros de votar.
Nate Silver, un periodista estadounidense que se hizo conocido por sus previsiones de elecciones estadounidenses y que actualmente dirige el sitio web FiveThirtyEight, escribió el viernes por la mañana que los mercados de las apuestas y los modelos de previsiones eran sencillamente arrogantes y necesitan incorporar el hecho de que los errores de este tipo han ocurrido antes, especialmente en la campaña electoral de 1992.
Las encuestas, en el Reino Unido y en otros lugares del mundo, parecen empeorar dado que cada vez es más difícil contactar a una muestra representativa de votantes" añadió. "Eso implica que los analistas deben responder por un margen de error mayor".











