Queda a 2 horas de Zaragoza y es uno de los pueblos más encantadores para disfrutar del invierno
Ubicado sobre los Pirineos, este lugar es una ventana a la España del ayer. Qué hacer para que una escapada a este destino sea inolvidable.
Paisajes cubiertos de nieve, una atmósfera tranquila y la posibilidad de disfrutar de la gastronomía local junto a una chimenea hacen que el invierno tenga un encanto único. Para muchos, el invierno es el momento ideal para hacer una escapada a lugares que combinan historia, naturaleza y tradición.
Aínsa, un pequeño pueblo medieval en la comarca de Sobrarbe, en Huesca, se ha consolidado como uno de los mejores destinos para un viaje corte durante el invierno español.
Con un casco histórico perfectamente conservado, su proximidad a parajes naturales como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y su oferta de actividades al aire libre, este lugar es perfecto para disfrutar de esta temporada del año.
Un destino con encanto medieval
Aínsa no es solo un pueblo; es un viaje al pasado. Su casco histórico, perfectamente conservado, está rodeado de una atmósfera medieval que en invierno se vuelve aún más especial, con calles empedradas cubiertas de escarcha y vistas a las montañas nevadas.
El Castillo de Aínsa, una fortaleza del siglo XI, es uno de los principales atractivos. Desde sus murallas, se obtienen vistas panorámicas del entorno, ofreciendo una perspectiva inigualable del paisaje invernal. Por otro lado, su Plaza Mayor, con sus soportales y arquitectura tradicional, invita a pasear y descubrir la esencia del pueblo.
Un lugar con actividades invernales para todos los gustos
El invierno en Aínsa ofrece una variedad de actividades para disfrutar en familia o con amigos. Las rutas de senderismo se transforman en mágicos recorridos entre paisajes nevados, ideales para los amantes de la naturaleza.
Por otro lado, la proximidad al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido brinda la oportunidad de explorar uno de los entornos naturales más impresionantes de España.
Para los más aventureros, las excursiones con raquetas de nieve son una opción emocionante. Empresas locales ofrecen salidas nocturnas bajo la luz de la luna llena, permitiendo descubrir el silencio de los bosques y la magia de las montañas invernales.
Gastronomía y tradiciones locales
La gastronomía de Aínsa es otro de sus grandes atractivos. Los restaurantes locales ofrecen platos tradicionales elaborados con productos de la zona, como la carne de caza, setas y quesos artesanales. Disfrutar de una comida reconfortante junto a una chimenea es el broche perfecto para una jornada invernal.
Esta estación también es tiempo de celebraciones en Aínsa. Tras los festejos navideños, el municipio se prepara para celebrar sus fiestas de invierno en honor a los Santos Barbudos: San Victorián, San Antón y San Sebastián. Estas festividades, que incluyen hogueras y actividades para todos los públicos, ofrecen una visión auténtica de las tradiciones locales.
Cómo llegar a Aínsa desde Zaragoza
- Tomar N-330 hacia A-23 en Villanueva de Gállego.
- Seguir por A-23 hacia N-260/HU-321 en Sabiñánigo. Tomar la salida 406 de A-23.
- Conducir hacia N-260 en Aínsa.
El trayecto es de 168 km. y el tiempo aproximado de viaje es de dos horas.