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La llegada del verano a España ha sido caótica. Temperaturas que han estado por encima de los 38° C llevaron a los ciudadanos a buscar reparo en los aires acondicionados, botellas de aguas e innumerables piscinas y playas en algún tipo de escapadade último momento.
Muchos han optado por estanques, pozas, gargantas y cualquier otro tipo de espejo de agua que les permitiera calmar el calor. Sin embargo, hay quienes eligen experimentar otro tipo de relajación en piscinas, como es el caso de un particular pueblito medieval que esconde uno de los mejores secretos guardados de toda España.
Ubicada en la provincia de Girona, esta fortaleza de finales del siglo XII esconde una piscina de agua cristalina que es una pieza importante de la historia de la judería del lugar, la única de su especie en el país y la de mejor estado de conservación de toda Europa.
Escapadas: el misterioso pueblito medieval que esconde una increíble piscina natural de aguas cristalinas
A menos de dos horas de Barcelona se encuentra el pequeño pueblo medieval de Besalú, un sitio que estremece ante su imponente entrada, ideal para una escapada. Este lugar te trasladará inmediatamente a la Edad Media con uno de los rituales de purificación más reconocidos que hacen hombres y mujeres judíos días antes del matrimonio, por ejemplo.
A esta inmersión se la conoce como mikvé, y consiste en darse un baño íntegro en el que se sumerge todo el cuerpo por lo que deben tener una profundidad que permita tal inmersión de cuerpo entero.
La Mikvé de Besalú está situada bajo los restos de la antigua sinagoga y fue descubierta en 1964 tras unas obras en el lugar que se creía era una bodega, aunque también fue utilizada como un espacio para almacenar tinte de ropa.
¿Cómo es la piscina de la Mikvé de Basalú y en qué consiste el ritual?
La piscina de agua cristalina cuenta con una tenue iluminación natural, lo que hace vivir la emoción de un ritual de cientos de años atrás en esta espectacular escapada. A la misma se accede mediante una escalera formada por 36 escalones y se accede a la pequeña cámara donde se halla la piscina de 2,5 metros por 1,5 metros.
El ritual purificador consiste en bajar los últimos siete escalones y sumergirse 3 veces, conocido como Nayim. Los hombres suelen purificarse antes del Sabat y las mujeres antes del matrimonio, antes y después del parto o después de la menstruación.
