Zohran Mamdani, un socialista democrático que capitalizó el descontento por el alto costo de vida, fue elegido alcalde de Nueva York el martes, mientras los demócratas arrasaban en las elecciones en todo Estados Unidos, en un claro revés para Donald Trump y su partido republicano. Las victorias demócratas, que incluyeron triunfos contundentes en Nueva Jersey y Virginia, llegaron diez meses después del inicio del segundo mandato presidencial de Trump y representan una advertencia: los votantes estadounidenses siguen insatisfechos con la inflación y con la dificultad del mandatario para controlarla. “No creo que haya sido bueno para los republicanos”, reconoció Trump el miércoles por la mañana durante un acto en la Casa Blanca. “No creo que haya sido bueno. No estoy seguro de que haya sido bueno para nadie”. A un año de las elecciones de medio término, los resultados del martes revitalizan a un Partido Demócrata que había tenido dificultades para oponerse eficazmente a Trump y su agenda Maga. Fue la primera gran prueba electoral del segundo mandato del presidente, marcado por su política de altos aranceles comerciales, medidas estrictas contra inmigrantes, el despliegue de tropas en ciudades estadounidenses y la remodelación parcial de la Casa Blanca para construir un salón de baile financiado por donantes. “Hay muchos votantes de todas las formas, tamaños y colores que están hartos de Trump”, señaló el analista político Charlie Cook. Con el 91% de los votos escrutados, Mamdani obtenía el 50,4% frente al 41,6% de Andrew Cuomo, exgobernador demócrata de Nueva York, según la agencia Associated Press. Los resultados de las elecciones en Nueva York resonarán en todo el establishment político estadounidense, mientras un millón de votantes respaldaron un giro radical en la ciudad considerada el corazón del capitalismo global. Mamdani, de 34 años, completó un ascenso extraordinario desde político local poco conocido hasta convertirse en el primer alcalde musulmán electo de la mayor ciudad de Estados Unidos, derrotando con holgura a Cuomo, quien había recibido el respaldo de Trump. El presidente había calificado a Mamdani de “comunista” y amenazó con retener fondos federales si resultaba elegido. Durante su discurso de victoria, Mamdani desafió abiertamente a Trump, presentándose como su opuesto en el escenario nacional. “Donald Trump, sé que estás mirando... Tengo cuatro palabras para ti: ¡sube el volumen!”, exclamó. “Si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer”. Su campaña carismática, hábil en redes sociales y centrada en la asequibilidad, cautivó al electorado, especialmente a los votantes jóvenes. Más de dos millones de neoyorquinos emitieron su voto, la participación más alta en una elección municipal desde 1969. Al otro lado del río Hudson, en Nueva Jersey —estado que se inclinó hacia Trump en las presidenciales del año pasado—, la congresista demócrata Mikie Sherrill derrotó con amplia ventaja al republicano Jack Ciattarelli, convirtiéndose en la nueva gobernadora. En Virginia, la excongresista demócrata Abigail Spanberger también ganó por amplio margen, arrebatando la gobernación al control republicano y convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo en el estado. Las encuestas previas subestimaron el apoyo hacia Spanberger y Sherrill. Trump, en un desayuno improvisado con senadores en la Casa Blanca, atribuyó el mal desempeño republicano a su ausencia en las boletas y al enojo de los votantes por el cierre del gobierno federal. “Si leen a los encuestadores, el cierre fue un gran factor negativo para los republicanos”, dijo. “Y dicen que el hecho de que yo no estuviera en la papeleta fue el factor más importante”. También afirmó que el partido tendría “una conversación sobre lo que representó la noche pasada y qué debemos hacer al respecto”. Los demócratas también sumaron triunfos en Pensilvania —extendiendo el mandato de tres jueces de la Corte Suprema estatal— y en California, donde los votantes respaldaron abrumadoramente el plan del partido para redibujar los distritos electorales. Gavin Newsom, gobernador demócrata de California y crítico frecuente de Trump, instó a apoyar la Proposición 50 como mensaje político de cara a las elecciones de medio término del próximo año. Kyle Kondik, del Centro para la Política de la Universidad de Virginia, calificó los resultados del martes como “arrasadores para los demócratas”, comparable al éxito que tuvieron en las elecciones intermedias de 2017 durante el primer mandato de Trump. Aquellos resultados anticiparon los comicios de 2018, cuando los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes, poniendo fin al dominio republicano del Congreso. “Los resultados del martes deberían ser muy preocupantes para los republicanos”, advirtió Kondik. Chuck Schumer, líder demócrata del Senado —quien, como otros altos dirigentes del partido, no había respaldado a Mamdani—, calificó la jornada como “un rechazo a la agenda de Trump”. “La crueldad, el caos y la codicia que definen al radicalismo Maga y los costos en alza fueron firmemente rechazados por el pueblo estadounidense”, agregó.