Milei espera que su amistad con Trump lo ayude a conseguir un préstamo del FMI
El líder libertario busca un préstamo del Fondo Monetario Internacional mientras se posiciona como un aliado de Donald Trump en la batalla cultural contra la izquierda woke.
El presidente libertario de Argentina, Javier Milei, confía en que su incipiente amistad con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y con el multimillonario Elon Musk lo ayude a conseguir las inversiones que tanto necesita su país, asolado por la crisis, incluido un nuevo préstamo del FMI.
Argentina es ya el mayor deudor del FMI, con u$s44.000 millones. Quiere miles de millones de dólares frescos para ayudar a levantar los estrictos controles de divisas y de capital que están frenando la salida del país de la recesión.
Un funcionario del gobierno de Milei dijo que "no había duda" de que la victoria de Trump aceleraría las conversaciones con el Fondo, donde EE.UU. es el mayor accionista. Su victoria impulsó un reciente rally de los bonos y las acciones de Argentina.
Un alto funcionario financiero internacional se mostró más cauto. "Puede ayudar a Argentina" a asegurar un acuerdo con el FMI, dijo sobre la victoria de Trump.
Milei, un economista libertario, se ha ofrecido como el aliado latinoamericano más fuerte de Trump en una batalla cultural global contra la izquierda woke, a pesar de las profundas diferencias sobre comercio con el republicano proteccionista.
Milei apoyó la candidatura de Trump a la reelección en el backstage de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) celebrada en Maryland en febrero. En septiembre, calificó a Trump como uno de los "dos políticos más relevantes del mundo", junto a él mismo.
También ha cultivado una amistad de alto nivel con Musk, el CEO de Tesla que codirigirá el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump, y la semana pasada le ofreció consejo para "replicar la motosierra".
Musk ha intercambiado cálidas palabras con Milei en las redes sociales y en persona. Trump también le ha correspondido, hasta cierto punto. "Argentina se volvió MAGA...Gran tipo...Lo quiero, porque él quiere a Trump", dijo Trump a CPAC en febrero.
Geográficamente distante y sólo un pequeño socio comercial de EE.UU., es poco probable que la Argentina sea una prioridad para el presidente electo. Milei esperó casi una semana la llamada con Trump, detrás de docenas de otros líderes mundiales, antes de que hablaran el martes.
Pero los analistas dijeron que el operativo de seducción de Milei puede darle una apertura.
"La victoria de Trump es una enorme oportunidad para Milei", dijo Juan Cruz Díaz, director gerente de Cefeidas, una consultora política en Buenos Aires. "Pero el desafío es traducir estar en sintonía en ventajas concretas para Argentina, y para eso necesita construir una infraestructura fuerte para relacionarse con la administración de Trump".
Milei ascendió recientemente a su embajador en Washington, el empresario Gerardo Werthein, a ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y el martes nombró como su reemplazante a Alejandro Oxenford, un empresario tecnológico.
Milei asistirá el jueves a la conferencia de derecha CPAC en Mar-a-Lago, con la esperanza de reunirse con Trump por segunda vez y con Musk por cuarta. Musk ha dicho que sus empresas están "buscando activamente formas de invertir" en Argentina, con la producción de litio del país sobre la mesa, dijeron funcionarios.
Milei no es el único líder latinoamericano que espera beneficiarse del regreso de Trump. Nayib Bukele, el autoritario presidente de El Salvador, se ha convertido en el favorito de la derecha estadounidense por su encarcelamiento masivo a sospechosos de pertenecer a bandas. Donald Trump Jr fue un invitado de honor en su asunción en junio.
Bukele dijo la semana pasada que había hablado con Trump por teléfono, pero la situación de El Salvador como una de las principales fuentes de migración a los EE.UU. hace que la relación sea problemática.
Trump ha acusado a Bukele de reducir la delincuencia "enviando a todos sus criminales, sus narcotraficantes, su gente que está en las cárceles" a EE.UU. "No hace un trabajo maravilloso", dijo Trump en julio.
Bukele también busca un acuerdo con el FMI, pero lleva años enfrentado al Fondo por el uso de bitcoin como moneda de curso legal en el país.
Trump va a ser aún más transaccional y a corto plazo en su enfoque hacia la región esta vez, y la principal transacción que importa, obviamente, es la reducción de las cifras de migración", dijo Will Freeman, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York.
Los planes de Trump de deportaciones masivas son un gran problema para Bukele, ya que las remesas de más de un millón de salvadoreños y sus familias en EE.UU. representan más del 20% del PBI de su país. Muchos carecen de visado, y unos 250.000 están en EE.UU. bajo un estatus protegido que Trump podría revocar.
También Milei podría enfrentarse a las presiones económicas de Trump. Los economistas advierten que los planes del presidente electo en materia de deportaciones, elevado gasto y aranceles podrían estimular la inflación, forzar la suba de las tasas de interés estadounidenses y fortalecer el dólar, complicando el objetivo de Milei de terminar con las presiones crónicas sobre los precios en Argentina y estabilizar el peso.
Pero Trump tiene forma de ayudar a Argentina con el FMI. Fue decisivo para conseguir el préstamo récord de u$s56.000 millones que el Fondo le concedió a la Argentina en 2018 bajo la presidencia de Mauricio Macri.
Ese programa descarriló por una crisis de confianza de los mercados en el Gobierno argentino y se reestructuró en el actual paquete de u$s44.000 millones en 2022.
A pesar de elogiar la austeridad de Milei, el FMI sigue dudando en aumentar su exposición. El personal está preocupado por la negativa de Milei a devaluar significativamente el peso tras su rápida apreciación este año, y por la falta de claridad sobre su futura política monetaria tras una polémica promesa electoral de dolarizar la economía.
Alejandro Werner, que dirigió el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI en el momento del rescate de Argentina en 2018, dijo que EE.UU. bajo Trump tenía "incentivos más claros" para apoyar a Argentina en el Fondo. Advirtió que un nuevo programa podría tener que esperar hasta después de las elecciones de mitad de término de Argentina a fines de 2025, cuando Milei tendrá más libertad política.
"En ese momento, el FMI, junto con la administración Trump, podría dar una señal de apoyo aprobando un nuevo programa con desembolsos netos positivos durante los primeros 18 meses", dijo.
Héctor Torres, exdirector ejecutivo argentino del FMI, dijo que "con Trump en la Casa Blanca, hay más posibilidades de que EE.UU. use su peso para anular las reservas técnicas del Fondo", aunque añadió que esperaba que la Argentina consiguiera un acuerdo de todos modos.
"Somos rehenes mutuos: el mayor deudor y el mayor acreedor. Nos necesitamos mutuamente", dijo.
Compartí tus comentarios