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Cierra el ejercicio de las telecomunicaciones con grandes perdedores y ganadores: ¿qué se espera para el 2024?

En un hecho sin precedentes, las cinco grandes operadores se vieron envueltas en movimientos corporativos de gran calado. Ganadores y perdedores.

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Hoy es el último día hábil del año e implica mucho más que cambiar de agenda. Cierra también un ejercicio con movimientos de envergadura en el sector de las telecomunicaciones, quizás como nunca antes los hubo. Porque no deja de ser un hecho inédito de que las cinco grandes telecos estén, o hayan estado, en movimientos corporativos que conducen a un cambio de escenario en el que se mueve el negocio de las operadoras.

Determinar cuál de todas las operaciones es la que más influyó en los cambios, o posibles modificaciones, en el mapa del sector, no es tarea fácil. Ahí está, por caso, el ingreso a Telefónica de Saudí Telecom Company (STC), la compañía perteneciente a la familia saudita reinante. También la respuesta del Gobierno español, que buscó diluir la influencia de los árabes en la operadora insignia de España, con la adquisición del 10% de las acciones a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

2023, el año que cambió el mapa del negocio de las telecomunicaciones. (Imagen: archivo)

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La lista sigue con la venta de Vodafone España al fondo de inversión británico Zegona. O la aún no cerrada fusión de la francesa Orange con la española MásMóvil. Sin olvidar a la rumana Digi, que en 2023 no sólo consolidó su posición, sino que obligó a las mayors a revisar aspectos de sus políticas comerciales, sobre todo en lo referente a la estrategia low cost, para intentar frenar el drenaje de clientes hacia Digi.

Pero lo más preocupante para las telecos tradicionales es que hasta el momento los rumanos sólo mostraron los dientes. Todo hace prever que en 2024 los usarán. En rigor, el fuerte mordisco que el sector vaticina, afectará aún más la cuota de mercado de sus poderosos rivales. Tanto, que permite jugar con la imagen de la piedra de David golpeando a Goliath.

¿Qué escenarios esperar para 2024?

Definirlos se convierte en un complejo ejercicio cuyo resultado muy pocos analistas se atreven a dar por seguro. Sí, en cambio, es factible hablar de hechos esperables: como la aprobación de la Unión Europea a la fusión Orange con MásMóvil; la consolidación del nuevo mapa accionarial de Telefónica, y la más que probable absorción por parte de Digi de los activos sobrantes de la empresa resultante de la unión Orange/MásMóvil. Como consecuencia de este traspaso, Digi pasará de típica operadora de bajo coste a una compañía con una envergadura que le permitirá mirar directamente a los ojos a los "grandes apellidos" del mercado.

Asimismo, los efectos colaterales de la fusión Orange/MásMóvil podrían dañar la cuenta de resultados de Telefónica, ya que la operadora comandada por José María Álvarez-Pallete perdería, por culpa de los activos traspasados a Digi, su principal cliente mayorista que le reporta 300 millones de euros al año, hecho que sucederá en septiembre de 2026 cuando vence el contrato que une a rumanos y españoles.

Digi pasará de típica operadora de bajo coste a una compañía con una envergadura que le permitirá mirar directamente a los ojos a los "grandes apellidos" del mercado. (Imagen: archivo)

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Vodafone, capítulo aparte

Con todo, la historia de la compra de Vodafone por Zegona dará mucho de qué hablar. Los británicos se harán con el control de la operadora -previsiblemente en el primer trimestre de 2024- con la obligación de revertir la tendencia negativa de la compañía. Hasta el momento, futuro cambio de manos en nada influyó en la confianza de los consumidores con la empresa de telefonía móvil. Vamos a los datos.

En el año que termina, la filial local de la británica Vodafone, dejó en el camino 598.000 clientes en manos de sus rivales por el procedimiento de la portabilidad, que permite a cualquier usuario cambiarse de compañía de forma gratuita, conservando el número.

Pero hay más. Vodafone España fue, con diferencia, la que peor comportamiento tuvo en 2023. Mientas Movistar perdió 273.000 líneas y Orange cedió 185.000, los británicos casi triplicaron la merma de la compañía española, sólo por comparar con la teleco que le sigue en pérdida de líneas. Del otro lado de la ecuación, Digi le arrebató a sus competidores 766.000 clientes.

Tanto siente Eamonn O'Hare la soga apretándole el cuello, que sorprendió con su pedido a la Unión Europa de que exija a Orange y MásMóvil a traspasarle a Vodafone clientes minoristas y mayoristas para autorizar la fusión de ambas operadoras. Pedido imposible de cumplir porque implicaría un traspaso forzoso de clientes de sus competidores, además de vulnerar los contratos que éstos tienen con Orange y MásMóvil.

Más plausible de llevar a cabo es la idea del fondo de convertir a Vodafone en una operadora low cost. "Lo más urgente es estar seguros de que el negocio vuelve a ser atractivo para el consumidor, porque lleva perdiendo clientes tres o cuatro años. Así que mi primera prioridad es que estos clientes vuelvan a la marca y a Lowi", reveló O'Hare, en una reciente entrevista concedida al periódico El Mundo. El deseo del CEO de Zegona ¿puede enmarcarse dentro de "hechos esperables"? 2024 tiene la respuesta.

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