Adiós a los labios secos: remedios caseros naturales para hidratar y potenciar tu boca
Los labios resecos pueden repararse con remedios naturales que están en cualquier despensa. Los mejores trucos para solucionar este problema tan común.
No importa que sea otoño, invierno, primavera o verano; no hay estación en donde los labios no puedan verse secos o agrietados. Esa sensación áspera, que a menudo es seguida de una comezón, puede ser muy molesta.
Si bien existen cremas o ungüentos para poner cuando ocurre esto, en muchos casos se trata de productos caros, un lujo que muchas personas no pueden darse.
Afortunadamente, existen alternativas con productos naturales que permiten reparar el daño y la sequedad de los labios.
Por qué se resecan los labios
El resecamiento y agrietamiento de los labios es un problema común, especialmente en condiciones climáticas extremas. Es importante entender que la piel de los labios es más delgada y delicada que la del resto del cuerpo.
A diferencia de otras zonas del cuerpo, los labios carecen de glándulas sebáceas, responsables de producir aceite para mantener la piel hidratada. Por este motivo son más susceptibles a la deshidratación. Al estar expuestos continuamente al ambiente, enfrentan agresiones externas que contribuyen a su resecamiento.
Por otro lado, existen hábitos cotidianos y condiciones internas que intensifican la sequedad. Muchas personas, sin darse cuenta, lamen o muerden sus labios con frecuencia. Esta acción, aunque puede ofrecer alivio temporal, empeora la situación al evaporar la humedad natural y dejar una película salina que seca aún más la piel.
Además, la deshidratación general del cuerpo, provocada por no consumir suficiente agua o por condiciones de salud subyacentes, también afecta la hidratación de los labios. Otros factores incluyen respirar por la boca, alergias a ciertos productos labiales y reacciones a ciertos alimentos o medicamentos.
Qué remedios naturales pueden reparar los labios agrietados
Aloe Vera
El aloe vera es una planta cuyo gel es rico en vitaminas, minerales, propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Además de ser antimicrobiano, este gel proporciona humectación a los labios resecos de quien lo usa. Asimismo, fomenta la producción de elastina y colágeno. Para utilizarlo, simplemente se debe cortar una hoja de aloe vera y aplicar el gel directamente en los labios.
Pepino
El pepino, una hortaliza rica en agua y vitaminas, es excelente para hidratar y favorecer la producción de colágeno en los labios. Además, su contenido antioxidante lo hace ideal para la regeneración labial. Se pueden cortar rodajas y frotarlas en los labios o triturarlas, dejarlas reposar y luego aplicar la mezcla en la zona afectada.
Té verde
Esta infusión es rica en polifenoles y antioxidantes que reducen la inflamación y contienen minerales que hidratan. Una vez que se prepare el té verde, no se debe descartar la bolsita; se puede frotar sobre los labios cuando esté tibia para exfoliar suavemente la piel seca.
Miel
La miel es conocida por sus propiedades antioxidantes y antibacterianas que no solo suavizan los labios, sino que también previenen infecciones en las grietas. Se puede aplicar miel directamente o, para un efecto intensificado, mezclarla con glicerina y usarla antes de dormir.
Aceite de Coco
Este aceite es un excelente remedio contra la sequedad labial. Posee propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, ideales para la curación y regeneración de los labios. Simplemente, se debe impregnar una gasa o pañuelo con el aceite y frotarlo sobre los labios.
Aceite de Oliva
Más allá de su fama en la cocina mediterránea, el aceite de oliva es beneficioso para la piel y los labios. Al igual que con el aceite de coco, se usa un pañuelo para aplicar el aceite, proporcionando hidratación, brillo y suavidad.
Patata
Para labios extremadamente secos con grietas pronunciadas, la patata es una solución efectiva. Se cocinan pedazos de patata en agua y luego se mezclan con leche y aceite de oliva (o de almendras) hasta obtener un puré. Una vez frío, se aplica en los labios para hidratar y ayudar en la cicatrización de las heridas.