Si sacas dinero de las cuentas de tu familiar fallecido, puedes ir a prisión

Retirar dinero de la cuenta bancaria de un familiar fallecido sin seguir el procedimiento legal puede llevar a serias consecuencias legales. En España, este acto se considera un delito de apropiación indebida, tipificado en el artículo 253 del Código Penal. 

Las penas por este delito pueden variar desde seis meses hasta tres años de prisión, y en casos más graves, como cuando la cantidad supera los 50.000 euros, la pena puede incrementarse de uno a seis años de cárcel, además de multas económicas.

Procedimiento legal para acceder a las cuentas

Cuando una persona fallece, su cuenta bancaria queda automáticamente bloqueada para proteger los intereses de los herederos y prevenir fraudes. Los herederos legales deben seguir un proceso específico para acceder a los fondos, que incluye presentar varios documentos, como el certificado de defunción, una copia del testamento o una declaración de herederos, y el comprobante del pago del Impuesto de Sucesiones.

Además, los bancos pueden retener los fondos necesarios para cubrir el Impuesto de Sucesiones antes de permitir cualquier retiro. Incluso si una persona estaba previamente autorizada para operar la cuenta del fallecido, dicha autorización se anula automáticamente con el fallecimiento del titular.

Excepciones y consecuencias legales

Existen dos excepciones en las que los herederos pueden retirar dinero de la cuenta del fallecido antes de completar el proceso de herencia: para cubrir los gastos del funeral y para pagar ciertas obligaciones fiscales necesarias para acceder a la herencia. En estos casos, los herederos deben presentar la documentación adecuada al banco para justificar los retiros.

Sacar dinero de la cuenta de un fallecido sin seguir el procedimiento legal puede resultar en acusaciones de apropiación indebida, con penas que varían dependiendo del monto sustraído. Los herederos y cotitulares de la cuenta deben estar particularmente atentos a cumplir con todos los requisitos legales para evitar enfrentarse a sanciones severas.