Descubrimiento sin precedentes: hallan el fósil de un cocodrilo extinto que vivió hace 10 millones de años y llegaba a medir hasta 9 metros
El fósil hallado corresponde a un ejemplar juvenil y fue catalogado como descubrimiento sin precedentes debido a su excelente estado de conservación.
Un equipo de paleontólogos de Perú ha realizado un descubrimiento extraordinario en la costa del país andino: el fósil de un cocodrilo extinto que habitó el planeta hace 10 millones de años y que llegaba a medir hasta 9 metros de largo.
Este increíble descubrimiento fue presentado durante el Congreso Internacional de Paleontología del Perú, celebrado en Lima y resalta no solo por la antigüedad del fósil, sino también por su excelente estado de conservación y las fascinantes características del animal prehistórico.
Descubrimiento: ¿cómo es el fósil hallado de un cocodrilo extinto que vivió hace 10 millones de años?
El ejemplar encontrado corresponde a un juvenil del género extinto Piscogavialis, una asombrosa especie de cocodrilo marino que, en su etapa adulta, podía alcanzar los 9 metros de longitud. Sin embargo, el fósil hallado mide entre tres y cuatro metros.
El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) informó que el fósil fue hallado a finales del año pasado en el desierto de Ocucaje, ubicado en el departamento de Ica, a unos 350 kilómetros al sur de Lima.
Según los expertos, el asombroso espécimen se encuentra en un estado de conservación casi perfecto. En tanto, la persona encargada de desenterrarlo fue el paleontólogo Mario Urbina, quien destacó que se trata del primer fósil juvenil de esta especie encontrado en Perú.
Descubrimiento: ¿qué características presenta el fósil?
El fósil de Piscogavialis cuenta con una particularidad que lo diferencia de otros hallazgos: un esqueleto articulado casi completo, algo inusual en el registro de otros tipos de cocodrilos marinos.
Por otra parte y en el marco de una conferencia de prensa, el académico Mario Gamarra destacó que estos ejemplares tenían un cráneo y una mandíbula significativamente diferentes a la de los cocodrilos y caimanes actuales.
Asimismo, su hocico alargado era una adaptación para una dieta estrictamente piscívora, lo que significa que se alimentaban principalmente de peces, en lugar de carne como sus descendientes contemporáneos.